11. EL PAPA Y LOS REYES (La Vía Sanitaria)



Los Caballeros, tras sucesivas aventuras y, especialmente, después de múltiples desventuras, alcanzan cierto estado de madurez adulta emocional, un estado en el que solo pretenden hacer lo que les nazca sin hacer daño a ningún ser sintiente de forma intencionada. Son los Reyes.

No hay edad predefinida para ser Rey. Un genio de la programación de veintitantos puede ser un Rey de Espadas, por ejemplo, en cuestiones laborales, un Caballero de Varas en su vida pública y una Sota de Oros en su vida sentimental.

El Papa detesta la democracia, pero no es esencialmente un tirano. Los Reyes detestan la igualdad, la libertad y la fraternidad, se han aburguesado pero no necesariamente se han convertido en tiranos. Han construido su propio espacio vital, su propio territorio con sus propias normas que, en un 92% coinciden con la de cualquier habitante de clase media de cualquier país del mundo, es decir, con sesgo cognitivo machista. Pero a diferencia de ellos, Caballeretes más o menos patéticos, han sufrido en sus carnes el dolor de la pérdida (de un ser amado, de un sueño, etcétera). Y ese dolor los ha radicalizado, los ha convertido en hooligans: Un fanático de La Ley de los Hombres y la Guía Ilustrada de Como ser una Buena y Amante Esposa y Madre y no ser una Puta Lasciva están en el Rey de Espadas; un occidental tratando se ser más búdico que Buda siguiendo una Ley del Amor Universal, con o sin sustancias psicodélicas, está en el Rey de Copas; un hombre que ha visto de cerca la pobreza, que la ha rozado con los dedos y que ahora es un defensor del ahorro, del Orden y de la la Tradición más tradicional de todas las posibles tradicionales, está en el Rey de Oros y hombres que antes hacían algo con un entusiasmo casi enajenado y que ahora no son más que sombras de lo que fueron y que practican la Ley del Mínimo Esfuerzo y del Mínimo Riesgo están en el Rey de Varas. En fin, un Papa...

Este pensamiento de hooligan conforma el ideal de perfección del Papa. Y es el Papa el que se asemeja a la suma de las posturas radicales de los cuatro reyes en los que se encarna. Es lo más parecido a todos los condicionamientos culturales y sociales que nos impiden hacer cosas en nuestro país que, sin embargo, están permitidas en otros. Es todo eso que llamamos "lo normal aquí es...". Y ese "lo normal aquí es..." es un conjunto heterogéneo de cosas que, por defecto, es desigual, y favorece claramente a los hombres. Y este "lo normal aquí es..." también lo tienen las Reinas. Pero ellas hacen cosas para conseguir que la realidad se acerque lo más posible a la perfección, los Reyes creen ser los hacedores de la perfección del mundo en el que viven. Creen ser dueños de su destino y del que les rodea, propietarios de su independencia. Pero no confundan esta madurez adulta con la Autenticidad. Les falta, como a las Reinas, un largo trecho...

REY DE ESPADAS

El Rey de Espadas es la encarnación de la Misoginia, de la Homofobia, del Supremacismo blanco, negro o de cualquier color, de la Xenofobia y del horror a Lo Extranjero. Es la encarnación del Tirano.


Es también la encarnación de Paranoico que cree en conspiraciones de todo tipo lo que le obligan a vivir en permanente estado de alerta. Todas las ofertas encierran una trampa, la letra pequeña. Todos los regalos encierran un soborno (por eso hay que intercambiarlos por otros regalos de igual o más valor). Cree que todos los periódicos mienten, que la verdad, sea lo que sea lo que signifique ese palabro, se esconde en una Matrix (las hermanas Wachowsky construyendo un imaginario, casi una religión). Detestan a los políticos ("son todos unos ladrones que se olvidan del pueblo, de los pobres"), a la democracia, a la libertad. El Rey de Espadas usa decenas de perfiles falsos en Facebook o Instagram, cambia cada poco tiempo de número de móvil, está seguro de que vigilan sus conversaciones, de que todo lo que hacen o dicen es importante para alguien, para "Ellos"...

Es la encarnación de la Moralina, esa especie de pseudomoral burguesa que reemplaza a la Moral: no está bien que ese padre tan joven sea tan cariñoso con su hija adolescente en la calle; no está bien que tardes tan poco tiempo en encontrar un amante después de haber enterrado a tu difunto marido; no está bien que le propongas una orgía a tu marido con uno de sus amigos más sexys; no está bien que emigres tú y dejes a tu marido al cuidado de tus hijas adolescentes; no está bien que las niñas tengan sexo siendo adolescentes; no está bien mostrar sentimientos, son un signo de debilidad, de flaqueza; pedir perdón significa arrastrase o humillarse; etcétera.... Todas esas cosas que nunca tienen en cuenta las condiciones particulares de cada uno, el entorno en el que toman la decisión, ese que practica un pensamiento simplista y profundamente machista...

Es la encarnación de la Falta Absoluta de Empatía, de sentimentalismo, de verdad. Es la encarnación de la Falsedad como una forma de vida. Sí amigxs, el Rey de Espadas es el que más oculta, el que más miente acerca de banalidades intrascendentes (los consumidores habituales de alguna Sustancia que hacen esfuerzos titánicos para aparentar que no consumen esa Sustancia, están aquí), el que más infla el Curriculum Vitae, el que más esfuerzos hace por aparentar lo que realmente no es. Porque si hay algo que domina en este Rey de Espadas es el Miedo. Un miedo nacido en el seno de esa cosa que llaman Familia (¡qué gran invento!), miedo a no ser suficiente, miedo a ser un fracasado, una nulidad, menos que un cero a la izquierda. Papá, ese cabroncete cagado de miedo, te jodió...Y mamá, de cómplice. Miedo a que suceda algo. Miedo a que a ese Rey de Espadas le pase algo que no sepa afrontar. Miedo a no tener respuestas, a no saber qué hacer si llega el caso. Miedo a un mundo sin reglas. Miedo al océano, a volar, a la enfermedad, al dolor físico, al ridículo. Miedo a que se rían de él. A no parecer un hombre.

Ese Miedo les obliga a tener un disfraz para cada ocasión, para cada momento. Son camaleónicos y eso implica que no son leales, que bajo determinadas circunstancias, el Rey de Espadas se desentenderá de su lealtad. Sin embargo sí practican cierto grado de fidelidad sexual y exigen, por encima de lo razonable, pruebas constantes de fidelidad sexual a las pobres almas cándidas que caen bajo el terrible influjo neurotóxico de un Rey de Espadas. Sus celos obsesivos solo son un reflejo de su Miedo: miedo a ser abandonados por no ser más que inútiles...

El Rey de Espadas es el Hombre de las Dos Caras. La cara A., la que muestra a sus vecinos, a sus amiguetes, a sus colegas en el trabajo y la cara B., la que muestra en su intimidad más íntima cuando solo su familia lo ve: la cara del Tirano.

El Rey de Espadas es la encarnación de la Mente Analítica. Ese tipo de pensamiento que trata de dotar de lógica a lo que no la tiene. El que trata de eliminar la belleza y la poesía convirtiéndola en símbolo o emblema con un mensaje cifrado inaccesible para no iniciados. Es el tipo de mente que redacta un Manual de Lenguaje No Verbal, para tener todo controlado, vigilado, predefinido (si se rasca la oreja izquierda y desvía la mirada en un ángulo de 60 grados mientras emite un sonido inarticulado parecido a ¿eh?...¡miente!). Es este Rey el que redacta los manuales de usuario del funcionamiento de electrodomésticos. El que hace las mejores aplicaciones. El mejor hacker. El mejor redactor de diccionarios y enciclopedias. El que mejor escribe novelas policíacas y derivados más o menos detectivescos.

El Rey de Espadas no aprecia la belleza del mundo y de sus habitantes, no es un buen crítico de arte. Tampoco es un buen asesor para elegir una película o una obra de teatro. No le pregunten por novelas porque no leen muchas cosas, no tiene tiempo para ese tipo de fruslerías. No saben muy bien qué hacer en su tiempo de ocio, así que procuran tener poco. Es el de humor más sarcástico. Es el que más se droga con ansiolíticos y otros calmantes. El que más niega sus adicciones.

El Rey de Espadas es el hombre perfecto como Director de Recursos Humanos que tiene que despedir a la mitad de la plantilla, entre ellos a su hermano y a su prima. Frío, ordenado, pulcro, educado, falsamente empático, firme, resolutivo, uno de esos tipos que hace su trabajo con eficacia siniestra. El Rey de Espadas, sin embargo, no es el líder, es el ideólogo o el perfecto Número 2. Necesitan un líder, alguien por encima de él a quien rendir cuentas. Como lider solo imaginan al Papa, así que la cima de su incompetencia la alcanzarán cuando no tengan superior al que reportar. En ese instante, este Rey muestra todas sus miserias...

El Rey de Espadas es un magnífico político. Un tipo que hace promesas para el que quiera creerlas. Manipulador. Inteligente. Con cierto don de gentes, cierta habilidad para codearse con personas de las que poder aprovecharse para mantenerse a flote. Cierta capacidad para la extorsión. Con cierta habilidad para sobrevivir entre tiburones de Oros y Varas. Es el tipo que para salvar su pellejo te hundirá. El que venderá hielo en Groenlandia y a tu madre si fuera necesario. El tipo que te estafará. El tipo que revisará tus declaraciones de impuestos. El que se encargará de descubrir quién mató a Laura Palmer. El fiscal implacable. El abogado defensor experto en dilatar el proceso si fuera conveniente para su cliente...

El Rey de Espadas es vulgar, una vulgaridad disfrazada de "normalidad". Tiene gustos vulgares, no es refinado ni sutil. Prejuzga. No corrige jamás su prejuicio.

En su intimidad, el Rey de Espadas es un tirano. La tiranía se sustenta sobre la arbitrariedad. No es necesario que exista una causa para que se produzca la violencia porque el Rey de Espadas determina Lo Que Esta Autorizado que implica que lo que no está en esa lista, está prohibido. Para la misma acción no es posible saber con antelación si la respuesta será un premio, un castigo o la neutralidad. El abusador, el maltratador monstruoso, está aquí.

En intimidades más estimulantes, el Rey de Espadas roza el analfabetismo sexual. Y no aman. No son generosos, no saben dar nada. No aman.

¿Y si Consultante es mujer?

¿Qué separa a los Caballeros de los Reyes?

Los Caballeros son Hijos de Mamá, es decir, aún no tienen independencia emocional, aún necesitan de alguien a su lado. Necesitan cumplir con los ordenamientos de la Papisa, ser Buenos Hombres, tener Buenas Esposas, tener Sanos Hijos, etcétera. Los Reyes han alcanzado esa independencia emocional que los unía a mamá, así que ya no tienen que satisfacer las expectativas matrimoniales de mamá, ya no necesitan ni estar en una relación, ni construir entramados emocionales de larga duración.

El Rey de Espadas es un solitario. Como todos los Reyes. Poco importa si está o no en una relación (agotada en sí misma desde hace mucho tiempo, dice cualquier Rey). Ya no tiene que justificar nada. Así, un Rey de Espadas puede ser un jefe implacable e inhumano, pero no lo puede ser un Caballero al que la inseguridad le puede. El Caballero de Espadas aún está castrado emocionalmente por mamá y necesita tener público, cumplir las expectativas que mamá ha puesto en él; el Rey ha logrado liberarse de ese cepo emocional. Pero el Rey de Espadas se ha aislado, se ha alejado de la multitud. Ya no interactúa, no interfacea, no habla. Solo existe, sin mezclarse más allá de lo necesario. No necesita ser simpático, ni atento, no necesita ser empático. Es ese tipo que se pasa el día interponiendo denuncias contra todo. Es ese tipo que se imagina que los jefes de cualquier cosa son siempre hombres... Es ese tipo que no permite ningún fallo alrededor. No necesita sexo.

¿Y si Consultante es mujer?

LA Rey de Espadas se ha retirado de la vida pública. Ya no existe más. El terror se ha adueñado de ella. El terror a los hombres a los que ve como monstruos horripìlantes. No tiene nada más que amigas heterosexuales. No sale a la calle más de lo necesario. No se mezcla con personas de distinto sexo. Vive sola, sin hijos. Se ha aislado, como si estuviera en un retiro conventual o en un ashram. Su casa es puro orden, limpieza, exactitud. El mundo, las calles, se han convertido en un Pasaje del Terror.

LA Rey de Espadas es más que invisible: existe solo porque la vemos moverse, porque mueve los labios y emite sonidos que parecen palabras, pero ya no es más una persona sexual, solo es alguien que no deja de pensar y temer. Cualquier referencia que se haga al sexo queda inmediatamente bloqueada en algún lugar indeterminado del cerebro.

Mujeres maltratadas que han escapado de sus verdugos pero que aún sufren estrés postraumático severo, están aquí. Mujeres que se han quedado viudas y jamás han permitido que otro hombre las tocara o las besara, también. Mujeres a quienes los hijos culpan de decenas de miles de cosas y que, de alguna forma, han perdido contacto con ellos, también están aquí. La ansiedad, la depresión, la paranoia, están aquí.

¿Y cómo interpretar esta carta si me aparece en modo oracular respondiendo a la pregunta "¿Cómo afrontar el día de hoy?"

Oh, Consultante!. La fuerza de los débiles requiere de usted, si quiere mantenerse en el Camino de la Corrección, ser estrictamente impersonal tratando de ser justo. Sea analítico, tómese su tiempo para pensar y reflexionar, no tome decisiones precipitadas que le pueden conducir a un abismo. Haga una pausa, quizá hoy no sea el día más adecuado para hacer algo que tuviera planeado hacer: embarcarse en un crucero de solterxs adultos, ir a esa fiesta de cumpleaños, visitar a un familiar enfermo... Quédese en casa o lea algún librito. O piense. Piense en lo más Correcto, no en lo que está bien o mal, en lo bueno en lo malo. Ensaye algún tipo de pensamiento que le permita imaginarse a sí mismo, en el lugar del Otrx, ¿qué haría usted si todo esto que le pasa al Otrx, le sucediera a usted mismo? No trate de ser empático, no puede: solo imagine cómo se sentiría usted, tal y como es, con sus propias ideas, con su propia forma de ser en el mundo, en la posición del Otrx. Como si fuera un actor. Evitará males mayores. Quizá alguien trate de acosarle, de abrumarle con halagos o agradecimientos. Son un soborno....

A., en la treintena, habla: << He conocido a alguien por Internet. Bueno, hace ya un tiempo. Somos, no se muy bien qué somos si es que somos algo. Nos llevamos bien a pesar de la distancia (45 kilómetros). El caso es que mi empresa busca exactamente a alguien con el perfil de B. No se si es buena idea proponérselo, si realmente tiene cualificación, porque realmente, solo se lo que me cuenta por Internet... ¿Se lo propongo? ¿Será una buena idea? >>.

CASO 1: A . Es Hombre, B. es mujer

Oh, estimado Consultante! Es buena idea. Siente afecto por esa B., es una persona perfectamente adecuada para ese trabajo que le ofrece. Pero entiendo que viven ustedes en ciudades distintas y que para B. no va a ser fácil hacer un traslado: UNA Caballero de Oros no se traslada a ninguna parte salvo con su pareja formal y establecida. Salvo que su opción de trabajo fuera irresistible, que no lo es, ella no va a decir Si. Por otro lado, decírselo es hacerle saber que, de alguna forma, le resulta atractiva. Quizá decírselo refuerce el vínculo virtual que ahora mantienen, quizá sirva, incluso con el no, para creer que quizá... pero no, la verdad es que como Rey de Espadas no se le ve mucho entusiasmo por mantener una relación erótico festiva o no más de lo que ahora mismo tiene... Dígaselo, refuerce su amistad, olvide los romances y los affaires, disfrute de lo que es ... La Caballero de Oros está haciendo todo lo que se supone que debe hacer una Buena Mujer. Y para usted debería ser suficiente...

CASO 2: A. es mujer, B. es hombre

Oh, estimada Consultante! No es mala idea. Ese caballero de Oros la ayuda mucho psicológicamente, le está proporcionando un cierto tipo de equilibrio, una cierta posibilidad de poder mostrar su dolor tal y como es (ese dos de copas asegura que se siente a gusto hablando con B. o lo que sea que haga con ese Caballero de Oros, que sube fotos a Instagram o Facebook para esa persona, que le gusta esa forma de ser que tiene ese Caballero en su pantallita de Skype, con esa voz de locutor nocturno de radio. Aunque ese cuadro que tiene detrás es horrible... No es mala idea pero no es necesario. No genere una situación para la que no está preparada todavía....

CASO 3: A. es hombre, B. es hombre

Oh, estimado Consultante! Tiene una buena relación con B. y ese B. está cualificado para hacer el trabajo perfectamente. Tienen una relación fraternal, nada más. Pueden funcionar estupendamente bien juntos en ese trabajo y no le defraudará.

CASO 4: A. es mujer, B. es mujer

Oh, estimada Consultante! Ella no va a aceptar el trabajo, aunque sea estupendo, porque LA Caballero de Oros no se mueve. Tienen una relación igualitaria y complementaria. Además usted niega a los hombres como si fueran poco menos que encarnaciones del diablo: o cuerpos atléticos y fornidos puestos ahí, como una venganza kármica, sabiendo que no puede follárselos sin pensar que es usted una puta de polígono industrial o auténticos machistas hijosdeputa que solo quieren joder. Así que si, puede usted ofrecerle el trabajo como una forma de reforzar su vínculo de amistad, sabiendo que ella dirá que No...

REY DE OROS

Los Reyes, que encarnan distintas facetas del Papa, lo son porque, siendo Caballeretes, sufrieron una pérdida que les ha hecho crecer como personas, romper el cordón umbilical imaginario que los une a mamá (o a lo que queda de su familia, ¡qué gran invento!) e independizarse emocionalmente y construir una espcie de identidad más allá de los estereotipos y los clichés. El Rey de Oros perdió algo de valor, algo que, siendo Caballero, consideraba como necesario o imprescindible para no ser un paria, un expatriado, un pobre o un enfermo.


El Rey de Oros da importancia relativa a la economía, ha aprendido a no vivir por encima de sus posibilidades pidiendo créditos para comprar cosas que realmente no puede pagar más que firmando contratos de usura o de préstamo. Sigue los consejos que las autoridades sanitarias dan acerca de cómo prevenir los contagios de coronavirus y está dispuesto, si fuera necesario, a hacer la cuarentena de forma radical pero no para proteger a los demás, solo para protegerse a sí mismo. Tiene un conjunto completo de planes de pensiones y seguros y guarda en cajas de seguridad inviolables (en la aspiradora, en una bolsa escondida detrás de la lavadora, en los palos huecos de escobas) joyas y otros objetos de aparente valor.

El Rey de Oros es la encarnación de la prudencia, la moderación, la contención. También es la encarnación de la precaución, de la cautela. Ya no está para aventuras arriesgadas, para invertir en ese negocio que no termina de cuadrar o encajar, para viajar a países del tercer mundo con una mochila llena de buenas intenciones (esos obsesos de fotografiar la miseria de lugares hermosos como si fuera una denuncia de algo).

El Rey de Oros es el que se cuida físicamente después de haber pasado una enfermedad o una lesión importante, el que ha dejado de fumar y de beber alcohol en cualquiera de sus variantes, que ha abandonado las Sustancias o solo consume Sustancias como paliativos medicinales. Es el que visita a un médico a la más mínima anormalidad de funcionamiento (como Caballero de Oros jamás se acercó a un urólogo a ver cómo andaba la próstata). Ya no hay diversión en el consumo de distintos enteógenos, sino que ahora busca no enfermar (que no es sinónimo de conservar la salud).

El Rey de Oros ya no necesita, con la urgencia del Caballero de Oros, todas esas cosas que se supone que dan valor. El Rey de Oros ya ha descubierto que la apariencia no es sincera, que las grandes fortunas encierran grandes miserias y que el hábito no hace al monje. Alguien, cuando era Caballero de Oros, le traicionó o le robó o le estafó, alguien de su confianza. El Rey de Oros sabe ya que depende de sí mismo para estar económicamente en el mundo, que la traición seguirá existiendo, pero de alguna forma, ya ha descontado esta posible traición siendo completamente honesto en cuestiones de negocios. El Rey de Oros ya no estafa ni roba ni manipula ni trata de aprovecharse económicamente de nadie: depende de sí mismo y de su confianza en sí mismo para escapar de situaciones económicamente desesperadas y no necesita mentir ni engañar.

El Rey de Oros ayudará a las personas de su círculo de confianza siempre que pueda pero a nadie más. No participará ni colaborará económicamente con organizaciones humanitarias o no más de lo necesario y de una forma discreta y anónima. No será avaro, como el Caballero de Oros, pero tampoco derrochará.

El Rey de Oros es cálido en el trato pero no cariñoso, atento pero no puntilloso, detallista pero no perfeccionista. Ha aprendido que lo mejor es enemigo de lo bueno, que la perfección no existe pero sí la excelencia...

Los Reyes ya no creen en el Amor Romántico, no creen en eso de la eternidad del amor o no en los paradigmas del Amor Romántico y caballeresco. Ahora todo su campo emocional se reduce a Amistad/No Amistad. El sexo, nunca demasiado presente en las mentes privilegiadas para el ahorro de los personajes de Oros, pasa a ocupar uno de los márgenes de la vida cotidiana. No es importante, ni interesante. El Rey de Oros no es especialmente imaginativo ni creativo, es más bien la encarnación de cierto tipo de realismo o de objetividad. Es más de prosa que de poesía, más de artistas populares que de estrellas deslumbrantes por su genio o su talento. No juegan por jugar sino en juegos competitivos de pocos jugadores.

Los Reyes de Oros no son sofisticados ni complejos sino que tienden hacia cierto tipo de pragmatismo carente de cualquier sentimentalismo o sentido lúdico o poético. No son gastrónomos ni cocinan especialmente bien. No son amantes de la abstracción ni del pensamiento complejo, así que no siguen corrientes espirituales más allá de un vago tipo de cristianismo de parvulario. Son firmes defensores de la ciencia y de sus métodos, así que pueden escribir sesudos trabajos de cientos de páginas demostrando la existencia/inexistencia de dios, del alma o de los arcángeles, ángeles y otras cosas por el estilo. El Rey de Oros es el hombre de las frases hechas y los refranes, de los lugares comunes, de lo sencillo (que no es lo simple).

No son amantes de lujos, aún tiene problemas de clase y se cree de clase media o "normal", sea cual sea su nivel de renta, sus ingresos o su estatus. Cuando escucha el palabro "pueblo" saliendo de la boca de alguien, no cree que se refiera a él, sino a los que están por ahí, a su alrededor: la plebe, el vulgo. Detestan la ostentación y tienen prejuicios contra todos esos que tienen mucho más dinero haciendo, en su opinión, mucho menos. Detestan el hiphop, el trap, el dub, el jazz lisérgico pero son fans incondicionales de artistas que, muy posiblemente, estén muertos hace años o que viven escondidos detrás de los muros de una imponente villa en alguna isla caribeña de tamaño diminuto. No ven peliculitas de dibujos (¡son para niños!). No experimentan sino que van sobre seguro. Son sexistas aunque tratan de ser más "feministas": es decir, les parece estupendo que las mujeres sean reconocidas en áreas hasta ahora reservadas para hombres, que tengan los mismos derechos y tal, pero les sigue pareciendo abominable que una adolescente haga según que cosas, que una niña de 15 tenga un noviete de 22 (¡ese solo quiere follársela!), etcétera. Ese feminismo social que solo quiere corregir una desigualdad económica pero que aún considera a Plácido Domingo como víctima de algo...

Un Rey de Oros ya no establece relaciones sentimentales. No tiene ningún interés en iniciar un romance. Tampoco tiene ningunas ganas de romper el suyo. El Rey de Oros es un solitario que necesita de la compañía de humanos o animales pero no necesariamente quiere tener un vínculo emocional distinto al del amor fraternal. No coquetea, no miente, no oculta y cuida todo eso que cree que tiene valor para él mismo.

En fin, un hombre aburrido, gris, neutro, intrascendente, soportable como amigo, inexistente como amante...

¿Y si Consultante es mujer? ¿También es tan interesante como conducir un camión de dieciocho metros cargado de cajas por una autopista recta de seis carriles sin límite de velocidad?

Casi...

LA Rey de Oros forma parte del mobiliario animado e inanimado que conforma el patrimonio de un hombre. Está por debajo de las mascotas, en cuanto al afecto o atención que recibe por parte de su pareja, compañero, marido o como quieran llamarlo.

Una mujer sin ningún tipo de independencia económica ni posibilidad real de sobrevivir por sí misma, está aquí, una mujer que ha sido madre, que ha criado a sus vástagos hasta que han volado del nido familiar y han empezado sus vidas más o menos alejados de mamá, es la que se esconde en LA Rey de Oros.

LA Rey de Oros acepta las posibles infidelidades de su pareja: jamás él la va a abandonar o se va a divorciar. Entre ellos mantienen el contacto preciso para no contagiarse el coronavirus (no besos, no tocar, hablar de banalidades o del tiempo, etcétera). No hay deseo sexual ni se espera, pero si cierta disponibilidad sexual, cierto desapego hacia el propio cuerpo sexual..

En este sentido, poco importa que el hombre que se encarga de la financiación esté aún vivo: las mujeres que viven a costa de los ingresos que perciben en nombre de aquel tipo que aparece en algunas fotos del álbum familiar abrazado a ellas, también están aquí. Descarta, casi por completo, que la Consultante vaya a trabajar o a buscar algún tipo de labor remunerada por necesidad.

Como todas LAS Reyes, la de Oros es también una mujer invisible. No tiene sexo, no busca ningún tipo de aventura erótico sentimental de ninguna clase, no trabaja. Es profundamente sexista y su sesgo cognitivo machista está muy desarrollado: "yo he cuidado de la casa y él me tiene que dar dinero" o "después de los años que he aguantado a ese cabrón, lo mínimo es la mitad de lo que tiene", están en LA Rey de Oros. Las mujeres viudas, divorciadas o separadas que descartan cualquier tipo de relación sentimentaloide con alguien porque aún están aferradas a esas ideas represivas que le prohíben querer a alguien más en su vida, están aquí. Las que solo están interesadas en adquirir prestigio, status social y una vida descansada y buscan a un hombre que las mantenga, incluidos todos los tratamientos de belleza necesarios e innecesarios, a cambio de un intercambio sexual más o menos interesante con una cierta frecuencia, están aquí. También están las que trabajan como Amas de Casa.

Cierto tipo de perversión masoquista se intuye en ESTA Rey, cierto tipo de disponibilidad sexual...

Si es respuesta oracular (y con efecto Forer) a la pregunta, ¿Calma o Tempestad?

Oh, estimado Consultante! Debe usted practicar el arte de la prudencia, esto es, moderar sus impulsos (homicidas o no), ser cauto, no dejarse impresionar por alguien que le hará una propuesta interesante. Evalúe los riesgos antes de entrar en un negocio. No haga promesas que no pueda cumplir. Si alguien de su entorno próximo le pide ayuda, atiéndalo. Tome precauciones para evitar más contagios de coronavirus.

Oh, estimada Consultante! Hoy se presenta el día en el que la mejor forma de afrontarlo es el de disfrutar de su tiempo libre. Si no trabaja o si trabajaba hasta que el coronavirus cerró temporalmente su empresa, disfrute de su tiempo de ocio de la mejor manera posible, tomando todas las precauciones posibles para evitar el contagio de coronavirus. Hoy tampoco va a aparecer el Amor De Su Vida (pero ¿no lo había tenido ya y era único?)...

REY DE VARAS

El Papa, el Jefe del Estado vaticano, practica la castidad, esa que excluye o modera los apetitos sexuales y el celibato o esa obligatoriedad de ser soltero o virgen, algo que está muy bien visto entre hinduistas, budistas y cristianos (católicos, ortodoxs, protestantes de diversas ramas, teósofos y otras variantes), pero no entre los judíos o musulmanes a los que les parece que es ir contra los designios o la voluntad del dios innombrable. La castidad va unida a la sobriedad, a la abstinencia. En este sentido, el Rey de Varas se acerca a determinado tipo de castidad, una castidad impuesta por la circunstancias. Parte de la vitalidad sexual, del entusiasmo del Caballero de Varas, se ha perdido. Ya no se hace necesario procrear, solo disfrutar. El Rey de Varas apuesta por la calidad de los encuentros sexuales más que por la cantidad de ellos (Caballero de Varas). Es por ello que esta carta anuncia esterilidad masculina.


El Rey de Varas ha llevado una vida agitada. Y pretende conservarse igual de bien que cuando tenía 20-30 años. Hacer las mismas cosas. Todas esas viejas glorias del cine de acción que se niegan a abandonar su condición de viejas glorias, esos tipos de pelo blanco con camisas hawaianas almidonadas en deportivos descapotables de colores chillones vagando por zonas VIP de ciudades asediadas por el coronavirus, esas leyendas o mitos vivos de algún deporte de élite que ¡con treintaypocos! están físicamente destrozados, esos tipos que como Caballeros fueron considerados genios en algún arte y que ahora son Vacas Sagradas del espectáculo están en este Rey de Varas. También están los jubilados que disfrutan de la vida ahora que, por fin, no tienen que trabajar por obligación y se dedican al cuidado, siempre extenuante, de bonsais...

En el Rey de Varas también están los que han alcanzado la madurez en su arte: los caballeretes imaginativos se han convertido en creativos de primer orden. Tipos que han alcanzado la solvencia técnica necesaria para desarrollar su talento, caballeretes ambiciosos que han perfeccionado su técnica a través del clásico prueba-error y del estudio, también están aquí.

En el Rey de Varas también se esconden los que arrastran lesiones físicas que se han cronificado y que impiden hacer actividades motoras con facilidad, los que han sufrido accidentes de diversa consideración por imprudencia temeraria o los que no han prestado una atención especial a su salud física confiando en ser héroes casi inmortales, tipo Aquiles, o algún dios más o menos bruto.

En el Rey de Varas se encuentran todos los que unen cierto tipo de espiritualidad trascendente con el sexo, los que refinan las prácticas sexuales y estilizan la puesta en escena. Los Reyes de Varas practican la castidad: ya no follan en portales ni en campos abiertos, no usan los asientos traseros de los coches, no visitan cualquier burdel. Ahora llevan aceites, botellas de vino, algunos frutos secos, algunas varitas de incienso, tiempo, algo de conversación. Es la versión elegante de la virilidad masculina.

Pero el Rey de Varas no es un libertino. De hecho tiene el sesgo cognitivo machista característico de un Papa. Y sus ideas respecto a la libertad sexual de las mujeres no han cambiado mucho, no han sufrido alteraciones significativas. Solo han variado sus códigos de masculinidad o de virilidad pero sigue siendo falocéntrico, homófobo, xenófobo, etceterófobo...

El Rey de Varas, como el Caballero, necesitan público, así que se llevan mal con la soledad, con el hecho de vivir solos. Necesitan sentir la presencia de más humanos cerca aunque no les preste una atención especial o no más allá de cierto tipo de cortesía.

Desde un punto de vista sexista masculino, un Rey de Varas es un vividor, simpático, con un punto de locura, entusiasta, con buen humor, heterosexualmente activo. Desde un punto de vista sexista femenino, el Rey de Varas es un Folla-Amigo alguien con el que es imposible vislumbrar algo que se parezca al amor romántico.

El Rey de Varas no cree en el amor, ni romántico ni no-romántico. No cree en eso de "toda la vida" o "para siempre jamás", mucho menos ahora, que ya no es Caballero, que no necesita tener una pareja estable y decenas de amantes, que ya no es Niño de Mamá y no tiene que demostrar nada, que puede ser como quiere ser. El amor es sexo, buen humor, acompañamiento, pero no obligaciones. Y para el Rey de Varas casi cualquier petición que hace una mujer es una obligación cuando existe algún tipo de relación con esa mujer en la que ha habido sexo, como mínimo una vez. La inseguridad del Rey de Varas en su propio rendimiento sexual acaba dinamitando cualquier relación sentimental, así que solo coquetea en modo PlácidoDomingo...

El Rey de Varas es uno de esos tipos que no pasean sino que salen a andar, que están escribiendo sus memorias o una novelita autoficcional o un ensayito acerca del tarot ¡el libro de-fi-ni-ti-vo!; uno de esos tipos que se ha convertido en cocinero exótico, que prepara complicadísimos platos orientales pero es incapaz de hacer un guiso casero; uno de esos tipos que ya no va al cine sino que se suscribe a Netflix y HBO. Un tipo que cultiva orgánicamente marihuana y algunas variedades de hongos para consumo personal con fines recreativos nada más. Un tipo que siente verse involucrado en una relación "de pareja" como haber entrado en una prisión. Un tipo que aconseja siempre actuar. Un tipo que vive el presente centrado en sí mismo, centrado en su genialidad. Un tipo que tiene conocidos pero no tiene amigos. Un tipo que lo primero que hace al salir de un coma prolongado es buscarse los genitales.

El Rey de Varas es como el Presidente Honorífico de algo, un cargo que no sirve para nada pero que les reconoce como líderes o pioneros en algo que ya fue (aquellos tiempos de caballerete...). No le gusta, por tanto, estar en la primera linea de nada (ser el centro de la fiesta o de la reunión), pero si ocupar un puesto visible que les recuerde quienes fueron y la huella que dejaron. Uno de esos tipos que vagan borrachos al final de la fiesta coqueteando con alguien en un estado alterado de conciencia...

El Rey de Varas es un tipo que sigue siendo ferozmente machista. Es el tipo que sigue organizando torneos de ajedrez masculino y femenino (¿en serio?)...

¿Y si Consultante es mujer?

LA Rey de Varas es la mujer genial opacada por la aparente genialidad del ser al que acompaña. Es ese personaje en el que nadie se reencarna, ni los Maestros Ascendidos. Ese personaje sin rostro conocido, que solo descubrimos que hacía cosas cuando ya está muerta, cosas para mantener viva la aparente genialidad del genio con el que conviven. Esa persona invisible que está en permanente estado de alerta, atenta a los vaivenes del carácter de el o la Genia Que Tiene A Su Lado. La única persona que soporta su pedantería y su grandilocuencia. La única que ama al genio, la única que lo soporta, la única que lo cuida.

LA Rey de Varas oculta su genio, su talento. Se niega importancia a sí misma para no competir, para no irritar, para no herir la vanidad infantiloide del Genio. Es la única que es capaz de convivir con la genialidad y la excentricidad que conlleva. Es Gala Dalí, la que fue musa de Paul Eluard y de Salvador Dalí, la que les ayudó en cuerpo y alma, completando o corrigiendo alguna de sus obras más emblemáticas, para que su genialidad explotara... una mujer inclasificable que es más que el soporte de un genio es LA Rey de Varas.

En LA Rey de Varas se esconde también el perfecto complemento para alguien sexualmente activx e imaginativx, abierta a nuevas experiencias orgásmicas o sensoriales de variada índole. El cuero sintético, el látex, un intenso catálogo de parafilias y de perturbaciones se esconden aquí. El placer que provoca el dolor, también. O más exactamente, sea cual sea la parafilia del Otrx, LA Rey de Varas será su complemento perfecto.

Pero LA Rey de Varas, como todas LAS Reyes, son invisibles. Su talento es invisible. Su propia genialidad es invisible...

Y a la pregunta Oh, Tarot, ¿qué es propicio hoy?...

Estimado Consultante: Abandone el sofá, apague el televisor, desconecte el wifi. Báñese. Aféitese. No olvide el desodorante. Lávese los dientes. Vístase. Limpie la casa. Tire la basura. Prepárese... pero, ¿para qué? ¿quién viene?... Oh, ¡ni idea! Es propicio que hoy, por un día, se prepare como si tuviera una gran cita o si fuera a buscar un trabajo, que coquetee un poco, que se anime a darle un poco de brillo a su grisácea existencia. Que arranque de una vez ese proyecto que tiene en la cabeza desde hace ya tiempo, nada que ver con trabajo pero sí con labor. Que salga del marasmo de mediocridad en el que está y actúe... O también (que es una respuesta Forer oracular, casi como el horóscopo del periódico), que ese encuentro sexual con esa mujer (u hombre o ambos), requiere de usted cierta preparación, cierta puesta en escena. Quizá pueda hacer realidad alguna de sus fantasías... O preste atención a su salud: ¿tiene fiebre? ¿tose? ¿COronaVIrus Disease (20)19?

Estimada Consultante: Me temo que su intervención es absolutamente precisa para terminar o completar un trabajo que alguien inició pero no sabe terminar. Hoy es el día de la solidaridad. El de trabajar porque se hace necesario para una causa mayor... O también, porque esto es una lectura Forer, quizá tenga un encuentro sexual de alto voltaje en algún sótano iluminado con antorchas en donde un grupo de personas enmascaradas la esperan para...

REY DE COPAS

A un Caballero le arrancan el corazón. Sufre. Madura. Reconoce errores, reinterpreta las señales que lo llevaron hasta aquí, hasta este poxo de dolor. Revisa las señales que aparecieron en sueños como carteles fluorescentes, WARNING, BEWARE, HUYE, etcétera y a las que no hizo caso, o quizá, ingenuo soñador imaginaba poder domesticar a... eso. Revisa su Enciclopedia Del Amor Machista y Aburguesado. Tacha algunas palabras, modifica el sentido de otras y se convierte en un Rey de Copas.


Adiós a todas esas obligaciones del amor romántico y caballeresco, adiós a esa necesidad de tener "pareja", de tener hijos, de firmar contratos que oficializan el intercambio libre de fluidos. ¡Bienvenido a Lovelandia! En Lovelandia no hay más obligaciones y compromisos que los que uno quiera hacer consigo mismo. ¡Hemos borrado muchos comportamientos machistas! ¡No investigamos la vida de nuestras parejas sino que establecemos lazos de confianza! ¡Sí, hay cierto paternalismo, pero tratamos de ser menos machistas (o quizá ser menos MachoMen, menos PlácidoDomingo)! ¡Hemos aprendido a escuchar a una mujer! ¡Anímese, señora, señorita.... ¡merde!, esos micromachismos, que no se van!

El Rey de Copas es la encarnación de cierto tipo de hedonismo, de disfrute de la vida. Tiende, como todos los reyes, hacia cierto tipo de soledad o hacia modelos de interdependencia emocional más parecidos a una amistad sincera, cálida y profunda pero con sexo de calidad. Cuando escribo "de calidad" quiero decir que el Rey de Copas se esfuerza activa y asertivamente en construir buenos recuerdos. Es por esto que el Rey de Copas es emocional y sexualmente sofisticado.

El Rey de Copas es la encarnación de la lealtad sin fisuras. Ese valor tan masculino y viril pero extendido también a las mujeres. ¿Leal con una mujer? ¡Estás loco!, le gritan los otros reyes, el alma del Papa duda, no sabe, por un lado, el amor a todo el mundo, etcétera, por otro, las mujeres son la encarnación de la tentación, esa que te deja seco, te quita el semen y te deja sin energía, tantrilidad y calma... El Rey de Copas ya no es un niño pequeño, ya no es un niño de mamá, ahora decide por sí mismo ser leal a todos... ¿Incluye fidelidad, esa firmeza y constancia en los afectos, en las ideas, en las obligaciones?... más o menos. Incluye una cierta fidelidad a sí mismo...

El Rey de Copas se confunde en algunas ocasiones con un santo o un gurú. Nada más lejos de la realidad: que sea una persona extrovertida, con cierta confianza en sí misma, con cierta independencia emocional, con cierto desapego hacia ciertos valores burgueses tradicionales no le convierte en gurú de nada. Ni en sabio. Sólo es más empático, con más asertividad, con más claridad de ideas. Antepone los sentimientos a lo mundano, pero en absoluto desprecia lo mundano. Un Rey de Copas es un tipo que trata de ser siempre agradable o con cierta tolerancia con lxs obtusxs. Practica la compasión pero ya no el buenismo de los Caballeros de Copas.

El Rey de Copas empieza a desarrollar ese pensamiento paranoico en el que Todo está conectado con Todo en complejos sistemas multidimensionales o multiversales y en el que "Ellos" (cualesquiera "ellos") llevan la voz cantante. Un Uno con muchos Unos interconectados en una malla de paranoia a la que llaman "Espiritualidad"...

El Rey de Copas es el Conciliador, el que trata de calmar, relajar, tranquilizar. El que se enfada, claro, pero que se autocontrola, frena ese impulso y lo reemplaza por algo que podría llamarse, bajo algunas circunstancias apreminates y estresantes, como sangre fría, está aquí. También está el que, frente a la sorpresa desagradable, actúa con prontitud y decisión, aún a riesgo de equivocarse.

El Rey de Copas es la reencarnación del antihéroe, ese tipo anodino y mediocre que, frente a la adversidad o la barbarie, actúa con inteligencia, perspicacia y una negación rotunda de todo lo que se supone que es un Hombre (musculado, de rostro cuadrado y cara de amargura permanente, sin terror a las cucarachas). Es ese tipo que mantiene la calma en el centro de la tempestad. Que probará soluciones impensables a problemas insolubles. El que pondrá toda su buena voluntad (inteligencia) y nada de la mala (violencia). El que acepta la superioridad del Otrx pero sin resignación de ninguna clase. El que no se rinde. Ese tipo que quieres tener en tu equipo porque sabes que no va a fallar (la lealtad, ¡la lealtad!...).

El Rey de Copas es erótica y sentimentalmente líquido, es decir, que construye espacios de intimidad emocional con un volumen definido (así es como funcionamos bien) pero sin forma definida (ella está casada y no se va a divorciar nunca porque se lleva bien con el marido, pero yo la veo como si fuera mi esposa y así la trato cuando está conmigo. Estoy enamorado, así que ¿qué más da que siga con el marido?...). En su territorio erótico sentimental no cabe la moralina burguesa o el machismo así que se adaptan con bastante facilidad y entusiasmo a cualquier tipo de relación más o menos abierta o compleja.

La fluidez del Rey de Copas les aleja de todos los personajes de la Corte (ninguno de ellos fluye) y lo acerca más a La Estrella. Es con ella con la que pueden vivir historietas de amor que merecen la pena ser vividas. Pero está lejos de ella.

El Rey de Copas es el que tiene más facilidad para recuperarse de una pérdida (la Resiliencia), el que atempera las emociones más fuertes, no dejándose llevar nunca por la alegría desmedida ni por la tristeza depresiva. Pero no lo confundan con alguien insensible: es el único que comprende en toda su magnitud el palabro "amor", aunque solo practique una versión más o menos posesiva de ese amor...

¿Y si consultante es mujer?....

LA Rey de Copas ha entrado en modo invisibilidad. Ha desaparecido del circuito. Está en plena reconstrucción de sí misma, escondida. Ha desaparecido del circuito erótico sentimental, no está ni se la espera por el momento. Está en proceso de luto o duelo. Está en modo Piloto Automático, existiendo, sin hacer daño a ningún ser sintiente.

LA Rey de Copas vive sola o con su dolor. No hay equivalente masculino para este vacío. La muerte de un hijo/hija, la viudedad repentina, una separación abrupta y brusca de un ser amado, la desaparición de todo sustento emocional están en ESTA Rey de Copas. El retiro con el fin de cuidarse a sí misma y afrontar una especie de futuro que ahora parece inexistente están aquí. El desapego absoluto hacia lo mundano está aquí. Solo hay dolor, vacío, agujero negro, lágrimas, silencio. Pero LA Rey de Copas soporta este hueco con estoicismo, con cierta distancia de las cosas, repitiendo rutinas, tomándose el tiempo necesario para afrontar esta pérdida, esa ausencia.

LA Rey de Copas es asexuada, sin capacidad real para amar a nadie en este instante, sin capacidad para enfrentarse a ningún tipo de desasosiego emocional. Está seca. No hace ostentación de su dolor: el dolor es íntimo, privado, forma parte ahora del entramado emocional de la Consultante. Es en su corazón y no en Facebook donde está el mausoleo, la tumba oscura donde yace eso que...

Y el día de hoy, ¿qué? ¿cómo afronto hoy el día de confinamiento?

Oh, estimado Consultante! Sea benevolente, sea cariñoso, sea simpático, olvide que está confinado y haga de su habitación una celda. Y ponga lo necesario en su celda. Una celda no es una prisión. Usted puede ser completamente libre en su celda... Tómeselo con sentido del humor o con sentido patriótico, poco importa. Pero no haga de su vida en una celda un infierno. ¡Ni los eremitas más eremíticos hacen eso!

Oh, estimada Consultante! Parece que el coronavirus se ha hecho fuerte en usted. No se atormente. Deje que las cosas sigan su curso. Tómeselo con sentido del humor o como castigo divino, pero acéptelo con cierto grado de resignación y con cierto grado de resistencia. Está en buenas manos. No se preocupe por los demás, ahora necesita aislarse, parapetarse, invisibilizarse...