LA PAPISA en TIPHERET

Tipheret es la alegoría del Corazón, punto central en el que se unen la fría mente racional y la visceralidad animal de las emociones, ese punto de equilibrio que nos permite actuar con cordura humana y no como meras máquinas de respuesta automatizada. La empatía, la simpatía, la bondad natural, se esconden detrás del velo de Tipheret. En el mismo sentido, es el punto de inestable equilibrio entre un egoísmo feroz y un altruismo demente, entre el Ego desatado y la ausencia de Ego cercana a la de un Boddhitsava. La Papisa en Tipheret está en ese punto que deja en manos de la Providencia que se cumplan a rajatabla sus planes (y exclusivamente sus planes), sin hacer algo más que decretar, pedir, rogar, encender velones, quemar inciensos, construir altares o hacer determinadas promesas a entidades sobrenaturales de diversa índole: santos o santas, mártires, ángeles, deidades o dáimones de toda clase y condición, compatibilizándolo con el extraño intento de conservar el título honorable de Buena Persona. La Papisa en Tipheret es la alegoría de la Eterna Frustración.

¿Por qué aparece La Papisa en Tipheret? LeConsultant vive en un mundo irreal en el que todo debe suceder de acuerdo con una especie de Lista de Objetivos que incluye todo lo que la Papisa considera que le atañe. ¿Y qué considera que le atañe? Todo lo que la rodea, todas las personas con las que mantiene algún tipo de relación, ya sean familiares, amigos, vecinos, conocidos, empleados de un banco o funcionarios públicos. Con su ego desmesurado pueden sentirse ofendidas si no encontraron mesa en ese restaurante de tres estrellas michelin, si ese bar que conocían unos cuantos iniciados ahora está lleno de hipsters, si el funcionario la ha mirado despectivamente o coquetamente o fríamente o asquerosamente... Con su Ego desmesurado puede haber trazado planes en los que sus hijos son baluartes del honor y la gloria, obedientes, trabajadores, castos y virtuosos, prudentes y en el que cualquier desviación supone Frustración.... y a la vez, trata de ser una Buena Madre que sobreprotege a sus retoños adultos, que hace todo por ellos y trata de inculcarles esa moralidad castrante en la que vivir parece lo más arriesgado que se puede hacer... y a la vez, la Mejor Amiga, la Mejor Consejera, la Más Lista, siempre con ese gesto de desdén en la cara, esa falsa sonrisa que esconde una eterna frustración y desencanto, pero sin el sentido del humor de la Luna o del Sol...

La Papisa en Tipheret tiene el catálogo completo de cómo comportarse en sociedad y alcanzar una variada gama de títulos (Buena XXX, sea lo que sea esa XXX) y una lista de objetivos que, gracias a la providencia, al karma o a complejos rituales, se cumplirán. El pensamiento de la Papisa considera a Gevurah causa de Chesed, es decir, que si cumple a rajatabla, por ejemplo, lo que considera que es ser Buena Madre, entonces sus hijos serán Buenos Hijos y harán exactamente lo que esa Buena Madre quería para ellos y no otra cosa, porque cualquier otra cosa distinta causará frustración que desembocará en ira, que explotará en forma de venganza y, ante la imposibilidad de hacerla, desembocará en una depresión o melancolía perpetua.

Pro quizá donde yo solo veo a la Frustración que vuela por encima de LeConsultant (sea lo que sea a lo que aspira LeConsultant, esta carta insinúa que jamás alcanzará lo que se propone) ustedes vean a una sabia representante de la moralina en su estado más puro y ascético. Quién sabe. Diviértanse pensando y escriban su propio librito de Tarot!