EL CARRO en KETHER (Tríada de las Raíces)

El Carro del Tarot SCHOFFHAUSE


¿Qué impulsa a la acción al Carro? ¿Cómo actúa, qué le mueve a hacer o no, a decir o no? ¿Qué implica para el consultante que este arcano aparezca en la primera posición de la tirada tarológica de la Tríada de las Raíces?

Una Voluntad de Triunfo y Reconocimiento Público, sea lo que sea ese Reconocimiento. Es la Voluntad de alcanzar la posteridad, de desafiar al tiempo y a las leyes de la Naturaleza (tienden a ocultar su verdadera edad, por ejemplo), de aparecer en los libros de historia (esa obsesión de algunas personas de "dejar huellas" en otros). No hay ambición sino codicia. No hay compasión, ni piedad.

Es la Voluntad del Triunfador para el que los fines justifican cualquier medio. Sólo creen en sí mismos, una fe ciega en que pueden vivir como todos esos millonarios que parece que están siempre de vacaciones en islas paradisíacas, rodeados de mujeres y hombres bellas y hermosas, con status, respeto (pareciera, en algunos momentos, que la palabra la hubiera inventado este Arcano), poder (o más bien la falsa sensación de poder que proporciona ser Propietario De Cosas Y Personas/Mascotas) y eterna juventud (o más exactamente, adolescencia que se alarga en el tiempo).

La Voluntad del Carro es siempre servil con los poderosos, o los que él cree que son "poderosos", y tiránica con los que él considera inferiores. No existe Igualdad ni Fraternidad más allá de la estrictamente necesaria para alcanzar sus fines y la Confianza no es su principal virtud. El Carro en Kether, miente y oculta y, por lo tanto, desconfía.

El Carro tiene la determinación y osadía, que no valentía, necesarias para alcanzar unos objetivos banales e inconsistentes: quiero tener dinero, quiero tener rubias/os junto a mi, quiero viajar por el mundo en cuanto tenga dinero, etcétera, etcétera. Trata de conservar lo que va atesorando (la avaricia del Carro es proverbial) mediante la sobreprotección, la sobrevigilancia y el control. Obsesivos de la limpieza, el orden y la pulcritud su acción siempre se encamina hacia una Perfección imposible.

Necesitan siempre público y, por lo tanto, no saben vivir en Soledad, no saben convivir con sí mismos y necesitan siempre de la compañía de otros. No son la fidelidad ni la lealtad una cualidad del Carro y no son especialmente cuidadosos custodiando secretos de otros. Su voluntad de ganar puntos frente a un tercero siempre pesa más que una buena amistad.

Es una Voluntad que se agota en sí misma por las labores de conservación de lo que se tiene mientras se lucha por conseguir más y más, siempre insatisfecho, el Carro sufre de estrés y de ansiedad. Sin ninguna idea de cómo cuidarse a sí mismo estando solo, el Carro necesita siempre de Otro. Sin ese Otro, no son más que almas vacías e insomnes, agotadas física y mentalmente, sin rumbo, ni dirección.

Pero imaginen... ¿su presupuesto de ropa al mes es más que el de alimentación? ¿cuentan pequeñas mentirijillas sin importancia a sus amigos? Cuando compran algo bello en una tienda y se lo cuentan a alguien, ¿añaden lo que le ha costado, especialmente si es una ganga o un saldo o un descuento? ¿adoran la perfección? .... pero sueñen, inventen, añadan o eliminen, hagan su voluntad y diviértanse.


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