Los Dieces de Malkut: EL DIEZ DE OROS




Malkut es el cuerpo físico alejado completamente de la concepción de la divinidad. Es egoísmo puro, sin ningún atisbo de cualidades que podríamos llamar humanas. caridad, compasión, ternura o cualquier otra que consideremos exclusiva de un ser humano. Los Dieces, por lo tanto, sólo son deseo egoísta que se ve matizado por la Tríada Netzach (avasallar), Hod (ser avasallado) y Yesod (el punto de equilibrio, la Vía del Medio, el Camino de la Corrección). Los Dieces son, por lo tanto, principio y final, son el punto anterior a empezar a buscar la Iluminación. La palabra clave que podría definir a los Dieces es Insatisfacción. El DIEZ DE OROS también es la alegoría de la avaricia (el Egoísmo más puro es Malkut).

En una tirada a una carta interpreto este DIEZ DE OROS como una situación de bienestar físico, en la que todo lo que se posee, de la forma en que se posee, proporciona indudables beneficios a LeConsultant. Por otro lado, es una carta que señala que LeConsultant ha tocado techo que es una forma sutil de asegurar que ha tocado fondo: no hay nada más que pueda tener que le proporcione más nivel de felicidad y, por lo tanto, ya no desea nada más que tenga, para LeConsultant, algún valor cuantificable. Es ese vacío que se siente cuando, después de ímprobos esfuerzos y de enormes sacrificios se alcanza una meta que se revela insuficiente: Ya he subido los 14 Ochomiles, ¿ahora qué?; ya tengo compañerx, hijxs, propiedades en lugares remotos, más dinero del que puedo gastar, buena salud, ¿y ahora qué?

Cuando la pregunta se refiere a una Relación a Dos interpreto que LeConsultant tiene todo lo que necesita con ese Otrx, es decir, no hay nada más que se pueda conseguir, nada más que ambicionar. De alguna forma ha encontrado en el Otrx un punto de anclaje, un puerto seguro, un hogar, una compañía que le libra de la soledad y de la crueldad del mundo. También habla de estancamiento, de ausencia de cariño y de sexo, de cierta sensación de falsa seguridad, de sentirse protegido. Pero no hay acción más allá de saberse rico. ¿y ahora qué?, pregunta el diez.Si estoy en el último tercio de mi vida, esta carta puede ser interesante (de los 65 en adelante). Antes de esa edad esta carta es una prisión, una jaula de oro. No hay generosidad, no hay compasión, no hay altruismo en el DIEZ DE OROS. Hay amor fraternal, ese que se tiene con amigos y conocidos, pero no hay deseo, ni enamoramiento. No existe nada que parezca ese Amor que todos anhelamos y que algunos rozamos con los dedos, aunque sea durante un tiempo que siempre nos parecerá corto...

En una pregunta de salud interpreto este DIEZ DE OROS como un estado de plenitud, de forma física, de salud de hierro o, al menos, de detención, freno o eliminación de una enfermedad. Para preguntas relacionadas con embarazos, entiendo siempre que es un Sí.

Para cualquier otro tipo de pregunta interpreto que LeConsultant ha alcanzado el techo en cuanto a sus aspiraciones materiales, sean las que sean: honor, gloria, fama, economía saneada, etcétera. No es posible ningún aumento de sueldo, ninguna promoción interna, ningún ascenso. No va a tener más hijos, no va a hacer ese viaje, no va a cambiar de casa. No hay ninguna pérdida, ningún abandono, ninguna renuncia. Todo lo que hay es exactamente lo que hay y no va a mejorar ni a empeorar. ¿y ahora qué?, pregunta otra vez el Diez de Oros.

Pero quizá donde yo veo solo aburrimiento, tedio, hastío, rutina, rituales simples de apareamiento y aceptación de que lo que tiene es, en las actuales circunstancias, lo máximo que puede tener, ustedes vean riqueza, alegría, desparpajo o qué se yo. Piensen, sueñen, nieguen, afirmen o muten sus conceptos. Hagan su propio manual de tarot. Reconfiguren sus mazos. Recoloreen. Añadan y borren textos, frases... diviértanse!


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