DIEZ DE PENTACULOS



Ese que ven ahí es el DIEZ DE PENTÁCULOS del mazo dibujado por Pamela Colman-Smith siguiendo las imprecisas y abstractas descripciones que Arthur Edward Waite escribe para cada carta. En esta, según Waite, se ve a una pareja con un niño. Junto a ellos, "un misterioso anciano" acariciando dos perros blancos. Están a la entrada de una propiedad o hacienda.

Los perros, son emblemas de la fidelidad del mismo modo que el león es emblema de valentía. El "misterioso anciano", con una capa en la que aparecen dibujados distintos sigilos hace referencia al Tiempo como sujeto revestido de experiencia. Los pentáculos forman un Arbol de la Vida cabalístico y, por ser oros, se corresponden con Asiah, el plano físico denso o uno de los Cuatro Mundos Cabalísticos.

En una interpretación de primer nivel la palabra clave de esta carta es la Riqueza en el sentido de no saber muy bien cuánto se tiene porque, al tener tanto, todo pierde su importancia absoluta. Es una carta de transición hacia Varas: una vez alcanzado el techo de lo material (de tener un patrimonio de 68.000 millones a 69.000 no hay apenas diferencia, de tener una casa con más habitaciones que habitantes a tener dos o cien, no hay apenas diferencia), vivir requiere de una acción creativa, constructiva. Eso o el conformismo, la pereza, la indolencia, flotar en el mar de la tranquilidad esperando que una brizna de viento empuje las velas y sintamos algo parecido a avanzar. Es una carta de inmovilización consciente, de agotamiento de vida. Como si sólo esperáramos la muerte porque la vida no tiene nada que ofrecernos que sea interesante o que entrañe algún riesgo. Es instalarse en una rutina que puede ser formidable para el/la consultante aunque a los demás nos parezca lo más parecido al Infierno.

Un DIEZ DE OROS en copas habla de una situación confortable en la que el amor se ha convertido en fraternidad o en amistad, en el que ya no se espera nada más que las cosas sigan como están pero sin hacer nada, ni para mejorarlas ni para empeorarlas. En Espadas, esta carta es un recordatorio para eliminar la queja constante, abandonar los pensamientos paranoicos que nos hacen creen que el mundo conspira contra nosotros y que tenemos mala fortuna. En Varas, es una carta que indica que todo lo que se podía alcanzar en el plano material ya ha sido alcanzado y que es un indicio de parálisis, de aburrimiento y conformismo. El DIEZ DE OROS evoluciona hacia Varas: cuando ya se ha alcanzado la perfección material hay que empezar a alimentar al alma o espíritu.


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