LA TORRE en KETHER (Tríada de las Raíces)

La Torre del tarot ANSATA


¿Qué Voluntad guía a la Torre? ¿Qué tipo de fuerza vital es la de la Torre? ¿Qué acciones caracterizan a una persona que, en la posición 1 de la tirada del Arbol de la Vida, aparece este Arcano XVI?

La Torre siempre aparece detrás del Diablo. En su origen, la Torre es el retrato del Infierno, del castigo divino, de la ira de Dios. Este texto de Juan Crisóstomo lo explica mejor: << Cuando alguien es condenado al fuego pierde, por supuesto, el reino, y éste es el mayor castigo. Ya sé que muchos tiemblan ante el solo nombre de la gehena, pero para mí la pérdida de esta gloria superior es mucho más terrible que los tormentos de la gehena […]. La gehena es una cosa intolerable, es un castigo temible; pero aunque nos amenazaran con mil gehenas, no sería nada en comparación con la pérdida de esta gloria destinada a hacernos eternamente felices; ¡qué suplicio ser un objeto de repulsa para Cristo, oír de su boca: “No te conozco”; ser acusado por Él de no haber querido darle de comer cuando se encontraba necesitado. >>

La Voluntad de la Torre es implacable, determinante, feroz, sin el más mínimo asomo de compasión. Una voluntad ciega, impulsada después de años de humillaciones y desgracias. La Voluntad de la Torre no conoce de la piedad ni de la dulzura, sólo es la manifestación de la Ira. Es una voluntad colérica en el mismo sentido que la de Dios, esto es, sólo Dios juzga, conforme a su criterio, quién debe salvarse y quién debe caer en el olvido. Es una Voluntad guiada por el hartazgo o el cansancio, por el aburrimiento y el hastío, por la humillación constante y el descrédito. Es la Voluntad de alguien que tiene capacidad para obrar de una forma que aparentemente parezca impulsiva, pero que es el fruto de largo tiempo de maduración, esperando las condiciones precisas y adecuadas para poner fin a una situación incómoda o desagradable.

En un sentido más "positivo", es una carta que, en la posición 1, en Kether, habla del Egoísmo Sano del consultante, esto es, la capacidad para decir "No quiero". Y en este sentido, la Voluntad que practica el Egoísmo Sano adopta simbólicamente la forma de esta torre herida por el rayo.

Ahora somos nosotros ese dios que lanza su fuego destructor, esa voluntad de desprendernos de los superfluo o lo sobrante, capacidad para trasladarnos a otra ciudad, cambiar de casa, cambiar de trabajo, eliminar a personas molestas o incómodas, mantener cierta independencia, cierta capacidad para tomar decisiones dolorosas, para romper una relación si fuera necesario. Enviamos al Infierno del Olvido a todo eso que nos hace daño. Una Voluntad que refleja una autoestima alta, con muy alta tolerancia a la frustración y al desencanto. Una voluntad capaz de todo eso que nos hace felices, aún a costa de destruir o eliminar.

Pero, recuerden, esto no es más que un indicio. Experimenten siendo Torres por un día, practiquen el Egoísmo Sano y añadan su experiencia a lo que saben de la Torre... y verán!


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