The Courtesans (XIII): CABALLERO DE OROS (La Vía Alegórica)



Pero, ¿y ese señor tan normal, tan igual a tantos otros, quién es? ¡Oh, el Caballero de Oros y su Normalidad a cuestas!. El Caballero de Oros es la alegoría del Burgués de Clase Media que aspira a un trabajo por cuenta ajena, a comprar cosas y casas (alquilar es de marginados, dice este Caballero), a tener una mujer y tener vástagos, preferiblemente chicos (pero si viene chicas tampoco le vamos a hacer ascos ¿no?), contratar algunos seguros, tener un vehículo más o menos potente, trabajar, ahorrar, trabajar, comprar. El Caballero de Oros construye una Zona de Confort sustentada en cosas compradas, nunca alquiladas. Cuenta con la virtud de la paciencia y la templanza, pero no con la fuerza ni la justicia. Es extremadamente prudente y cauto, tarda mucho en arrancar, en moverse, en cambiar algo de su Zona de Confort...

El Amor, más allá del pudorosísimo y castísimo amor caballeresco, no existe más que como una fantasía que dura los primeros quince días de un romance, y no siempre. Es conformista en este tema, basta con que la persona sea adecuada. Tiene claro que, en la sociedad, los hombres hacen unas cosas y las mujeres otras y que, por lo tanto, la educación que reciben unos y otros debe ser distinta. Y poco importa que LeConsultant sea un maorí, un zulú, ustedes o yo. Lo Normal es favorecer la desigualdad y mantenerla el mayor tiempo posible. El Caballero de Oros es extremadamente conservador en lo Moral, en las reglas que aparentemente delimitan el modo de relacionarse con personas de distinto sexo. Y extremadamente liberal en todo lo demás: no quiere pagar muchos impuestos, no es solidario, no le gusta la suciedad de las ciudades ni los vagabundos, es un bebedor social que deriva hacia un alcoholismo de baja intensidad, lleva una vida aburrida salpicada por pequeños momentos efímeros y totalmente ritualizados. Suponiendo una separación del día en tramos de 8 horas (8 horas para dormir, 8 horas para trabajar, 8 para disfrutar), dedican más del 80% del tiempo a trabajo, un 19,9% a hacer la misma rutina de ocio y un 0,1% al amor y al sexo; las 8 horas de sueño se mantienen siempre intactas.

Sexualmente, el Caballero de Oros es extremadamente pasivo y aburrido. No besa mucho, no habla de sexo, no tiene fantasías sexuales que podamos conocer, no es imaginativo ni creativo. Es educado, cortés, frío en el trato, y bajo los efectos de ciertas drogas estimulantes o determinadas combinaciones alcohólicas se revela como alguien que está constantemente prohibiéndose cosas porque, repentinamente, parece simpático, incluso sexualmente intenso. Pero no es más que una Fata Morgana, un espejismo...

Los parámetros de Normalidad del Caballero lo hacen especialmente aburrido para personajes de Varas y extremadamente asexuado para los de Copas. No tiene opinión formada acerca de nada en particular, no pone en cuestión los principios y valores que guían su existencia, lo que le hace ser especialmente injusto. Sólo valora a las personas por lo que tienen y siente envidia por los que poseen más con menos esfuerzo. Compite con otros Caballeros de Oros, que hay muchos. Es de esos que pìensa que acompañar a una pareja a tomar una cerveza es incómodo.

Si LeConsultant es mujer, esta carta la convierte en más normal que la propia normalidad. Carente de opinión por completo, acepta su papel en la sociedad, acepta la sosería de pareja que tiene, acepta tener hijos aunque realmente no quiera. La Caballero de Oros no se ve más que como un engranaje en una maquinaria, un elemento más. Sexualmente pasiva y escrupulosa, aséptica, la Caballero de Oros es una opción verdaderamente triste en la cama si ustedes son personajes de Varas... ¡o tan triste como los Caballeros!.

Entonces, si aparece esta carta como augurio del día, ¿qué debo interpretar?... Oh, ha llegado el momento de frenar, de detenerse, de dejar de hacer cosas. Ha llegado el momento de ver los frutos de su trabajo, de su esfuerzo. Ha llegado el momento en el que hay que esperar, praticar el arte de la paciencia, de la cautela. Ha llegado el momento de ser Normal: si está esperando algo con impaciencia, cálmese, llegará, pero no hoy. Si está en una relación sentimental, quédese quieto por un momento, que pareciera que todo eso que está haciendo no le conduce a ninguna parte. Párese, reflexione...

NOTA: En algunos mazos derivados de la Golden Dawn (Crowley, Cicero, McGregor Mathers), el Caballero es reemplazado por el Príncipe. No hay diferencia más que en el nombre. Los sueños de normalidad de ambos son idénticos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Alguna pregunta?