LA EMPERATRIZ en YESOD

¿Qué implica, para LeConsultant, que esta Emperatriz aparezca en la posición novena de la tirada del Árbol de la Vida? ¿Bajo que circunstancias puede encontrarse LeConsultant para que aparezca este Arcano III en Yesod? ¿Qué añade Yesod al sentido alegórico de La Emperatriz?

Yesod es la alegoría de Nuestra Imagen en el Mundo, nuestro disfraz, nuestra puesta en escena. Un disfraz en el que, simultáneamente somos Emperatriz en Netzach y en Hod y en el que solo Tipheret aporta algo de lucidez o cordura. Así, La Emperatriz en Yesod es la alegoría de la Autoridad pero no del Poder (para ese papel está El Emperador). Le Consultant se encuentra en una situación o frente a un dilema que requiere de un golpe de autoridad, es decir, reconducir una situación que, por razones que poco importan pero que están relacionadas con cierta inacción o pasividad de LeConsultant, se está convirtiendo, poco a poco, en un verdadero obstáculo insalvable. Esta carta sugiere que esa situación puede reconducirse si y solo si LeConsultant reestablece cierto grado de normalidad, cierto estado de Pax Romana. Y este reestablecimiento supone mantener cierta coherencia con lo que cree en lo más profundo (la Emperatriz de Tipheret), haciendo lo que haya que hacer aunque sea doloroso (la Emperatriz en Hod) o imponiendo un sistema absolutista, en el que LeConsultant fija qué deben hacer los demás, cómo deben hacerlo, cuándo y por qué (la Emperatriz en Netzach).

Esta carta sugiere que LeConsultant se enfrenta a decisiones difíciles relacionadas con miembros de su familia (biológica y emocional), que requieren planificación, coordinación, sangre fría y determinación sin olvidar nunca que estamos hablando de personas con las que LeConsultant mantiene un vínculo afectivo de cualquier naturaleza (madre/pàdre, hijo/hija, empleado/empleada, jefa/jefe, amigo/amiga, suegra/suegro.... y cualquiera que considere como "familia"). Cualquier decisión que tome estará sometida a las leyes implacables del Imperio de la Normalidad, aunque está dispuesto a renunciar a alguno de sus principios inamovibles como un mal necesario. Más principios inamovibles, más Emperatriz...

Pero quizá ustedes vean otra cosa, quizá no vean a alguien que debe tomar las riendas de un asunto que se ha desbocado, dislocado o descolocado, o quizá no vean a alguien que ejerce la Autoridad de una forma inequívoca, la Autoridad de saber qué es lo moral y éticamente correcto y cómo debe hacerse para no chocar con las leyes invisibles de la urbanidad y la cortesía y vean a una especie de diosa omnipotente. Oh, pero ¿no es lo mismo? Diviértanse!