El Confort (I): LA RUEDA DE LA FORTUNA (La Vía Alegórica)



Hay dos Zonas de Confort representadas en el mazo: la que conforman las riquezas materiales o lo que se tiene, sujeto a las leyes del azar y no de la causalidad (La Rueda de la Fortuna, arcano X) y la que conforma estar en paz con el mundo, en el que la Zona de Confort es íntima, personal, única e intrasferible y no sujeta a los vaivenes de la Fortuna, El Juicio Final (arcano XX).



La Rueda de la Fortuna tiene su origen en un hecho histórico: Roma es saqueada por el rey visigodo Alarico en el 410. ¿Cómo podía Dios permitir el triunfo de la barbarie pagana, del mal, sobre la civilización cristiana? ¿O es que acaso semejante cataclismo había sido enviado por los antiguos dioses romanos como castigo por haberlos olvidado?. La respuesta la tienen dos individuos: Agustín de Hipona, que escribe en el 413, "La Ciudad de Dios" y Boecio, filósofo romano que sufrió en sus propias carnes los reveses de la fortuna y escribió, en el 520, "La Consolación de la Filosofía".

En función de la religiosidad de cada autor, la alternativa estará más o menos relacionada con la fe, pero la disyuntiva siempre fue la misma durante la Edad Media. El reino de la fortuna se extiende por los asuntos mundanos, por los bienes terrenales, la riqueza, el poder, la salud o el amor concupiscente y depende de causas externas. Sin embargo, el alma, el pensamiento, depende de nosotros mismos, de nuestro esfuerzo por ser buenos y ampliar nuestro conocimiento sobre la divinidad y la virtud, lo cual nos conduce a la verdadera felicidad. Amando, despreocupándonos de los bienes de la fortuna, nos convertimos en fortalezas inexpugnables, en criaturas divinas. Por eso, según Agustín de Hipona, no debe confundirse la fortuna con la verdadera felicidad que proporciona el Amor.



Hay cientos de teorías que explican el por qué hay animales, más o menos míticos, en la representación alegórica de la Rueda de la Fortuna que hacen los tarot de Marsella y sucesivos. La respuesta la tiene Boecio:

<< Quien se ha dejado transformar por el mal no puede ser tenido por hombre. Al que se ha hecho ladrón, el corazón le arde en codiciosos deseos del bien ajeno. Diríamos que es un lobo. El matón y pendenciero que con su lengua levanta pleitos sin cuento, podríamos compararlo con un perro callejero. Al astuto tramposo que se oculta en la emboscada de sus fraudes le compararemos al zorro. Al intemperante que ruge con ira, le atribuiremos el corazón de león. El cobarde tembloroso y fugitivo, aterrado por un miedo imaginario, se parece al ciervo. El hombre esclavo de la molicie y estupidez vive como los asnos. El débil e inconstante que cambia incesantemente de gustos no se diferencia de los pájaros. El que está enfangado en pasiones lascivas vive atrapado por el placer del cerdo repugnante. Sucede, entonces, que abandona la virtud, deja de ser hombre e, incapaz de ser dios, desciende a la condición de la bestia. >>



Así, la Rueda de la Fortuna es la Providencia, atesorar fama, gloria, riqueza como sustitutos, no de la fe en alguna divinidad o deidad, sino como un trampantojo que oculta la falta de Amor (a uno mismo, por supuesto, y por extensión, a todos los seres sintientes a los que solo se ve como "cosas" que proporcionan valor o identidad). En los tarot visconteos, esta alegoría se dibuja colocando, en la rueda, cuatro reyes y en el centro, a la diosa Fortuna con los ojos vendados. Los Reyes ocupan cada una de las posibles posiciones: reinaré, reino, he reinado, no tengo reino.

Boecio, una vez más, explica muy bien el sentido de la Providencia:

<< Sucede también con frecuencia que a los hombres buenos la Providencia les da el poder supremo para reducir la exuberancia del mal. A otros concede una mezcla de buena y mala fortuna, según la disposición de su espíritu. A unos los aguijonea unas veces para que una prosperidad demasiado larga no los adormezca. A otros los prueba con duros golpes para fortalecer su virtud con el ejercicio y la práctica de la paciencia. Hay quien se presenta excesivamente tímido ante una prueba que en realidad puede superar. Otros, en cambio, se burlan de sufrimientos que no podrían aguantar. A ambos los lleva el descubrimiento de sí mismos a través de circunstancias difíciles. Otros hombres alcanzaron un nombre inmortal al precio de una muerte gloriosa. Algunos de ellos, indomables frente a las torturas, dieron ejemplo a los demás de que la virtud no se doblega ante el mal. No hay duda, por tanto, de que todo esto sucedió, fue planificado y dispuesto en beneficio de quienes se portaron tan ejemplarmente. >>



Entonces, ¿qué debo interpretar si pregunto acerca de la posibilidad de que vengan este año las mellizas chinas que he adoptado?¿que todo va bien?¿que todo va mal?¿que es una cuestión de suerte o fortuna? No!... 




En el sentido de estar más preocupado por Lo Mundano y sus constantes ciclos de subida y bajada, la Rueda de la Fortuna es la alegoría de la Zona Material de Confort, todo eso que tiene, que posee, que ha recibido o que le han regalado, todo lo que ha aceptado, todo lo que conserva, todos sus apegos, todos sus amoríos, sus amigos, sus mascotas, sus familias, sus creencias, su fe, sus clichés, sus ideas preconcebidas, sus autolimitaciones y autoprohibiciones, su moral, su ética, sus principios y sus valores. Todo eso que piensa que le pertenece y que la hacen parecer un YO. Y esa Zona, a pesar de todos los esfuerzos para conservarla, sufre variaciones, eso que algunos llaman Suerte, otros Azar, algunos Destino, otros Predestinación y algunos, muy pocos, Causalidad.




En esa Zona de Confort Material también están los miedos (miedo a volar, miedo a viajar, a relacionarse), el rencor, los trabajos que uno hace, las labores que hace, la pereza, las palabras que usa, los libros que lee, la comida que le gusta, sus colores favoritos, sus odios viscerales, sus ascos imperecederos...

Por supuesto, están sus propiedades: sus motos de agua, sus globos aerostáticos, sus hijos, sus hijas, sus maridos y maridas, sus perros gatos y canarios, sus álbumes de fotos, sus relicarios con "la falange del dedo derecho de tu tatarabuela Edelmira", la alfombra persa del salón. Lo que me gusta y lo que creo que no me gusta también está aquí. Lo que no se pero creo saber, también. Lo Bueno y Lo Malo, el Bien y el Mal también, pero no está Lo Correcto...



En fin, eso que, sumado, les hace parecer personas: un nombre, unos apellidos, unos ascendientes, unos descendientes, todo eso que dejamos a nuestros descendientes, todo eso que hemos recibido de nuestros ascendientes...un mundo en donde el amor se convierte en "una cosa más que hay que tener" y donde se premia la banalidad, Lo Mundano.

Alegóricamente hay una señal que confirma que ese Lo Mundano, al más puro estilo de Boecio, es la antesala del horror. El arcano que le precede, el Ermitaño, es el apego a una vida que ya no existe anticuada, de otros tiempos, ese arcano en el que solo queda esperar que pase el tiempo para morir honorablemente, dignamente, dejando todo atado y bien atado (y si además hago deporte, moriré en un perfecto estado de forma). Los que le siguen son las Cuatro Puertas del Infierno. De alguna forma, la Rueda de la Fortuna corre el riesgo de atrancarse en cualquier momento, de que no gire más en su lento movimiento de sístole y diástole. La aventura, el riesgo, lo diferente, lo extraño no despiertan la curiosidad, sino el miedo...



Entonces... mis mellizas chinas, ya sabe, las que voy a adoptar... ¿este año vendrán?....

¿Cómo se puede interpretar esta carta en una Tirada a Uno del tipo "¿Qué me va a pasar hoy"?, como Nada, no te va a pasar nada?... Más o menos...

La Rueda de la Fortuna, les recuerdo, tiene cuatro posiciones: reinaré, reino, he reinado, ya no tengo reino. Y el arcano X, como tal, hace referencia a las dos primeras posiciones, esto es, Reinaré (algo que espero o ansío sucederá) o bien Reino (algo que me asusta, una sorpresa, que pienso que me va a desestabilizar y no lo va a hacer, en todo caso, todo lo contrario). Las posiciones de descenso o pérdida no están en esta carta: He Reinado se esconde en El Ermitaño; No tengo Reino, en cualquiera de los Cuatro Infiernos (Colgado, Muerte, Diablo, Torre).



Así que a la pregunta, ¿Cómo enfoco el día de hoy?.... Oh, amadísimx y respetadísimx LeConsultante, hoy es un día interesante. Algo ha sucedido recientemente o está esperando el resultado de alguna acción iniciada hace tiempo, que le están consumiendo la salud. Pero no debería preocuparse. En el primer caso, todos sus terrores y miedos son infundados; en el segundo, el éxito está garantizado en el sentido de obtener exactamente lo que, salvo flagrante injusticia, le corresponde. Relájese, disfrute de su sorpresa, abra botellas de un vino rojo como la sangre para celebrar su éxito... su Zona de Confort, su situación actual solo puede ir a mejor...

Esta carta invalida cualquier plan de LeConsultant por provocar, mediante una pregunta, el cambio de una situación. ¿Me dejará? No...



<< He conocido a alguien perturbador. Soy una persona casada. Llevamos un tiempo coquetando. La cosa esta subiendo de tono. ¿Va a llegar muy lejos? >> Oh, Consultant, va a llegar tan lejos como usted desee porque es usted el/la que marca el ritmo, usted sabe hasta donde va a permitir que esa persona tan perturbadora perturbe el imperturbable orden de su Zona de Confort. Si espera que Otrx de un paso de más, se equivoca. Es usted el que fija los límites de esta incipiente relación. Así que está, estrictamente, en su mano..

<< Estaba esperando un ascenso. Somos tres candidatas pero creo que soy la que más me lo merezco. Además me van a pagar lo mismo que a un hombre, ¡figúrese!. ¿Ascenderé? >> Claro que sí! Prepare champán y confetti!.

<< Estoy esperando (y perdone que me cuele así), dos mellizas chinas, en adopción... ¿vendrán este año?...>> Queridx LeConsultant, es probable o muy probable que sí. Lo que tanto tiempo han esperado, al fin, viene a completar o mejorar su Zona de Confort...

<< Me han ofrecido un buen puñado de dólares por tener un hijo para una pareja. O sea, me inseminan, cuajo un bebé, paro y se lo doy. También me sacarán leche. Claro, yo no puedo tocar al niño, por eso me sacan la leche. ¿Es buena idea? (Es una idea bárbara, una monstruosidad, es convertirte en ganado, es esclavitud, es...)... Oh, LeConsultant.... parece una buena idea, es decir, que no parece que vaya a afectarle físicamente, más allá de una mejora económica importante. No parece que vaya a correr ningún riesgo, ni usted ni el bebé, aparentemente puede tener un embarazo tranquilo y que todo fluya con normalidad....

Piensen, sueñen, imaginen, jueguen y diviértan.... ¡un momento! ¿y en el amor? ¿aburrimiento? ...




Esa es una Tirada a Tres cartas que permite elucubrar acerca del estado de la relación que mantienen A (LeConsultant, 1) y B (Otrx, 3) siendo ambas Figuras de la Corte.

Suponiendo que A y B son algo más o menos que amigos podemos conjeturar que A y B son dos ancianos, en el final de sus días de romance, sexo, alegría y desparpajo. Lo que antes era excitante ahora no es más que interesante que ver como cae la hoja de un árbol. La desnudez pasa desapercibida. En este sentido, los personajes son como Adán y Eva antes de comer el fruto del Árbol del Conocimiento, desnudos, asépticos, sin reglas, juntos porque no saben estar de otra forma, aburridos. No en vano, la Rueda de la Fortuna es una especie de Infierno que, de alguna forma se parece al Edén: sin deseos, sin necesidades concretas, sin grandes alegrías más allá de Oh, qué bonita flor, Oh, qué bonito perro, Oh, qué bonito atardecer, Oh, qué bonito lago...

La aparición de esta carta en este tipo de tirada responde a una inquietud de LeConsultant respecto a B. Quizá B ha decidido retirarse a un templo budista una temporada, quizá B ha encontrado un nuevo trabajo más absorbente, quizá a B les está pasando algo que, Oh, ¡es una sorpresa para A que, acostumbrado a ciclos repetitivos de primavera-verano-otoño-invierno y primavera se siente, por un instante, inseguro! ¿Es que acaso B está pensando en salir de la Zona de Confort? ¿Es que acaso B planea abandonarme, justo ahora, que parecía que estábamos intimando? ¿Es que acaso B....? ... No, queridx A, no pasa nada. Tan poco pasa que pareciera que viviera en un presidio de alta seguridad, con horarios predefinidos, salidas al patio concertadas, hora de comer, hora de dormir, hoy es sábado y toca tocar... o no, hace tanto tiempo que no que... ¡no se qué hay que hacer!...

¿Ama A a B o a la inversa? Podría ser, por qué no, pero esa Rueda de la Fortuna lo descarta. Estamos en Lo Mundano, lo terrenal, el mundo aparente, la superficie reflectante de las cosas. Estamos en un teatro y si hay que fingir amor, se lee un librito de autoayuda (¡léase una novela pornográfica, caramba!) y ya está...Paseamos agarrados de la mano por las calles pero apenas nos dirigimos la palabra, impostamos alegría y dolor, nos portamos como amantes regulares...

<< El sindicato me ha amenazado con una huelga salvaje si no acepto todas sus demandas. ¿La harán? >>. No, claro que no... (B es el Sindicato, claro)

<< Tengo un juicio por la custodia de mi hija más pequeña. Servicios sociales me la arrebató hace cuatro años y se la dejó al padre. ¿Ganaré? >> No, pero podrá mejorar, siquiera levemente, el acuerdo que tiene en vigor. Pero no, aún no le van a permitir que su hija se quede con usted... (B es su hija, por supuesto)

<< Tengo un tumor en el cerebro, junto al hipotálamo. Inoperable. Afecta a mi memoria y a mi percepción del espacio y del tiempo. Me trato con dosis de LSD y, cuando el dolor es insoportable, fármacos repletos de efectos secundarios. ¿Cómo va la cosa? >>. Oh, va bien. No parece que vaya a empeorar ni que vaya a morir en las próximas semanas. Diviértase!... (B es el tumor inoperable obviamente)

Piensen, diviértanse, imaginen, sueñen, jueguen...!



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