AS DE PENTACULOS




Esa carta es el AS DE PENTÁCULOS u OROS del tarot diseñado por Arthur Edward Waite y dibujado por Pamela Colman-Smith: una mano divina ofrece un pentáculo dorado; al fondo se vislumbra un jardín y, más allá, montañas.

Para los miembros de la Orden Hermética de la Aurora Dorada (Golden Dawn) de la que Waite formó parte, el Pentáculo es un símbolo de la divinidad que se muestra en la materia. Regardie señala, en "La Aurora Dorada, Volumen III", que ese pentáculo debe usarse para hacer cualquier trabajo con la naturaleza o en el que esté implicada la naturaleza. El Oro de la moneda es la imagen de la luz solar y, por lo tanto, de la inteligencia divina: el corazón es la luz del sol en el hombre del mismo modo que el oro es la luz del sol en la tierra. De este modo, ese pentáculo en una moneda de oro simboliza un regalo que los dioses conceden al consultante en forma de bien espiritual o iluminación suprema, un regalo. De alguna forma, Waite y otros miembros de la Orden Golden Dawn creían que la divinidad rige nuestras vidas de una forma que no podemos comprender: las ideas, los regalos, la fortuna, dependen de los dioses y está en nuestras manos aceptarlos o no.

El jardín es un símbolo de la conciencia frente a la selva y la naturaleza salvaje, ya que las plantas y las flores aparecen sometidas, ordenadas, seleccionadas y cercadas. El jardín también remite a la idea de lugar en el que se esconden tesoros. Es un emblema femenino, es decir, receptivo. La montaña se asimila a la idea de ascenso, siendo su cima el punto en el que se juntan cielo y tierra. Para Rene Guenon, la montaña es un lugar inaccesible o dificilísimo de encontrar y simboliza la idea de la totalidad. La puerta del jardín con forma de mandorla refuerza esa simbolismo de unión entre cielo y tierra o totalidad. Que el jardín aparezca florido y verde habla de fecundidad, es decir, de esplendor.

En un primer nivel de interpretación, el AS DE OROS remite a un principio en sentido puramente material (una idea de negocio, la llegada de una herencia, el inicio de unos estudios, el retiro ascético a un templo budista, etcétera) que, bien aprovechado, usando toda la habilidad y voluntad del consultante, le proporcionará lo que realmente necesita: cierto grado de bienestar (el jardín), cierto punto de equilibrio y felicidad (atravesar esa puerta y penetrar en el jardín fecundo y fresco) y con esfuerzo y tenacidad, cierto grado de éxito (la montaña).


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Alguna pregunta?