Los Arcanos Menores: LOS SIETES (La Vía Alegórica)


Pero, si los SEIS son el máximo, la cima, el tope, ¿qué son las cartas que quedan, del 7 al 10?

Los 10 son un punto de saturación, el punto de eternidad y ya saben que una de las características fundamentales de La Eternidad es su ausencia absoluta de movimiento, porque si hubiera movimiento, ya no habría eternidad. Así que los DIECES son la Eternidad entendida en sentido alegórico, con todas las cualidades que podemos imaginar de algo que es Eterno.

En las cartas que van del SIETE AL NUEVE es donde se esconde el Miedo con mayúsculas, un miedo abstracto e indefinible que nos conduce irremisiblemente hacia la perdición. Es el terror a perderlo todo, a cometer un error que estropee lo que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. Es el miedo irracional a que, de la noche a la mañana, alguien nos abandone, nuestras cosas ardan en un fuego apocalíptico o todos los que nos rodean mueran o desaparezcan y se conviertan en espectros o en ensoñaciones. Y ese miedo a evitar un impredecible, un improbable, nos conduce hacia los tortuosos caminos de la desesperación, haciéndonos actuar de forma enajenada, bien sobreactuando (SIETES), bien actuando tal y como los demás quieren, siendo obediente y razonable, siguiendo las normas dictadas por un Papa (OCHOS). O dicho de otra forma, SIETES, OCHOS Y NUEVES son LeConsultant y su lucha permanente por conservar una posición de SEIS (lucha, porque compite. Si compite, está en una competición extraña. Una competición en la que nunca va a haber un ganador. Lucha para perder. Así que los luchadores de la vida, solo están haciendo más grande el tamaño del pozo en el que se quieren hundir)...

En los SIETES, hacemos mucho más de lo que es "normal", disfrazándolo de normalidad. En los OCHOS estamos exclusivamente pendientes del Qué Dirán, así que nunca sabemos muy bien qué hacer, más allá de ser obedientes y considerar que esa obediencia es "normal". En el NUEVE creemos que es "normal" lo que en absoluto lo es...



EN DONDE A. TIENE UNA HISTORIA DE AMOR QUE SE HA ESTROPEADO Y ENTRA EN UN SIETE

A. tiene una relación de 4 DE OROS. Todo va bien, dentro de los parámetros previstos, aún están en los primeros tres años de relación erótico festiva. Pero ya ha visto cosas de B. que "no me cuadran, no encartan, cosas raras, ya sabes...". Quizá han tenido un malentendido, una malinterpretación de palabras, de gestos, de señales. En la situación ideal, este malentendido podría resolverse con facilidad y entrar en un SEIS DE COPAS. Quizá B. ha hecho algo que provoca en A. la apertura de la puerta que conduce a la Sala de los Castigos de A., ese lugar en el que todos los reproches y etiquetas que nuestra familia nos ha puesto desde nuestra más incipiente infancia, todos los miedos de papá y mamá y abuelita y abuelito, todos los castigos recibidos por desobedecer o por intentar hacer las cosas de otra manera, están ahí. Nuestras inseguridades, en forma de prohibiciones, están ahí. A. cree que todo lo que pueda pasar es culpa de ella misma...

... ¡Oh, ingenua A!, dice una voz desde la Sala de Castigo, ¿No te das cuenta que siendo como eres nadie te puede querer?¿Que eres una letra fea y horrible y que esa B., cualquier día, se cruzará con alguien y se irá con ese alguien porque tú, A. no eres más que carne reemplazable y sustituible?¿No está hablando con otras letras? ¡Todas son mejores que tú! BA, además, no significa nada, ... BE, BI, BO, BU... ¿lo ves? ¿No ves que eres vulgar, corriente, ordinaria, extranormal? ¿Que la Suerte y la Fortuna no existen para ti?¿Que no te mereces nada más que un montón de mierda envuelta para regalo y que esa B. es mucho para ti?¿Que deberías ofrecer todos los días a distintas vírgenes, diosas, dioses y otras entidades, enormes sacrificios en señal de agradecimiento por la inmensa fortuna de tener a B. a tu lado y no por ahí, en brazos de cualquier otra letra? ... ¡Protégete!¡No permitas que te hagan daño, A.!...

A. entra en un SIETE DE OROS en ese momento en el que interpreta que si A. no hace suficientes cosas, B. será secuestrado, violado, abducido o corrompido por cualquier otra letra. No son exactamente celos: solo el pájaro que lleva toda la vida enjaulado cree que volar es de locos, dice Jodorowsky. Así que hace lo extraordinario para que ese B. no escape, no se marche, no se vaya en brazos de verdadero amor, porque esa B. es MÍA!!!...... Usar perfiles falsos de Facebook para controlar lo que el Otrx hace, llamar cada cierto tiempo para saber dónde está B. con cualquier excusa banal, preparar la comida que A. cree que es buena para B., aunque haya algún ingrediente que deteste, no salir con lxs amigxs para que B., llegado el caso, tampoco lo haga sin A., imponer un sutil juego de vigilancia en el que A. sabe casi todo de B. pero B. no sabe apenas nada de A. está en esta carta. A., además, define los planes, el cómo, el cuándo y el con quién, tanto de sí misma como, por supuesto, de B. A. también lleva un control casi científico de menstruaciones de B. o de la cantidad y densidad del semen que eyacula, del olor corporal o de los gestos o excusas vagas de B. para no hacer algo con A. Así que, en este SIETE DE OROS, es empalagoso, pegajoso, regala perfumes caros y de aroma exclusivo, ropa (no hay nada más manipulador que regalarle ropa a un adulto)...

A. entra en un SIETE DE COPAS cuando cree que siente más que la mayoría de las personas, es mucho más sensible y, por lo tanto, más vulnerable, más frágil. Algo ha sucedido entre A. y B., algo que, en el fondo, es imperdonable, inexcusable. Algo que se ha cerrado en falso, algo que ha dejado una herida que nadie está curando, ni mucho menos A., el herido. Algo inaudito que ha roto la confianza entre A. y B., en el que el vínculo está tamizado por el recuerdo de una herida que, al no estar bien curada, escuece, pica o duele de cuando en cuando. No hay, desde este SIETE, ninguna posibilidad de regresar al SEIS. El SIETE DE COPAS define exactamente ese instante en el que se jodió todo, que diría el Zavalita de "Conversación en La Catedral", una de las obras maestras de Vargas Llosa...

A. entra en un SIETE DE VARAS cuando A. siente que se está escapando, que se está alejando, que se agobia con más frecuencia que antes, cuando A., en su afán de mantener viva la llama de un amor que ya se terminó, llama, persigue, ruega, manda flores, deja mensajes tortuosamente románticos y aburridos en el contestador, envía cartas melancólicas por correo electrónico o consigue entradas para ver a los Lakers en primera fila, junto a Jack Nicholson, vuelo y hotel incluido justo en las fechas en las que B. pensaba ir a las Islas Griegas con HPRTWZ pero no con A... Un cierto tipo de obsesión se esconde en esta carta. Un cierto tipo de manía, de neurosis, está aquí escondida. El acoso está aquí...

A. entra en un SIETE DE ESPADAS si, en un ataque de inseguridad apabullante en el que todo eso que se esconde en la Sala de Los Castigos de A. parece hacerse real. Así que A. se vuelve paranoica. E inventa tramas en las que ella, la A., siempre sale perdiendo. La desconfianza, el desamor y el apego a lo que es Normal y Bueno o el Bien, le hacen no-vivir la relación más que en términos de cosas que hace B. que son normales y cosas que hace B. que no son normales y que debería contar a A antes de hacerlas para saber, al menos, si a A. le parece bien que B. haga esas cosas... pero no me lo va a contar pero puedo preguntarle a B., ¿y esa R. quién es?¿de dónde ha salido? ¿qué quiere de ti que te llama con tanta insistencia?... fíjate que respuestas me ha dado, que se la cruzó el otro día por casualidad, qué después de tanto tiempo, blablabla, que si no tengo trabajo, que te puedo mover el curriculum en mi empresa, que si ha quedado en mandárselo (¿a las 12 de la noche es hora de mandar curriculum?), pero que no es nada, que ni siquiera le gusta.. pero, ¿alguien te ha preguntado si te gustaba? ¿a qué viene ese decir que no te gusta R.? Voy a tener que ponerme seria, dice A.... así que empieza a perder el tiempo pensando en cosas que no suceden en lugar de preocuparse por lo que sí sucede... Volver al SEIS es imposible, una vez ha entrado en la Sala de los Castigos, ya no es posible salir más que con ayuda... La inutilidad de un pensamiento inútil está aquí...



EN DONDE A. NO TIENE NADA CON B. (PERO LE GUSTARÍA) Y ENTRA EN LOS SIETES

A. está conociendo a alguien. Se llama B. Es apuesta, simpática, inteligente, sarcástica a veces, no es fácil de entender, muchas veces se hace pasar por una V. y no veas los líos que arma. Pero a A. le gusta. Y por alguna razón, piensa que B. se siente atraído por ella. Que parece que hay una conexión, casi cuántica, entre A y B, piensa A.

A. no sabe que está en un SIETE DE OROS si piensa que, quizá, haciendo algo más, quizá mostrándose más relajado, más detallista, quizá ese B. pueda ser una buena amistad. Son Oros, así que está excluido cualquier atisbo de romanticismo o amor, es más aferrarse a alguien que nos haga olvidar, siquiera por un instante, que estamos solos, alguien con el que hablar, reír, tomar un café de cuando en cuando, establecer un lazo de interdependencia emocional sana, una buena amistad. No está interpretando correctamente las señales que lanza B. o todos los intentos de agradar de A. (estar atenta a sus necesidades, estar más o menos cerca de ella en todo momento, haciéndole favores a diestro y siniestro, ayudándola con algo de dinero... esas buenas intenciones con las que está empedrado el Infierno) están condenados al fracaso. B. no será nunca amiga de A. Y todo lo que hace A. carece de valor para B.

A. no sabe que está en un SIETE DE COPAS en el que está confundiendo las señales. B. no tiene realmente ningún tipo de interés en A. y no pretende absolutamente nada con A., pero A. cree que sí. Sin embargo esta carta muestra el desconcierto de A. cuando B. reacciona de una forma que A. ve como "se ha vuelto loca esa B". Antes, en algún momento del tiempo, quizá en ese "estoy conociendo a alguien" se adivina cierta cortesía, cierta amabilidad, cierta forma que A. puede percibir como "cariñosa" o "atenta" y que, en realidad, no es más que la forma de ser de B. en el mundo. Quizá A. no tenga experiencia emocional suficiente, quizá no está acostumbrada a que determinadas letras sean tan dulces, tan seguras de sí mismas, tan ¿perfectas?... B. simplemente fluye, interactúa con A. del mismo modo que con H,P,S y Z, con simpatía, amabilidad, cortesía y cierta dulzura, peo tiene otra vida en la que A. no existe... B. está malinterpretando las señales y de no aceptar la realidad (B. no tiene ningún interés en A.) entrará en el bonito y despiadado mundo de la Depresión...

A. es medianamente consciente de estar en un SIETE DE VARAS cuando trata por todos los medios de que B. le preste un mínimo de atención, hasta el punto de llegar a ser insoportable. Porque, a lo mejor es casualidad, piensa B., pero esa pesadilla de A. está en todas partes... salgo por la noche y ahí está, con esa cara de perra apaleada, medio bailando y sin quitarme el ojo de encima, me manda corazoncitos por el wassap sin venir a cuento, me cuenta lo que va a hacer y lo que no. He pensado en bloquear a esa A. pero, no se si será peor, a los enemigos conviene tenerlos cerca y localizados... pero es insufrible. Me deja flores en el trabajo, me escribe poemas.... ¡qué horror!... A. está acosando a B. aunque A. llame a eso Cortejo o Seducción.

A. no sabe que está en un SIETE DE ESPADAS cuando imagina cosas de B. Es decir, A. ha sentido que, de alguna forma, quiere resultar atractiva a B. porque A. ha descubierto que se siente atraída por B. Claro, han hablado y todo se ha quedado almacenado en el cerebro memorístico de A. Así que A. piensa: yo creo que si le gusto, si no le gustara no me hubiera pedido que fuera con él y sus amigos a beber una cerveza cuando nos hemos encontrado esta tarde, ya ayer, en la disco, había feeling, algo, estuvo más rato hablando conmigo que con el resto, parecía que no existieran, que risa más franca, más hermosa, se nota que va al dentista con frecuencia y además tan elegante, tan bien puestas esas jorobas de la B., el caso es que tomamos una cerveza y dos y tres y yo que no bebo nunca, y me ha traído a casa, un poco ridículo todo, tres cervezas y ya temblando como un flan, me ha traído, me ha acompañado hasta el portal, me ha mandado un wassap esta mañana, luego ya nada, claro, estará trabajando, que las B. trabajan duro y pero a lo mejor no quiere nada, solo que seamos amigas, y bien, como amiga también me gustaría, tiene aspecto de ser tan franca, tan generosa....... ¡Viva la Imaginación! ¡Viva el Pensamiento que no va a ninguna parte y que es perfectamente inútil!¡Vivan los lectores de mentes que saben lo que pensamos los demás sin saber nada de nosotros!...



EN DONDE A. TIENE UN TRABAJO Y ENTRA EN LOS SIETES

A. tiene uno de esos trabajos que todos llamaríamos "de mierda" por las condiciones en sí, no por la calidad o dureza del trabajo: contrato precario, cobro en negro y no en fechas, cambios constantes de turno, una persona incapaz de tener autoridad al mando... A. lleva casi cuatro años haciendo eso, es decir, acepta ser tratada como un engranaje y no como una persona. A. se pregunta si alguna vez la harán fija, si ascenderá, si va a cambiar de trabajo o si se va a quedar en el mismo sitio. Esas cosas que se preguntan los que no tienen una opinión formada sobre lo que es justo y lo que no y dudan o niegan su propia capacidad o habilidad para aprender o para desempeñar cualquier otro tipo de trabajo, parecido o no.

A. está en un SIETE DE OROS si piensa, aunque sea bajo el efecto de algún fármaco de dudoso origen, que haciendo todo lo que le piden, aunque sea desproporcionado, injusto, insoportable o intolerable, conseguirá su objetivo, tener al fin un Contrato Fijo e Indefinido ¡tachán!, y no, la verdad es que no. De hecho, hace demasiadas cosas por los demás, aunque no está muy claro quiénes son esos demás: jamás apoyaría una huelga en un SIETE DE OROS y jamás le negaría un favor a un/a compañera en ese mismo SIETE DE OROS y la defendería con ardor si alguien, en la dirección, cometiera un abuso (una defensa en bares y cantinas, nunca jamás frente a esa persona incapaz de tener autoridad)...

A. está en un SIETE DE COPAS si cree percibir en el ambiente, en el aire, cierta envidia hacia ella por parte de algunxs compañeros o si piensa que si no hace exactamente todo lo que le dicen, la despedirán y no volverá a encontrar trabajo nunca más, con lo difícil que está todo... También está en un SIETE DE COPAS si, después de depositar sus esperanzas en una promesa vaga efectuada por algún responsable (ascenderá, la nombraré Supervisora Superior del Departamento de AES, aún en fase de creación, pero verá que bien, qué mejora. Va a tardar, no mucho, pero usted es nuestra primera candidata para ese importantísimo puesto: su experiencia, su trayectoria en nuestra empresa, la avalan como la candidata perfecta. No obstante, tendrá que seguir en el trabajo que ahora hace, quizá no sean las mejores condiciones pero es indiscutible que usted, A., está forjando un carácter, está asumiendo la filosofía de esta empresa, qué empresa, somos una familia, grande y dispersa, pero familia. No dude A, que pronto verá recompensados estos sacrificios que hace por el bien de todos, todas esas fiestas navideñas que usted ha pasado con nosotros, perdón, en la empresa, trabajando, pensando en el bien suyo y en el de sus compañeros, la engrandecen como persona y la convierten en ejemplo de las nuevas generaciones de trabajadores que, en breve, ocuparán nuestras nuevas y floridas instalaciones...) dicha promesa vaga e insustancial no sucede. En general, A. malinterpreta, por falta de opinión propia acerca de sí misma y de lo que es justo o no en el mercado laboral, todas las señales, así que creerá que la premian cuando solo la castigan, y al revés...

A. está en un SIETE DE VARAS si empieza a obsesionarse de tal forma con la continuidad o discontinuidad de su contrato/no-contrato laboral, que ha empezado a convertirse en esclavo/asistente de cualquiera que ostente un mínimo de autoridad. La voluntaria para todo. La que es capaz de retrasar embarazos porque aún no está segura de que el trabajo vaya a durar. La que es capaz de quedarse hasta altas horas de la noche de un martes haciendo horas extras por algo que solo es un error de planificación de la dirección. La que es capaz de frenar, como si fuera una infiltrada de la dirección, cualquier intento de motín o revuelta. La que tiene tanto miedo de perder lo que tiene (un trabajo "de mierda") que ya no sabe qué es importante, qué no lo es... Relájese, A., piense... ¿qué es Lo Importante?...

A. está en un SIETE DE ESPADAS si está desarrollando un complejo sistema de Doble Personalidad (o Personalidad Dual, si prefieren) en el que lo que piensa y lo que aparenta no coinciden en absoluto. Porque esa A. ya sabe que Z. la envidia, se nota, se siente, se percibe, si hasta lo ha dicho K; A sabe que el jefe se está hartando de que se equivoque, aunque no lo dice, porque A. lo sabe, sabe que es así, pero también sabe que se equivoca muy pocas veces y que ese jefe exagera; A. ya sabe que va a ser la primera en ser despedida pero no está haciendo absolutamente nada para prepararse para esa eventualidad porque también sabe que no va a ser despedida... (la ausencia de opinión sobre las cosas provoca monstruos). A. no sabe realmente nada y no se atreve a preguntar, tampoco tiene opinión ni punto de vista sobre absolutamente nada... ¡La inutilidad de un pensamiento perfectamente inútil!



EN DONDE A. QUIERE SER TAROTISTA Y ENTRA EN LOS SIETES

A. tiene un mazo de tarot. Varios, pero uno es su favorito. Compra libros, lee libros. Va a cursos, hace talleres, asiste embelesada a conferencias impartidas por ilustres tarotistas. Incluso ha coloreado su propio mazo. Quiere dedicarse a ello, leer cartas para alguien distinto a un familiar (la prima, H.) o amiguetes cercanos (B., C. Z. Y,...). Quiere leérselas a ustedes, a mi. Siente una conexión (la fuerza, siento La Fuerza, dice Alec Guiness en StarWars) con un mazo en particular, pero siempre hay algo que la frena. ¿Tendré futuro como tarotista?

A. no sabe que está en un SIETE DE OROS cuando cree no estar aún preparada para leer el tarot. Así que sigue aprendiendo: responderá en grupos de Whatsapp o Facebook que admiten tiradas siempre añadiendo que es una "aficionada" o que no sabe nada, que aún está estudiando, día y noche, incansable, anotando en agendas de colores vibrantes múltiples significados para cada arcano. A. cree que para ver el árbol no hay nada mejor que contar todas las hojas y estudiarlas detenidamente. Y en eso está sin darse cuenta de que esto es un Arte, una habilidad artística que hay que desarrollar leyendo. El Miedo a la Equivocación, al Error, a hacer una predicción que no se cumpla frena absolutamente las posibilidades de ser tarotista. Y no por muchos libros que lea o títulos que acrediten su formación será mejor tarotista. ¡Relájese y láncese al vacío, estimada A.!...

A. no sabe que está en UN SIETE DE COPAS cuando siente que leer el tarot le resta energía, le quita vida. Cuando siente que leer el tarot es algo místico que requiere de superpoderes o de dones otorgados por entidades imaginarias o míticas, cuando siente que entran en confluncia demasiadas energías sutiles y no sutiles, la mayoría de las cuales, aparentemente, se adosan al cuerpo etérico-astral-causal de A. En este estado emocional es imposible leer el tarot: el miedo a "hacer daño", el miedo a convertirse en el Mensajero de Malas Noticias nada más le frena, le imposibilita ser una (buena) tarotista...

A. no sabe que está en un SIETE DE VARAS si, por tener un conocimiento técnico vastísimo, una erudición a prueba de bomba y el hecho de desglosar todos los posibles significados de una carta usando terminología esotérica (que si la Cábala dice que esto más aquello que aparece en un oscuro manual de Waite más lo que escribe Papus, que me lo se de memoria y lo de Crowley, pregúntame lo que quieras de Thelema, de letras hebreas, de colorimetría de las cartas y de sus significados simbólicos solo accesibles a iniciados) cree que le convierte en mejor tarotista. Pero se equivoca, porque su respuesta es incomprensible para una persona sin esa formación o iniciación esotérica. El uso de tecnicismos, A., le está alejando de este arte...

A. no sabe que está en un SIETE DE ESPADAS si no hace otra cosa más que pensar posibles excusas que justifiquen el por qué de no leer el tarot ahora mismo. O más exactamente, que piensa inútilmente en excusas en lugar de pensar en leer mejor el tarot. Un cóctel de moralina barata, de miedo atávico, de superstición y de ausencia de criterio u opinión sobre nada en particular están en este SIETE. Obviamente, abandone toda idea de leer el tarot medianamente bien en ese estado mental...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Alguna pregunta?