10. EL EMPERADOR Y LOS CABALLEROS (La Vía Sanitaria)



El Emperador se encarna en los Caballeros, deja de ser una imagen estereotipada y acartonada que hace y dice exactamente lo que se supone que tiene que decir, para convertirse en un humano. Pueden imaginarse al Emperador como al líder de un partido político que dice No a determinadas propuestas por mantener el perfil de líder, aunque en su interior, en la intimidad o en reuniones con amigos (como Caballero) exprese sus dudas acerca de ese No tajante que como líder del partido tiene que defender. Así, El Emperador es pura representación, puro teatro; los Caballeros son carne, sangre, huesos, ambiciones, sueños, contradicciones, confusiones, complejos...

Los Caballeros disfrutan del sexo, de las fiestas, de las raves en las playas, de los viajes lisérgicos, de las cervezas con amigos, de las victorias de sus equipos de deportes en grupo. El Emperador no se divierte, no goza, no va a una LSDRave, no trata de seducir a ese cuerpo acrobático, no celebra más que discretamente las victorias de su equipo de fútbol, trata de borrar cualquier atisbo de pasión o exceso, moderar los apetitos, los suyos y los de los demás.

Mientras que las Reinas lo son después de haber sufrido una pérdida, los Caballeros están en el proceso de independizarse de su mamá, de romper el cordón umbilical invisible que los une a sus Papisas. Han sufrido pérdidas y desencantos, pero se enfrentan a ellos de acuerdo con patrones de masculinidad (los hombres no lloran y sufren en silencio el dolor de sus hemorroides; los hombres no lloran por una mujer que les abandona, son Ellas las que...).

En general, un Caballero de Espadas está aún aferrado a mamá con uñas y dientes y se comporta como un adolescente descerebrado y celoso mientras que el Caballero de Copas no tiene ningún tipo de cordón umbilical con mamá. Todos los Caballeros siguen a rajatabla el Cuarto Mandamiento tomado en sentido literal: "Honrarás a tu Padre y a tu Madre". No estoy muy seguro de que Moisés que según el mito es el receptor de los Mandamientos de Dios, honrara mucho a su papá y a su mamá...

Los Caballeros más asentados tratan de buscar a Reinas; los menos, a Sotas. A todos, La Estrella les viene muy grande...


EL CABALLERO DE OROS



El Emperador es ese personaje que cree tener razón siempre al estar amparado por Lo Normal. El Emperador trata, con todas sus fuerzas, de conservar un modelo social que ha funcionado durante milenios, un modelo heteropatriarcal, machista, que convierte la energía radioactiva del Amor en una cosa teatral a la que llama Amor Romántico repleto de conductas cliché. Es el conservar los Grandes Valores: Dios-Patria-Familia...

Los Caballeros son encarnaciones del Emperador.

El Caballero de Oros ha alcanzado un determinado nivel socioeconómico sentimental después de grandes esfuerzos, sacrificios o renuncias. Lo Material, lo mundano, tiene más peso en este Caballero. Y protege lo suyo, cuida de lo suyo. El Caballero de Oros da mucha importancia a la Propiedad Privada, a la herencia. Es liberal en lo económico, ultraconservador en lo moral. El Caballero de Oros es avaro, rácano, no arriesga nada, no apuesta cuando no está seguro de ganar. Como jefe es inhumano, como amigo es soportable, como amante es lastimoso.

El Caballero de Oros cree que la apariencia es sincera. Aborrece profundamente el talento, porque el Caballero de Oros no tiene talento pero sí tiene tenacidad, dedicación, cierto grado de tozudez, de obstinación. Se mueve en la escala de los grises que separan la pobreza extrema (negro) de la riqueza indecente (blanco) y en ese espectro de grisura vive. Teme estar co una mujer demasiado hermosa, demasiado inteligente, demasiado simpática. Teme vivir.

El Dios del Caballero de Oros no tiene nada que ver con religión. Es el Dios que sirve de excusa para construir una moral, un sistema de valores. Es este Dios, el que decide que el aborto debe estar prohibido, que no hay violencia machista o no tanta, que la mujer ocupa un puesto secundario en la vida de las personas (¡La Virgen María!¡Virgen incluso embarazada!¡Una Madre!). Es el Dios que decide que un hombre, si realmente es Hombre, no tiene que ser manso (dios no lo es), ni tolerante (dios no lo es) ni compasivo más allá de cierto límite (dios no lo es). Cree que dios castigará a los malos y premiará a los buenos pero se pregunta cuándo realmente van a ser castigados los malos porque los tiene alrededor, gente "mu mala" y no les pasa nada, así que defiende penas salvajes de cárcel o ejecuciones legales para esos "mu malos malísimos". Este Dios, es el que les permite tolerar la prostitución (María Magdalena, esa pecadora, era amiga de Jesús Cristo, y... es hombre, tiene necesidades, ya me entiendes y... qué ¿hay de malo? ¿es que los tullidos y feos de solemnidad no tienen derecho a follar?) o castigar la desobediencia, el que les dice que clonar células es peligrosísisisisimo, que en caso de divorcio, los hijxs se van con la madre, que las hijas tienen que cuidar de ellos cuando sean viejos pellejos no muertos y que los niños y los borrachos no mienten (las niñas sí mienten, las borrachas dan asco)...

El Caballero de Oros adora las ciudades limpias y ordenadas, sin vagabundos, sin prostitutas matinales ocupando calles turísticas, sin yonquis ni chiflados. Es urbano y no tiene en consideración el sufrimiento animal, aunque tiene mascotas domesticables y obedientes (perros normalmente) de tamaño imponente. Aborrece la naturaleza salvaje y es capaz de decir sandeces como que la cantidad de peces que comen las ballenas está en poniendo en riesgo la alimentación humana y, por lo tanto, por el bien de todos, sería conveniente matar algunas (muchas, las que sean necesarias). El Caballero de Oros no viaja a lugares exóticos salvo que estén en el Hemisferio Norte o pertenezca a algo que les parezca seguro.

El Caballero de Oros se cree prudente, se cree un modelo de normalidad y eficiencia. Sin embargo, no sabe defender sus derechos, no distingue cuando es abuso. Teme a la concupiscencia carnal, a la frivolidad del sexo, a la risa y a la burla. Teme a los payasos. Teme verse involucrado en algo que entrañe riesgo. Teme a la homosexualidad. Teme a un negro. Teme a un islámico. Teme a los "comunistas". Teme a la democracia. Teme a la Libertad. Teme la revolución, el cambio. Teme a la pobreza. Teme a la enfermedad. Teme a la miseria. Teme que, después de lo que le ha costado tener una familia, esta le abandone. Teme equivocarse. Teme no acertar.

Es obediente, porque teme a la Autoridad, a la Ley. Cree que lo que sus padres querían de él es que triunfara económicamente en la vida, que tuviera esas cosas que la burguesía considera que son tan valiosas: familia, trabajo, ahorro, cosas, casas. Es un Buen Hijo de Mamá, porque se preocupa por ella y la llama todos los días para interesarse por ella, esperando que todo siga más o menos igual, porque si hay algo que detesta profundamente este Caballero de Oros es el cambio, la sorpresa. Hace lo que se supone que debe hacer un Buen Hijo de Mamá.

Es conformista, acepta una cierta cuota de infelicidad a cambio de cierto confort predecible y rutinario. Es el compañero idel de una Reina de Espadas. Ambos forman un equipo muy interesante, por común y ordinario...

LA Caballero de Oros es tan conservadora como el caballero. Una mujer que hace nada más lo que se supone que tiene o que debe de hacer, un mundo saturado de obligaciones. Una de ellas, conservarse en un estado estupendo de forma. Otra ser una perfecta secretaria o escriba. LA Caballero de Oros tiene una escala distinta a la del Caballero: Honor/Respeto/Gloria/Dios - Familia - Patria en minúsculas. El Honor/Respeto/Gloria es uno de los valores de La Papisa. LA Caballero de Oros jamás hará algo que pueda poner en cuestión el honor, el respeto o la gloria del apellido que lleva, de la herencia inmaculada de sus honorables y nunca bien ponderados Padres Amantísimos o el de sus ínclitos y grisáceos maridos si es que adoptaron el apellido del señor con el que se casaron. UNA Caballero de Oros piensa que detrás de un Buen Hombre hay una Súper Buena Mujer y que ella es la encarnación exacta.

LA Caballero de Oros por eso, tiende hacia la desconfianza en el trato con cualquier hombre que no tenga aspecto de ser en un futuro algo serio, formal, valioso. Solo buscan personas que creen afines, personas con gustos muy parecidos, estéticamente adecuados, laboralmente activos, económicamente estables. Hay un plazo máximo para encontrar a ese Hombre Objeto y no convertirse en una solterona marginada y apestosa. Aprecian más a un funcionario que a un autónomo. Quieren tener hijos antes de determinada edad y bajo determinadas circunstancias. Prefieren que el primero sea chico y otro, la chica. No desean tener familias numerosas.

Por supuesto trabaja o tiene posibilidad de hacerlo. Como jefa es insoportable, ya que tiende hacia tipo de comportamiento tiránico y despótico, sin ningún tipo de sentimentalismo que las delate como lo que ella cree que piensan los hombres que la rodean: Es Mujer luego es una inútil, sensiblera... No es feminista ni tiene aspecto de que vaya a serlo algún día. Está cómoda en el papel que ha elegido en su función: mujer econonómicamente independiente, con muy pocas relaciones en su haber, y consciente del papel secundario que tiene cuando está acompañada por una pareja. Un papel que es, sobre todo, mantener el entramado familiar unido y a salvo de escándalos...

LA Caballero de Oros no tiene opinión más allá de clichés, frases hechas, refranes, mitología urbana y frasecitas de motivación. La Caballero de Oros es lo más parecido a un trampantojo. Parece moderna, pero no lo es. Parece liberal, pero no lo es. Y siempre va perfecta para la ocasión, pero con un punto de más que la diferencia del resto, un halo de aristocracia, de desprecio, de estar por encima de las bromas vulgares del vulgo que las rodea.

LA Caballero de Oros solo espera que aparezca un Hombre, como objeto, como cosa. Alguien que participe en su obra teatral, en su realidad irreal, y que haga su papel para que ella pueda hacer el suyo: atento, respetuoso, con cierto sentido del humor, trabajador, con interés por tener cosas y más cosas, con pocas ganas de viajar, fértil, sano, decente, preferiblemente asexuado o con un interés de 5 en una escala de 10 en el sexo, vagamente afectuoso.

¿Sentimientos? ¿Amor? Sí, el del Amor Romántico, en el que está muy claro lo que tiene que hacer cada uno, sus responsabilidades, sus derechos y sus obligaciones, los horarios de entrada y de salida, las personas de sexo opuesto con las que se puede quedar a solas y las que no, los sitios a los que uno puede volver y los que no, las prácticas sexuales permitidas y las que no...

Tanto LA como EL Caballero de Oros son Niñxs de Mamá.

EL Caballero de Oros busca esa seguridad que da tener al lado a una mujer que hace todo lo necesario para que estés cómodo y confortable, como cuando mamá te esperaba con tu plato favorito, la casa limpia, una mamá que te vestía adecuadamente, que sabía lo que necesitabas, esa frase estupenda que gritan las madres en ataques de enajenación transitoria: ¡A mis hijos que no les falte de ná!. Y ahora, llega el momento de independizarse. El Caballero de Oros solo abandonará a su mamá cuando tenga una novia y se vaya a convivir con ella. Y volverá con mamá, cuando esa novia le abandone por aburrimiento.

LA Caballero de Oros es una Niña de Mamá, caprichosa, vanidosa, presumida, presuntuosa. Una Niña de mamá a la que no le ha faltado de ná: el mejor vestuario, los mejores dispositivos electrónicos, lo mejor de lo mejor. Mamás que han hecho todo por esas hijas únicas de matrimonios fallidos hasta convertirlas en suntuosos objetos decorativos que necesitan de un buen hombre con dinero o que trabaje, alguien que les permita seguir manteniendo este nivel de vida. Pero no abandonan nunca a mamá. Así que no se alejan demasiado de mamá, incluso se la llevan a vivir con ellos, así mamá puede seguir haciendo todo eso que hacían antes y ella puede seguir siendo caprichosa, vanidosa, presuntuosa.

LOS Caballeros de Oros buscan alguien que les deje en paz la mayor parte del tiempo, que no les agobie con asuntos emocionales, problemas de niños o cuestiones puramente afectivas, que él pone el dinero y eso debería ser suficiente. Hay que seguir las reglas del amor: hacer regalos (¿flores? ¿bombones? ¿una bufanda que hace mucho frío?), tener detalles (preparar el desayuno alguna vez y llevarlo al dormitorio, lavarme con más frecuencia, ¿afeitarme, si, no?, invitarla a comer en ese restaurante que es carísimo pero que se come muy bien, ponerme ropa limpia, lavarme con más frecuencia), alejarse de las cosas "de mujeres" (¿que baje yo a comprar esas cosas para esos días? Recuerda, dice El Papa: las mujeres cuando tienen la menstración se vuelven medio locas. Mantente tranquilo, es normal...) apuntar la fecha de su cumpleaños, apuntar la fecha del día exacto en el que follamos por primera vez...

LAS Caballeros de Oros buscan a alguien que les deje en paz la mayor parte del tiempo, que no les agobie con asuntos de economía, política, deportes o cosas de hombres extra aburridas (el Papa dice que eso no son asuntos en los que una mujer de bien no está interesada), que tenga algo de dinero para poder comprar algunas cosas y la seguridad de haber alcanzado el estatus de futura esposa de, contribuir a la perpetuación de la especie, educar a sus hijos con la ayuda de su mamá y ser Buena Esposa y Buena Madre sin tener ni idea de qué es una cosa ni otra pero pareciéndolo.

En algunas ocasiones puede entenderse esta carta como que TheConsultant mujer no está por amor sino "por interés", un pensamiento de Papa. Este "por interés" está directamente relacionado con un pensamiento papal: Las mujeres muy sexualmente bellas son putas. Si una mujer sexualmente bella mantiene una relación estable con un hombre vulgar o tan normal que dan ganas de bostezar al ver una foto suya, entonces ella está "por interés", él debe tener un encanto oculto en la chequera... No, amigxs, ella está por seguridad, la falsa seguridad que da el dinero, la posición social, la seguridad que da ser como todo el mundo, casada, con hijos, ama de casa, fiel, monjil, divirtiéndose cuando sale de compras con otras amigas o a tomar un café, haciendo lo normal, recogiéndose a una hora normal, con mamá en la casa haciendo cosas...

Y si aparece esta carta como respuesta a la pregunta, ¿Apocalipsis o qué toca hoy?, ¿qué debería interpretar?

Adoptar la actitud del Caballero de Oros implica desapegarse de una situación emocional para centrarse en sí mismo. Retírese, refúgiese en el trabajo, salga con amigos, vaya al cine, escóndase, escape de cualquier conflicto que amenace su estabilidad, su tranquilidad. Preocúpese por usted mismo. Quizá ese resfriado sea el coronavirus asiático y usted no se está prestando atención, quizá sea mejor reconocer ahora que dejó suelto al perro de su compañerx y un autobús lo atropelló, quizá no sea el momento de participar en una huelga o en un motín, quizá sea el momento de despedir a ese alguien en quien no confía más porque teme que le robe o le estafe, quizá deba pretarse atención exclusiva hoy, como si fuera un Caballero de Oros, encerrado en su propio mundo de apariencias, dejando todos los sentimientos a un lado o encerrados en un cajón de su dormitorio. Quizá hoy sea un día intenso de trabajo sin tiempo ni para comer decentemente... Implíquese en su estabilidad económico financiera y deje Lo Sentimental a un lado. Hoy no es un buen día para el amor y sus vericuetos...

A., en la treintena, habla: << Hay alguien en la oficina que me gusta mucho. Y yo creo que es recíproco, aunque creo que está con alguien ahora o, no lo se... otra cosa que tendríamos que ver. Cuando estanos con gente suele parecer una persona fría, sin embargo, cuando nos encontramos en el ascensor o en la fotocopiadora, siempre es una persona muy cálida, muy cercana. ¿Tengo alguna posibilidad si le digo algo? ¿Es buena idea? >>




CASO 1. A. es hombre, B. es mujer

Verá, Consultante, tal y como aparecen esas cartas no tiene ninguna posibilidad más allá de fantasear o idealizar a B. Nada de lo que busca (estabilidad, tranquilidad, romance de largo recorrido, esa sensación de ir acompañado por una mujer que es su pareja y que le permite ahora ser libre para hacer lo que quiera, incluso travestirse) lo va a encontrar en B. Más que nada porque B. no tiene ninguna voluntad de involucrarse en ninguna historieta sentimentaloide de larga duración. Y porque, sí quizá sea cálida y amable con usted porque es su naturaleza, su forma de ser, pero ella no ve en usted nada que le resulte interesante más allá de un cuerpo moldeado en gimnasios low-cost. Y no es suficiente. La Sota de Copas necesita sentir esa leve alteración en la densidad del aire que solo un enamoramiento provoca, esa visión distorsionada del tiempo y del espacio. Y no, no se le mueve ni una ceja. No desespere: pueden ser, quizá, buenos amigos. Pero poco más...

CASO 2. A. es mujer, B. es hombre

Oh, Consultante! Parece que se ha encaprichado de B., que ha decidido que B. es suyo y va a ser suyo y de nadie más. Pero usted no sabe nada de B., realmente no ve nada de B. que le interese más allá de esa forma tan agradable de estar en el mundo, tan en paz con todo, siempre con una sonrisa franca. Además le parece que piensa como usted, que es como usted, que creen lo mismo. Y no, usted no es empática ni simpática, él sí. Y se está comportando de la peor forma posible para seducir a ese Valet de Copas: pensando que espera una mujer elegante, que se cuida, con seriedad y formalidad, sumisa o vagamente obediente, que ríe cuando toca como lo hacen las risas enlatadas de las sitcoms. Una mujer hecha y derecha con la cabeza bien asentada sobre los hombros... ¡un partidazo!. Pero esto es capricho nada más, tontería de Niña de Mamá. Esa Papisa asegura que no va a tener nada de lo que quiere.

CASO 3. A. es hombre, B. es hombre

Oh, Consultante!. Idéntico al caso 1...

CASO 4. A. es mujer, B. es mujer

Oh, Consultante! ¿Se ha encaprichado de la Sota de Copas? ¿Cree que puede seducirla? Esa Papisa se lo impide. Su moral, sus principios. Todo se lo impide. Aunque quisiera nunca se atrevería a decir nada. Además usted simula ser heterosexual disfrazada de Caballero de Oros. Simula ser alguien adscrito a Lo Normal. Es posible que B. sí sea homosexual, es posible que sí le pudiera interesar, pero usted está destrozando todas sus opciones dejándose llevar por esa imagen estereotipada de mujer independiente económicamente - atractiva - heterosexual. Está atrapada en su Trampa Mental. Está siendo terroríficamente deshonesta con usted misma. Es un buen camino hacia cierto tipo de infelicidad permanente.


CABALLERO DE ESPADAS




Mientras que la Emperatriz lo es después de haber sufrido una pérdida trascendental que la ha hecho afrontar la adversidad de una forma más responsable con ella misma y con la de los que la rodean, el Emperador solo lo es porque envejece pero no necesariamente porque sea más maduro emocionalmente. En el Emperador se esconde un niño. Pero no lo mezclen con esa sandez infantiloide del "Niño Interior" y esas muletas para hombres emocionalmente analfabetos que le echan la culpa de todo a mamá, papá o generacioes o reencarnaciones anteriores. Aquí no hay Niño Interior, lo que hay es un putoniño dentro del cuerpo de un tipo que dejó la adolescencia y sus montañas rusas emocionales hace ya tiempo. Un tipo en edad adulta que aún es un adolescente, con poca o nula tolerancia a la frustración, incapacitado para resolver un desajuste interpersonal y que cree que manda solo por el hecho de ser hombre. El Niño Tirano se esconde aquí.

El Caballero de Espadas pasa su infancia protegido por una Madre Agujero-Negro, una energía absorbente que convierte lo bello en un spaguetti de longitud inverosímil, en algo distorsionado, feo. Una de esas personas incapaces de ver la belleza del mundo y de sus habitantes (todo es mierda, dice La Papisa), aterrorizada por un virus oriental que mata a ancianos enfermos, por un grupo de individuos negros como la noche más oscura que beben cerveza en algún parque residencial, horrorizada con el desorden del mundo. Una madre aterrorizada con todo. Una madre que desearía poder eliminar todo eso que les parece espantoso, toda esa "delincuencia": luchan contra la pobreza no por principios sino porque es una fuente de delincuencia; toda esa locura de los que hacen algo divertido, posiblemente inmoral e inofensivo; a todas esas mujeres-putas que solo pretenden aprovecharse de la inteligencia de su vástago; de los comunistas igualitarios, de todo lo que pretende anular la brillantez y luminosidad de esos niños que se convierten en adultos y no saben ser autosuficientes ni independientes. Nadie les ha enseñado a ser libres dentro de sus propias posibilidades o limitaciones. Nadie les ha enseñado a enfrentarse a la adversidad. La Papisa, dispuesta a convertir a estos niños en inútiles para la vida, individuos que siempre necesitaran de su mamá, han creado monstruos. Han hecho por ellos cosas que son inmorales, estúpidas y profundamente castrantes, haciéndoles creer que tienen derecho a todos y sobre todo. A ser irresponsables porque mamá les sacará del agujero después de enfadarse terriblemente. Que pueden hurgar en los cajones de los demás sin que tenga consecuencias, que pueden hurtar cosas a sus amigos sin que crean que está mal. Que mentir es loable si es Piadosamente. Que las mujeres no son buenas, salvo su mamá. Y que hay una sola forma de hacer las cosas: la buena, la suya.

El Caballero de Espadas no tiene personalidad ni carácter. O más exactamente, confunde el mal humor y la ausencia de simpatía o enfadarse de una forma brutal para defender algo que él considera justo, con el Carácter. No sabe nada de sí mismo. No sabe nada de qué es lo que realmente quiere y qué necesita y, de saberlo, no tiene ni idea de cómo conseguirlo. No tiene ningún tipo de empatía, no es capaz de comprender al Otrx, no quiere aprender. El Caballero de Espadas ideológicamente es indefinido, aunque está más cercano a las tesis conservadoras, las del Orden frente a, no la anarquía (algo que en el cerebro de este Caballero es poco menos que una herejía, una abominación), sino frente al Comunismo (aún no ha comprendido que ese sueño ideológico se acabó en Berlín en 1989). El Caballero de Espadas es ferozmente individualista y no forma equipos ni construye amistades duraderas. No crea vínculos afectivos con nadie, no encuentra seguridad fuera de los brazos castrantes de mamá.

El Caballero de Espadas no ha viajado, no lee ensayos ni libritos de autoayuda, disfruta con las películas de superhéroes, no estudiará ninguna carrera o solo una de las que son socialmente más aceptadas o tienen más reputación, aunque no necesitan de ningún tipo de vocación (Derecho, Economía, Publicidad, alguna ingeniería...), no lee las opiniones que son contrarias a su forma de pensar, creerá que Facebook da mejor información que TheWashingtonPost, que hay que expulsar a todos los extranjeros que hablen extranjero y hayan cometido pequeñas faltas sin importancia, que no hay que compartir lo que hay en su patria con todos los que habitan en su patria.

El Caballero de Espadas es celoso y cree que los celos no son un signo de inseguridad, de falta de amor hacia sí mismo (él cree que se quiere mucho porque se dice frases motivadoras delante de un espejo pero sin mirarse a los ojos) o de envidia, sino de Amor (¡tiemblen, amantes de estos Caballeros de Espadas!). Critican a los talibanes afganos, a esa intransigencia de los islámicos, pero practican el mismo tipo de intransigencia con las mujeres con las que inician una Relación (ese instante en el que, por fin, folla con alguien con el que lleva un tiempo coqueteando, un alguien que está "demostrando" ser una mujer de los pies a la cabeza y no una puta manoseada por decenas de manos repletas de degradación y vicio). Para el Caballero de Espadas, la castidad, la virginidad, el pudor son valores muy muy muy importantes en una mujer...

Pero el Caballero de Espadas es firme defensor de la tríada Dios-Patria-Familia. Es un trabajador eficiente, frío, un inviduo que no se deja arrastrar por las emociones. Pero no es imaginativo ni creativo, los límites a su imaginación y creatividad los tiene construidos con gruesos barrotes de moralina. Es eficaz. Neutro. Aséptico. Su concepto de la lealtad solo cabe con hombres, nunca con mujeres. Y con hombres hasta el momento en el que su lealtad se ponga a prueba mostrándose como buenas ratas de barco. Con las mujeres no cabe esa lealtad porque en su cerebro las mujeres son putas desleales por definición.

De todos los personajes de la corte es el que más probablemente termine siguiendo los Doce Pasos de cualquier agrupación de Anónimos que se precie. Se llamará a sí mismo Enfermo nunca adicto. Camuflará su adicción con algún fin terapéuticamente admisible, así que da un poder inmenso a la farmacología química de bajo pH (Tramadol, Demerol, Apokyn) y niega el poder de curación de cualquier tratamiento natural sin opiáceos o con drogas naturales. El uso recreativo de drogas de densidad variable le parece horrible. Sin embargo, asegura ser "espiritual"...

Dios en todas las variantes culturales y religiosas, incluyendo las subculturas teosóficas, metafísicas, extraterrícolas o hackers, ocupa un centro que define la Espiritualidad del Caballero de Espadas. Sin embargo es escéptico respecto a las manifestaciones sensibles de esa espiritualidad. Detestan profundamente a los adivinos, tarotistas, sibilas y demás profesiones llenas de estafadores camuflándolo con la frase comodín "no creo en esas cosas", como si la adivinación, el tarot o cualquier otra habilidad paranormal fuera una cuestión de fe.

¿Cómo puede ser espiritual alguien que es incapaz de amar? Porque el Caballero de Espadas no ama. No gestiona correctamente sus emociones y la generosidad no es una cualidad que haya aprendido con su Mamá Agujero Negro. Más bien todo lo contrario: todo para mí, todo es mío, todo me pertenece y compito con otros permanentemente. La humildad no casa bien con este Caballero que considera que disculparse es arrastrarse a un pozo de humillación y descrédito. El desprecio hacia Lo Diferente también está aquí. ¿Cómo podría amar a algo tan diferente como un mujer?.

La Patria hace de este Caballero de Espadas un trabajador ejemplar dispuesto siempre a acatar las ódenes de un superior, eso que se llama Obediencia Debida. Obviamente es xenófobo y tiene un sesgo cognitivo racista clavado en su cerebro.

El Caballero de Espadas no sabe vivir solo, le aterra la soledad. Le aterra tomar decisiones trascendentales. Le aterra ser una mala persona. Le aterra decir No. Le aterra ser desobediente. Le aterra la vida. Quiere que haya leyes que prohíban y castiguen a todo aquel que trate de destruir un sistema tradicional que ha funcionado siempre: la familia (¡qué gran invento!). Y la familia es un sistema moral repleto de principios y valores que prohíben y castran la libertad individual de sus miembros. Es el Caballero de Espadas el inventor de las Despedidas de Soltero, como si casarse con alguien fuera una señal de madurez, la señal de que es un Hombre responsable que "sienta la cabeza" (frase que esconde una verdad: el caballerete tiene, a veces, el culo en la cabeza), perpetúa la especie y asegura que la tradición (una mujer para toda la vida a la que primero hay que domesticar y encerrar) se mantiene a salvo.

¿Es la timidez una cualidad de estos Caballeros? La timidez como respuesta a una falta de seguridad y confianza en uno mismo sí está aquí. La falta de fe en lo humano y una fe ciega en lo "divino" caracterizan a este Caballerete. El Caballero de Espadas cree que todo lo hace perfecto y si algo sale mal es por "culpa" de otros. La culpa (¡qué gran invento!) les permite ser tan irresponsables como los demás les dejemos. Así son perpetuas víctimas, si algo sale mal la culpa es de otro o por culpa de otro que dijo o dejo de decir... Su irresponsabilidad, incapacidad para hacerse cargo de las consecuencias que sus decisiones tienen, es proverbial.

Esperan que una mujer sea tal y como La Papisa ha definido que es una Buena Mujer: una criada que es follada de cuando en cuando por un Buen Hombre.... ¿y si Consultante es mujer?

Oh! La Mujer Invisible existe! La he visto! Es UNA Caballero de Espadas!

Sí, amigas, en esta carta ustedes son Nada. Menos que Cero. Han alcanzado, gracias al esfuerzo desinteresado de UN Caballero de Espadas en enseñarles que eso así no está bien hecho, que hay que joderse, que está hasta aquí y señala un punto indeterminado por encima de su coronilla, de que usted haga las cosas mal. Que parece que solo quiere joderle toda la vida. Y que no necesita del móvil para nada. Y que la ama, dice el entrenador, que por eso se ha apuntado a los Doce Pasos de esos Anónimos, que la ama y parece que ella solo está para joderle la vida con la de cosas que ya han pasado juntos y así seguimos, sin aprender... Es la víctima de un maltratador incapaz de reconocer que es una víctima. Justificando al maltratador. Esperando que alguna vez, ese tipo deje de hacer lo que hace, que al fin la Enfermedad le deje, que los Doce Pasos le ayuden a volver a ser, como eran antes, en la prehistoria, cuando esa mujer aún se reía.

Sí, amigas, la esclava perfecta, sumisa, masoquista extrema está LA Caballero de Espadas. La que ha sufrido vejaciones y abusos, la que ha sido violada, torturada, humillada y que aún está viva, está en LA Caballero de Espadas. Pero está sin estar. No es.

No trabaja, no estudia, no sale a la calle o no más de lo necesario y en las horas adecuadas en las que una mujer sola puede andar por las calles sin parecer una puta paseándose arriba y abajo. Trabaja para sus hijos, se convierte en su sirvienta. El proceso de anulación ha alcanzado su máximo cuando Ella es UNA Caballero de Espadas. Ya no se hace necesaria ni la violencia. El mundo se queda reducido a breves salidas al supermercado, especialmente atenta a las horas de entrada y salida del Caballerete de Espadas, que luego se pone echo una fiera. Consume fármacos adormecedores y tranquilizadores. No hay conversaciones con el Caballerete de Espadas. No hacen falta. Ambos han entrado en una prisión, él en el papel de Funcionario de Prisiones, ella en el rol de Presidiaria de Larga Duración.

Si está sola, nuestra querida Consultante, ha entrado en una espiral de paranoia, terror, miedo permanente que la tiene incapacitada para la vida cotidiana, para cualquier tipo de relación interpersonal...

¿Y si me aparece esta carta como respuesta oracular a la pregunta, ¿Hoy qué? ¿El Apocalipsis?

No.

Separar lo personal de lo profesional trae ventura. No mezcle negocios con placer, no se lleve el trabajo a casa. Quizá reciba hoy ataques o menosprecio por parte de personas a las que conoce y estima. Retírese a sus cuarteles de invierno, prepárese una infusión relajante. ¿Su ex tóxicx le llama por teléfono? No lo atienda. ¿Está pendiente de una resolución judicial o administrativa? Tómeselo con calma, el resultado no será favorable. Recurra. ¿Su mamá quiere invitarle a un restaurante? Aplácelo. ¿Su avión se retrasa por el virus de Wuhan? Calma y sangre fría. Si, llegará tarde, posiblemente tenga que dejar de asistir a un evento importante. Tómelo con sentido del humor, avise, aplácelo. ¿Cree que está en mala racha, que nada sale bien, que quizá le estén haciendo un trabajito brujil o hechiceril? Sí, está en mala racha pero nadie, excepto usted mismx, se está haciendo un trabajo brujil. En algún momento, y hoy es un día estupendo para ello, debe ver a la realidad con cierta objetividad, eliminar cualquier tipo de sentimentalismo y tomar una decisión responsable con usted mismx. Apartarse, alejarse, retirarse es lo más adecuado si quiere evitar un conflicto mayor.

A., treintañerx, habla:

<< Tengo una relación de alguna clase que no sabría definir con B. Nos llevamos bien y tal. Hicimos juntos el Camino de Santiago este año pasado, conocimos a una pareja de nuestra edad, ella estaba embarazada y cuando le comenté a B. la idea de que podríamos tener un bebé, no se, como que no quiere. No se si no quiere ahora o no quiere tener hijos. De hecho está como un poco distante, o yo tengo esa sensación. A lo mejor solo es paranoia. ¿No Quiere Tener Hijos Nunca? >>




CASO 1: A. es hombre, B. es mujer

Oh! estimado Consultante!. Esa idea de tener hijos al ver a otra pareja de su misma edad embarazados, ¿no le parece un poco infantil?. ¿Siente algún tipo de deseo real de tener hijos o solo lo hace porque es Lo Normal? Esa Emperatriz central, en su caso, le llama anticuado. Le llama hombre rural que se ha casado con la mujer que su familia ha elegido para usted y con la que no hace nada que no sea Lo Normal en un mundo rural del siglo pasado. No, de momento no va a tener hijos con usted. No presione, hombre...

CASO2: A. es mujer, B. es hombre

Oh, estimada Consultante! Ese B. que le acompaña ha encontrado en usted a la Mamá que buscaba, su segunda mamá. Y usted parece disfrutar de esta relación de difícil etiquetado. Porque es usted absolutamente libre o más exactamente, ya que tiene una especie de pareja "oficial", ya puede ir de un lado a otro, con cierta mesura por supuesto, pero puede hacer cosas que sola no se ve capaz por todas esas prohibiciones papistas que afectan al dónde, al cómo y al con quién pueden ir las mujeres solas en la treintena. Ese B. aportará su semen cuando usted considere que debe hacerlo. Es como un niño malcriado pero soportable...

CASO 3: A. es hombre, B. es hombre

Oh, estimado Consultante! Esa idea que quizá no sea la más afortunada porque la paciencia no es su cualidad más desarrollada, es viable y factible. Pero debe tener en cuenta que B. es, a su manera, lo más parecido a un esclavo que va a encontrar por ahí. Así que el día que usted decida ser padre, B. estará aterrorizado por partida doble: por un lado no se ve capaz de cuidar de un bebé y por otro, no se ve capaz de decirle a usted que no. Así que está en un callejón sin salida. Cuando usted realmente desee tener un Maestro de la Paciencia (o varios), hágalo porque usted quiere y puede hacerlo y tranquilice a B. antes de que se lance a por el catálogo completo de benzodiacepinas de Pfizer...

CASO 4: A. es mujer, B. es mujer

Oh, estimada Consultante! Esa idea parece, en su caso, una idea excelente. Una idea que le proporciona a usted esa seguridad que le falta para hablar con B. Esa voluntad y ese deseo son más fuertes que B. Piense en el método para quedarse embarazada, infórmese. Y cuando lo tenga todo controlado, siente a B. en una silla, abra una botella de un buen vino y dígale que usted quiere tener un/a hijx. Si B. aún vive encerrada en un armario es exclusivamente un problema suyo. Entiendo que usted se ha plegado a sus deseos de opacidad, discreción, etcétera. Pero esto lo cambia todo. Que sea un buen vino.


CABALLERO DE VARAS




El Emperador recoge todo el sesgo cognitivo machista, ese que incluye códigos de virilidad y masculinidad, de lo que es ser Hombre en un mundo de hombres. Es ese tipo que parece que actúa cuando ya no queda más remedio: es el Salvapatrias. Las sucesivas encarnaciones de este Emperador, desvelan facetas parciales de lo que se supone que es ser Hombre. El Caballero de Varas es el MachoMan que todo Emperador es.

El Caballero de Varas es puro impulso, pura agresividad, pura energía explosiva. Una bomba a punto de explotar en cualquier momento. Usa más la fuerza bruta que la razón, así que no es fácil que puedan resolverse conflictos interpersonales siendo Caballero de Varas. Cree que la fuerza es la que proporciona esa razón que necesita.

Esta agresividad se hace interesante en actividades deportivas o artísticas pero es nefasto para actividades que supongan el ejercicio de cierto tipo de diplomacia, de cierta mesura, de cierta contención. Solo espera resultados, no disfruta en absoluto del momento, del mientras tanto... Así que se muestra impaciente, desconfiado acerca de las habilidades de los demás, inseguro acerca de la capacidad que tienen los demás para enfrentarse a un reto, un desafío, así que hace el papel de Salvapatrias, el tipo que nos sacará de este atolladero. Cae fácilmente en la provocación, en el insulto, en la descalificación al Otrx.

Como Emperador, cree que el mundo está compartimentado en cosas Buenas y cosas Malas. Confunde libertad con violencia: más libre eres si puedes ser tan violento y agresivo como quieras. Y este pensamiento crucial es el que determina el tipo de relación que mantiene con los demás: todo el mundo pretende, si les dejas ser libres, quitarte lo que tienes, robarte. Y la única forma para evitar que eso suceda, piensa este Caballero de Varas, es siendo agresivo. Confunden la agresividad con la asertividad, la ausencia de filtros con la sinceridad y tienen una absoluta incapacidad para reconocer que se equivocan por ignorancia. Como el Emperador, y este Caballero de Varas es la encarnación más exacta de un Emperador en acción, no se equivoca nunca y esta arrogancia de sabelotodo es la que le condena.

Sin embargo, el Caballero de Varas es el único que propone soluciones más o menos creativas para desatascar un problema. Es siempre magnífico tener a un Caballero de Varas en un equipo que defina la estrategia para enfrentarse a una adversidad, pero no es buena idea que lidere el grupo.

El Caballero de Varas es un tipo que necesita público, que necesita ser reconocido, ser apreciado por esa capacidad de ser expeditivo o ultracompetitivo, así que lleva fatal la soledad y la derrota. De hecho, es prácticamente imposible que viva solo y, caso de que lo haga, siempre estará acompañado con alguien, en general, hombres en una hermandad heterosexual. Y es fácil que, ante la derrota, se hunda en un pozo profundo y oscuro como la tumba en la que yace mi amigo...

Las relaciones interpersonales son siempre, para este Caballero de Varas, jerárquicas: él tiene el mando, de una forma o de otra. Bien por imposición, bien porque los demás aceptan ese permanente estado de agresividad competitivo. El Caballero de Varas es el que más folla, el que más mujeres de todas las edades se ha follado a lo largo de la historia de la humanidad, el más homófobo, el más xenófobo, el más fuerte, el que más bebe y mejor aguanta el alcohol, el que más tarde se acuesta, el más excéntrico, el que más rápidamente entra en una pelea, el que más trampas hace para ganar. No busca la excelencia, sino la Gloria o la Fama de Hombre dentro de un mundo de hombres.

La genialidad se esconde en este Caballero de Varas. La creatividad desatada también. La visceralidad. Pero es energía explosiva, del instante, un Big Bang: el Caballero disfruta con la explosión pero no se hace cargo de sus consecuencias más allá de resultado a corto plazo. No son estrategas ni tácticos, no vislumbran las consecuencias de provocar un Big Bang en el mundo que les rodea...

Su capacidad para implicarse en un proyecto a largo plazo que requiera de paciencia, tenacidad o cierto grado de humildad para corregir errores es nula. Creen que viven al día (en el famoso Aquí y ahora) solo porque no ven más allá de resultados cortoplacistas. La vida es una competición en la que todo el mundo pretende lo mismo y él, flamante Caballero de Varas, les demostrará que es el mejor, el que sí que consigue resultados a corto plazo...

El Caballero de Varas, como todos los demás caballeros, es emocionalmente un adolescente, con baja tolerancia a la frustración y que confunde la libertad con algo a lo que llaman "derechos", como si viviéramos en una realidad regulada por leyes invisibles. Así, las elecciones o decisiones que toma este Caballero de Varas son más la capacidad de ejercer un derecho que cree merecer que una acción de libertad o elección individual. Este ejercer un derecho les exime de responsabilidad, no les hace responsables de las decisiones que toman. Así, tienen todo el derecho del mundo a terminar una relación con un mensaje de texto o un email, a no pagar si consideran que han sido mal atendidos en un bar, a pegar a un tipo que esté mirando a su partenaire más tiempo del que el Caballero considera apropiado, a acosar a alguien que les gusta, a no respetar los límites que los demás les ponemos para preservar nuestra salud mental.

El Caballero de Varas, en su amor por el exceso, tiene tendencia a caer en adicciones múltiples. El gusto por los estimulantes y sustancias que le ayuden a mantenerse despierto más tiempo, a ser más creativos, más eficaces, les arrastra hacia preciosas espirales de autodestrucción. Es complicado que un Caballero de Varas reconozca que tiene una adicción a algo: cree, en su ingenuidad adolescente, que lo tiene controlado, que su fuerza mental es mayor que el poder de atracción de la cocaína, el póker o el sexo.

La relación que el Caballero de Varas mantiene con el amor y sus variantes está condicionada por su falocentrismo. Tiene terror a la impotencia pero no a la esterilidad (algo que no contempla). Es ese individuo que considera que su pene tiene vida propia (¡Hasta le pone nombre!), que no visita al urólogo más que cuando su cáncer de próstata está en fase avanzada, que compra Viagra en farmacias alejadas del barrio en el que vive. En el amor y en el sexo, este Caballero de Varas es el que lleva la voz solista, así que llevan fatal que se cuestionen sus habilidades amatorias o la forma jerárquica y machista de enfocar sus relaciones personales.

El Caballero de Varas esconde a ese monstruo que cree que todas las mujeres que andan solas a determinadas horas de la noche o están en determinados bares, son putas follables y que, por lo tanto, dado que están ahí, en ese sitio, a esas horas, puede acosarlas sin que crea estar acosando a nadie. Es el tipo que establece una diferencia entre abuso sexual y violación, el que cree que tiene derechos, como hombre, sobre cualquier mujer en determinadas circunstancias. Es el tipo que no resiste un No por respuesta. Es el tipo que, después de decirle que no, espera fuera, con sus amiguetes (solo no puede hacer nada, necesita público) a que salgas y te siga acosando, asegurando que solo estaba lanzándote frases bonitas. Es el tipo que te dirá que no te pongas así si muestras nerviosismo o incomodidad, que es un buen tipo, que solo le has gustado mucho y ya está, y que cree que tiene todo el derecho del mundo a decirte solo cosas lindas aunque tú no quieras escucharlas. Es el tipo que, en un ataque de furia, usará la violencia.

Tiene, como todos los Caballeros, una cierta incapacidad para resolver conflictos, para reconocer sus propios errores y corregirlos.

¿Y si Consultante es mujer? ¿Es falocéntrica también?

No.

LA Caballero de Varas es la imagen reflejada en femenino, de un Caballero: agresividad, impaciencia, genialidad, creatividad desbordante y sexualidad a flor de piel. No tiene nada que ver con una mujer "masculina" o "que parece más un hombre que una mujer" sino con una persona de sexo femenino que se enfrenta, con uñas y dientes, a la sexualización castrante y masculinizadora del mundo, esa que reduce a la mujer a un papel secundario o accesorio y en el que todo es un acto político. En la versión más machista, este tipo de mujer es una "feminazi" (uno de las etiquetas más repulsivas creadas en los últimos tiempos por el machismo más retrógrado).

LA Caballero de Varas quizá lo es porque hace un trabajo tradicionalmente realizado por hombres, en tiradas relacionadas con la economía, lo que explicaría algunos problemas que puede encontrar en su trabajo al estar rodeada de hombres prehistóricos que aún ven a la mujer solo como carne o madre.

No confundan a LA Caballero de Varas con una lesbiana o cualquier otra sandez referente a su orientación sexual. LA Caballero de Varas no presta atención a este tipo de etiquetas creadas por hombres que creen ser humanistas o liberales. LA Caballero de Varas disfruta del sexo, busca su placer, busca su propia satisfacción. Para un Caballero de Varas está actitud es claramente de Puta. El Caballero de Varas tiende más hacia cierto tipo de promiscuidad que refuerce su concepto de virilidad y masculinidad (una cuestión de cantidad), algo que no necesariamente es así en el caso de una mujer. LA Caballero de Varas elige cuidadosamente con quien folla buscando cierto grado de complicidad sexual, de hedonismo, de diversión placentera con alguien sexy (una cuestión de calidad).

LA Caballero de Varas está en estado de GuerraFría en su relación con los hombres, siempre en estado de AlertaNaranja. Así que, de alguna forma, LA Caballero de Varas es una activista en defensa de los derechos de las mujeres, pero son tan sexistas como un hombre, así que separan el mundo entre cosas que pueden hacer las mujeres y algunas cosas que también pueden hacer hombres. LA Caballero de Varas es una representante del Feminismo como una forma política permanente que no pretende cambiar el sistema ni hacerlo más justo, solo pretende que una mujer tenga los mismos derechos que un hombre y que un hombre sea Co-Responsable en las responsabilidades inherentes de una mujer. Porque LA Caballero de Varas cree que un hombre, por ejemplo, no se puede encargar de la crianza de un bebé, solo, sin la ayuda necesaria y aparentemente imprescindible de una mujer. ¡Y mucho menos si es niña!

Así que LA Caballero de Varas es una feminista 24x7, del mismo modo que un Caballero de Varas es un machista 24x7 pero solo en el terreno de lo social, de la economía, de la reivindicación de determinados derechos. En el interior, en la casa, siguen agradeciendo que un hombre se encargue de mantener la casa limpia, que ponga lavadoras, que quite la ropa que se está secando cuando caen las primeras gotas de lluvia, que se lleve a su hijo a dar un paseo si se sienten agobiadas (¡porque LA Caballero de Varas no se agobia!).

¿Y si aparece esta carta como respuesta a la pregunta, ¿Hoy, qué...?...

Oh, Consultante! Prepárese para defender sus derechos: la injusticia se cierne sobre usted y deberá defenderse con uñas, dientes y lo que tenga más a mano. No se deje impresionar, pero no actúe irreflexivamente. O quizá está en su derecho a estar hartx y no soportarlo más y a manifestarlo, a hacer valer sus derechos reales o imaginarios. Alguien tratará de abusar de su confianza, alguien quizá le discuta su derecho a tatuarse lo que le da la gana, alguien quizá intentará sobornarlo o corromperlo. Quizá tenga que decir que No a alguien a quien respeta o ama...

Quizá ha llegado el día en el que debe tomar una decisión, no puede demorarlo más. Quizá ha llegado ese día en el que debe mostrar respeto hacia sí mismx, el momento de levantar la mano y pedir su turno de palabra, ha llegado el momento de tomar partido, de opinar, de implicarse en algo aún a riesgo de que salga mal. Hoy es ese día trascendental en el que hay que enfrentarse de cara al miedo...

A. habla: << Un/a Ex me ha pedido pasar una temporada corta en mi casa: se ha quedado sin trabajo, no tiene dinero para alquilar ahora. Además tiene una niña pequeña. No sabe cuánto tiempo se va a quedar, ni yo se si es buena idea. Una parte de mí dice que podría ayudarle, otra dice que es mejor que se quede donde está. ¿Qué hago? ¿Qué le digo? >>




CASO 1: A es hombre, B. es mujer

Oh, estimado Consultante! Es una buena idea. Mantiene aún un resto de cariño y afecto que no necesariamente es amor con esa B. tan volcánica. Pero es extremadamente importante que fije los límites de la ayuda, el cómo, el cuánto tiempo. Sea firme y fije sus condiciones con claridad porque esa B. tiene tendencia a imponer su voluntad de una forma u otra. No se deje avasallar por esa fuerza de la naturaleza que ahora está en horas bajas...

CASO 2: A. es mujer, B. es hombre

Oh, estimada Consultante! Aún mantiene un resto de afecto por B. Pero B. está ahora de bajón, sin ideas, sin valor para enfrentarse a la adversidad, un cobarde que espera que alguien le ayude, que fíjate que mala suerte o que trabajo de brujería o cualquier otra sandez que sirva para camuflar que es profundamente irresponsable. Pero fije con todo lujo de detalles las condiciones en las que va a ayudar, las normas de su casa, el cómo se hacen las cosas, las horas de entrada y salida y, sobre todo, una fecha de salida. Ese Reina de Varas amenaza con alargar la estancia más de lo razonable.

CASO 3: A. es hombre, B. es hombre

Oh, estimado Consultante! Aún mantiene un rescoldo de cariño por ese individuo que, si no pone límites, se aprovechará de su bondad y generosidad. Sea firme, claro, conciso. En este momento, B. se muestra tal y como es: un Niño Irresponsable y Cobarde, alguien que no se atreve a tomar decisiones, pero alguien que invade. Así que fije, con exactitud, hasta cuándo y bajo qué circunstancias va a acoger a ese hombre en su casa...

CASO 4: A. es mujer, B. es mujer

Oh, estimada Consultante! A pesar del cariño que aún pueda sentir por B. usted sabe que B. es una mujer que tiene tendencia a imponer su voluntad. Establezca las normas de la convivencia, los límites del respeto, las condiciones para convivir juntas. Sea fuerte y no permita bajo ninguna circunstancia que la esclavice o se aproveche de usted. Esa B. es una fuerza de la naturaleza que está en horas bajas, pero sabe cómo manipularla. Esta vez, ponga barreras infranqueables, sea firme.


EL CABALLERO DE COPAS




El Emperador más "espiritual", se encarna en el Caballero de Copas. Este aparente espiritualismo del Emperador solo lo es por oposición a los estándares de masculinidad y virilidad de hombre, de forma que practica un feminismo paternalista, un cierto apego hacia la Naturaleza y un cierto desapego hacia la economía y sus variantes, lo que les hace parecer más "conectados" con el mundo.

El Caballero de Copas rechaza, casi por principios, los valores tradicionales sobre los que se asienta determinado tipo de masculinidad. Cierto rechazo a la violencia, cierto amor por los animales y las plantas, cierta compasión por los que sufren injusticias, ciertos deseos de colectivización o de construir comunidades, cierta cercanía con trabajos artesanales y cierto rechazo hacia el exceso de tecnología están en el Caballero de Copas. La capacidad de negociación y de diálogo, de llegar a acuerdos, de resolver conflictos en los que deba tenerse en cuenta el factor humano también están aquí. Es este aparente alejamiento de los valores tradicionales de individualismo, competencia y mercado, los que convierten a este Caballero de Copas en "espiritual", frente a Lo Material del Caballero de Oros.

El Caballero de Copas no tiene la agresividad del Caballero de Varas ni el conformismo de Oros ni es ese juez/fiscal/policía de Espadas. El Caballero de Copas practica un tipo de igualitarismo paternalista o un machismo de baja intensidad. Tiene tendencia al buenismo (ser Buena Persona está en este Caballero casi como un fin en la vida), a estar en el punto medio y a rechazar los extremos.

El Caballero de Copas gestiona razonablemente bien emociones positivas (alegría o sorpresa) y neutraliza, con buenas palabras, la tristeza, el asco o la ira. Tienen cierta habilidad para escapar del miedo que provoca la violencia de Otrxs o para neutralizar esa violencia. Manifiestan su disconformidad con el patrón masculino o de virilidad definido por el Emperador a través del vestuario y de una cierta actitud de desapego aparente ante lo mundano.

El Caballero de Copas es el practicante de la falsa humildad y la falsa modestia, esa actitud repugnante del que parece que se avergonzara de sus éxitos. Esa falsa humildad es la que le impide leer periódicos contrarios a su ideología política, la que le hace afín a causas perdidas de antemano o que conllevan cierta "conexión": la eliminación de la pobreza y del hambre en el mundo, la distribución de la riqueza y esa visión totalizadora que convierte a los políticos en poco menos que ladrones, estafadores y vividores sin escrúpulos, etcétera. El buenismo del Caballero de Copas lo aleja de la vida real de las personas y lo acerca hacia cierto tipo de mesianismo de salón, de bar, de club social. Tienen serios problemas para identificar al Ego (¡qué gran invento!) y hacen ostentación de lo "diferentes" que son porque lo controlan con esa falsa modestia.

El Caballero de Copas tiene tendencia a ser cariñoso, generoso con su tiempo, abierto a cierto tipo de hedonismo o disfrute de la vida tal y como es. Mantiene sólidos vínculos familiares, especialmente con mamá o con hermanas, busca construir familias emocionales o elegidas, son leales y practican cierto tipo de fidelidad que no necesariamente casa con los patrones de fidelidad definidos por el Emperador (la promiscuidad sexual como equivalente a cierto tipo de HombreMacho no está en este Caballero de Copas, pero sí la promiscuidad emocional o la capacidad para tener relaciones de confianza recíprocas, un cierto tipo de intimidad, con personas de distinto sexo).

El Emperador "espiritual", ese que está concienciado con el medio ambiente, que es un contribuyente a alguna Organización Humanitaria pero no un activista, que aborrece la pobreza (y por eso interés en erradicarla) y la enfermedad (el miedo a caer enfermo y morir entre espantosos dolores), que es generoso con su tiempo y que pretende ser Buena Persona Intachable (el gran sueño de que en su lápida ponga esa frase, Fue Un Buen hombre...), ese se esconde en el Caballero de Copas.

El Caballero de Copas se comporta conforme a lo que le han enseñado papá y mamá de cómo se es un Buen Hombre. Así en lugar de usar esa especie de violencia explosiva del genio del Caballero de Varas, o la mirada paranoica del Caballero de Espadas o esa tasación silenciosa del Caballero de Oros, usa un tono más suave y moderado, más conciliador, con más sentido del humor, vagamente paternalista con las mujeres por las que siente algo a lo que llama amor, según la definición de Amor Romántico y Caballeresco. El Caballero de Copas, en su afán de ser tan buena persona, llega a ser excesivamente almibarado, excesivamente edulcorado para el Caballero de Espadas, muy hippie para el Caballero de Oros y contrapunto perfecto para un Caballero de Varas (poli bueno/poli malo).

Sexualmente el Caballero de Copas tiende hacia cierto tipo de languidez amatoria, hacia cierto modelo de pasividad. Aunque es capaz de gestionar sus emociones de una forma correcta, tiene más dificultades para expresar sus verdaderas necesidades o fantasías sexuales. Esta pasividad puede ser confundida con cierto conservadurismo o cierto talante monacal: es la vergüenza de no querer ser un Caballero de Varas falocéntrico. Porque el caballero de Copas pretende distanciarse de todos los demás Caballeros, establecer un cordón sanitario con ellos, ser Emperador sí, pero un Emperador amado y venerado por sus súbditos gracias a que él hace muchas cosas por ellos. Un Emperador magnánimo y benevolente, respetuoso con los demás, un emperador que escucha al pueblo, a su gente, a su tribu, a su familia, a su pareja, pero amante de la norma, de lo Bueno, del Bien. Así que es un compañero fiel que no propondrá ningún experimento amatorio más allá de ciertos elementos más o menos tradicionales, pero aceptará gustoso cualquier propuesta, más o menos incluida en el catálogo de parafilias y perversiones que ese Caballero de Copas esconde en los meandros más profundos de su cerebro.

No es fácil que el Caballero de Copas tome la iniciativa a la hora de empezar una relación erótico sentimental. Alejarse de los patrones de virilidad y masculinidad del Emperador supone evitar ser un Plácido Domingo (o alguien que se abalanza con agresividad y violencia, cual Caballero de Varas, sobre cualquier mujer que Él (el Caballero de Varas) considere que debería sentirse pri-vi-le-gia-da de que Él (el Caballero de Varas) fije su mirada sobre ella, pobre mujer con aspiraciones de...), algo que disfraza con timidez.

El Caballero de Copas solo lo es por edad (alrededor de la treintena en hombres, a finales de la veintena en mujeres) pero no por experiencia. Así que siguen los patrones de lo que se supone que es una "Pareja Feliz", con sus normas, sus derechos, sus obligaciones y sus prohibiciones y autorizaciones, pero felices, comiendo perdices, como papá y mamá que llevan toda la vida juntos y son felices, pero con cariño, con confianza, con afecto sincero, buscando cierto estado de paz ¿no?.... Es machista de baja intensidad, micromachista, con cierto tono condescendiente. En condiciones ideales es el perfecto acompañante de una Reina de Varas.

¿Y si Consultante es mujer?...

Si Consultante es mujer es aún una Niña de Mamá, una mujer que aún no se ha independizado emocionalmente de la opresión de la Papisa. LA Caballero de Copas aún no ha sido madre y aún mantiene un vínculo meridianamente tóxico con su mamá.

El Caballero de Copas solo lo es por edad y, en este sentido, no hay apenas diferencia en la interpretación de esta carta entre un hombre y una mujer. Pero en el caso de Ellas están limitadas y restringidas por los pensamientos ultracastrantes y represivos de la Papisa: toda esa filosofía que impide que una mujer pueda disfrutar del sexo y del amor tal y como podría hacerlo UN Caballero de Copas. Así, mientras que Ellos son personas que van perfeccionando su forma de estar en el mundo, más cercana hacia cierto igualitarismo, ellas son mujeres reprimidas sexualmente, retenidas por una Papisa que les impide experimentar, probar y equivocarse, así que se dedican a ayudar a los demás, a mostrar buenos sentimientos pero no a implicarse emocionalmente con nadie. LAS Caballeros de Copas solo son Sotas de Copas que han envejecido sin experiencias transformadoras. Así, mientras LOS Caballeros tienen ciertas habilidades sociales y son conocidos y reconocidos como Buena Gente, LAS Caballeros de Copas no tienen relaciones de amistad íntima sin sexo con hombres pero sí con mujeres, es decir, se muestran siempre tímidas, recatadas y sosas con hombres, casi parecen asexuadas.

No es una carta muy buena si Consultante es una mujer, porque implica un cierto infantilismo emocional que ya no se supone en una mujer que ronda los veintibastantes. No digo nada si Ella tiene ¡más de treinta!.... Aún se comporta como una Sota de Copas, aún tiene miedo irracional a las relaciones sentimentales y aún no se ha implicado (o enamorado) verdaderamente de nadie, aún no ha sufrido ningún desengaño o pérdida que la haya hecho madurar (Y ser Reina) o aún no ha sido madre, única forma que una mujer tiene para librarse de esa Papisa. A LA Caballero de Copas le resulta absolutamente indiferente el sexo.

LA Caballero de Copas tiende hacia la sumisión, el recato, la discreción, un cierto grado de obediencia. No tiene un punto de vista personal acerca de cómo desean estar en el mundo, así que están adaptadas a la sociedad machista en la que viven, desviando la atención hacia cierto tipo de "espiritualidad" relacionada con el medio ambiente, las misiones humanitarias en territorios devastados por la miseria, las profesiones o trabajos enfocados hacia la ayuda social, un cierto tipo de bondad y empatía (la de las monjas católicas)... LAS Caballeros de Copas no son otra cosa que lo que se supone que es una Buena Mujer pero no tienen opinión sobre sí mismas, no saben qué buscan, no saben qué necesitan, solo se vuelcan en los demás... De alguna forma, LA Caballero de Copas renuncia al Amor y sus vericuetos... El miedo a equivocarse, a elegir un mal compañero y no saber cómo deshacerse de él si la cosa no funciona, el terror a ser usada nada más como carne follable y otras lindezas de Papisa conducen inevitablemente a LA Caballero de Copas hacia una crisis profunda que explota en torno a los veintisiete/veintiocho años, porque a esa edad, aún no han conocido el Amor furioso y visceral, ese que es puro deseo, eso que es lo más parecido a un amor a primera vista, aún no se han enamorado, aún no han llorado por amor...¡Y creen que, a esta edad, ya no será posible!

LA Caballero de Copas está a pocos metros de renunciar al amor carnal y sexual, al enamoramiento devastador, está a punto de renunciar a encontrar el Amor a una persona, así que lo reemplazan por un amor al trabajo, amor a las amigas, amor a las mascotas, a las plantas, a los niños africanos que sufren desnutrición... Tienen un pensamiento tan buenista como el de LOS Caballeros, mezclado con elementos de cultura religiosa (Los rayos de colorines de la Metafísica cristiana, los dioses o diosas, ángeles, demonios y otras entidades, los mensajes de motivación, cierto tipo de feminismo de salón, etcétera) y aforismos ultraconservadores...

¿Cómo afronto el día de hoy, Oh Tarot?

Oh, Consultante... Las temibles fuerzas de la oscuridad le rodean y le envuelven cual presa de boa constrictor y amenazan seriamente su buen humor, su simpatía y su alegría. Adopte la forma de un Caballero de Copas: ante los errores que los demás pudieran cometer, sea benevolente; en las conversaciones que mantenga hoy relacionadas con sus derechos laborales o referentes a su dignidad como persona, escuche, calme, negocie, tienda puentes constructivos, busque primero lo que los une y no lo que les separa...

Si es usted mujer, Oh Consultante, hay que entender que se encuentra o en una prisión de máxima seguridad o en un hospital o en un manicomio porque esta carta le pide que se deje de rebeldías y de motines y se comporte como UNA Caballero de Copas: de una forma obediente, disciplinada y con cierto estado de sumisión. Que se haga invisible y colabore sin más, como si estuviera lobotomizada (sonrisa desquiciada incluida). Así evitará más conflictos innecesarios. Aún no ha llegado el momento de escapar...





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