EL CARRO en BINAH (Tríada de las Raíces)

El Carro del Tarot SOPRAFINO


¿Cómo es la realidad en la que vive El Carro? ¿Cómo se comporta? ¿Cómo se muestra en el terreno de lo mundano? ¿Qué implica, para el/la consultante, que este Arcano ocupe la posición 3 de la tirada tarológica de la Triada de las Raices o del Arbol de la Vida?

El cuidado excesivo por el aspecto personal es una de las primeras cualidades visibles del Carro así como una adaptación a la moda superlativa pretendiendo tener un estilo propio y personal. El Carro pretende ser Original, distinto de la mediocridad que le rodea: más elegante que la Elegancia, más tradicional que Lo Tradicional. Es por ello que suele ser extremadamente educado y cortés, tímido (la vanidad es cómplice de la timidez), respetuoso con el que considera "superior", despótico con el resto. Trata de aparentar que nada le afecta o que no llora nunca, lo que es cierto, porque no hay sustrato emocional debajo, sólo Ego.

El Carro, en ese afán de perfección y de distinción de esa masa informe de descerebrados que le rodeamos, sólo presta atención a la superficie de las cosas pero no las vive. No se integra en la corriente fluida de vida que le rodea ya que eso supone incluir un componente emocional en todo lo que hace o dice y eso es imposible para El Carro. El disfraz de triunfador, de héroe casa mal con las emociones. No tiene empatía y, por lo tanto, es incapaz de ver más allá de su ombligo. Un disfraz que esconde un Niño Herido (si les gusta ese tipo de terminología) o un adolescente perpetuo, sin madurez para aceptar la responsabilidad de lo que hace. El Ego es El Carro. No hay un Si-Mismo más allá del Ego.

El Carro es pura vanidad, así que pasará gran parte de su tiempo hablando de sus inmensas cualidades, de la firmeza retrógada de sus convicciones, de su moralidad férrea... pero es Vanidad (Dime de qué presumes y te diré de qué careces).

El Carro oculta su terror al Otro con la Soberbia, la arrogancia y cierta actitud de superioridad moral frente a otros. Pero siente pánico ante la soledad. Sometido al imperio del estereotipo y el cliché, suelta frases de esas que suenan bien y que aparentan ser reflejo de un pensamiento profundo pero que no son más que Frasecitas Buenistas con la profundidad de una charca. El Carro tiene un ideal de perfección estereotipado y, en muchos casos, desfasado respecto a los tiempos. No tienen mente abierta, reprimen cualquier exceso excepto el de la seriedad, la formalidad y la violencia.

Porque, para El Carro, la vida es "una lucha". Usa muchas palabras relacionadas con las guerras, la violencia, el esfuerzo titánico, la heroicidad. Presumen de cierto tipo de hipersexualidad (masculina o femenina, es lo mismo), de la facilidad para "conquistar" a alguien. Se preguntan si el Otro les ama: son plenamente conscientes de ser puro trampantojo, de no sentir y emocionarse, de no dar nada porque no hay nada que dar si no se recibe primero algo a cambio.

El Carro, siempre estéticamente perfecto (limpieza exhaustiva de su casa, cuidado personal excesivo, pulcritud en el vestuario), es un excelente relaciones públicas. Un estupendo vendedor de sí mismo que no tiembla con la posibilidad de traicionar a un miembro de su familia si fuera necesario y encontrar argumentos para hacerlo. Jamás se disculpan y no reconocen sus equivocaciones. Es extremadamente complicado mantener una conversación sana con El Carro porque nosotros, oh pobres mortales limitados, estamos hablando con Su Ego y ya saben que Ego se exalta con cualquier cosa que parezca un ataque a su Perfección Ilusoria.

Son provincianos, esto es, tienden a acotar su territorio en lugares pequeños: barrio, distrito, ciudad. Se creen conocidos de todo el mundo y constantemente están vigilando mantener la corrección de formas, no llamar la atención. A la vez, quieren ser originales respecto a lo "normal". Lo "normal" del Carro podríamos definirlo como un esfuerzo de hiperrealismo que convierte la realidad en una ficción, algo aparente modificable por el individuo, ya sea del entorno como de las personas que le rodean. De esta forma, El Carro buscará arquetipos de belleza nada más y tratará de que ese Arquetipo de Belleza elegido se comporte como es debido para lo que no dudará en usar todos los recursos a su alcance: el tono desafiante, la agresividad verbal y física, la manipulación, el engaño o la traición.

El Carro siempre tiene una actitud pasivo-agresiva. Es completamente incapaz de pedir ayuda y si presta ayuda se encargará de recordarlo durante décadas. Pero justo por lo mismo son fácilmente manipulables, ya que basta ofrecerles unas migajas de gloria o fama (un ascenso a un cargo con un título que incluya alguna variante de la palabra "Director") para que acepten ser tratados como esclavos (ascenso que no incluye más que una subida microscópicamente pequeña de sueldo frente a un incremento desproporcionado en las horas de trabajo sin que por ello tenga más responsabilidad).

El Carro tiene ideas cuadriculadas, todo es blanco o negro, todo es normal/anormal, la mayoría de la gente que piensa diferente a él está "loca". Usan palabras despectivas para relacionarse con las personas y están tan profundamente instalados en el heteropatriarcado que viven en un estado de represión permanente, pareciendo más personas de otros tiempos, de la era Pre-Internet...

Pero imaginen y sumen lo que saben del Carro a lo que leen aquí y verán que su aparición en una tirada les llevará más lejos. Imagínense con El Carro en su tirada, imagínense con 13 años, en esa época dorada para algunos de los primeros amores, los primeros besos, los celos desatados, la incapacidad para resolver conflictos, el ego desatado.... pero, diviértanse.


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