La Corte (II): EL PAPA (La Via Alegórica)



El Papa es la autoridad moral, el representante de dios en la tierra, el jefe supremo de un estado absolutista, sin ningún tipo de democracia interna ni debate y en el que se supone la Infalibilidad como fuente de Poder. En este sentido puede interpretarse como la alegoría de la Perfección Inalcanzable, la imposibilidad de que el Papa, por muy referente moral que sea, pueda alcanzar la perfección. De hecho, el absolutismo del estado vaticano en el que el papa es Jefe de Estado (o Emperador) es, en sí mismo, incompatible con esa perfección. El Pensamiento ünico está aquí encerrado.



La tercera corona de la tiara (el sombrerito del Papa) establece la supremacía de la Iglesia sobre la Monarquía o el Imperio y la estableció el papa Benedetto XII en 1342. De ahí que, en el tarot, ocupe una posición superior respecto a los otros poderes terrenales, La Emperatriz y el Emperador (III y IV respectivamente). Este punto de vista, la prevalencia de las leyes de moralidad cristiana (o vaticana) sobre las leyes de los ciudadanos se ha mantenido intacta, incluso en mazos del siglo XXI. En este sentido, el Papa es la alegoría de las Reglas de Moral Sexual Femenina de toda índole que limitan o restringen la libertad del individuo, normas castrantes que le impiden desarrollarse como persona, normas sobre las que no hay opinión ni unto de vista, se aceptan sin más, por encima de lo que el poder civil determine. Por ejemplo, culpabilizar a una víctima de violación es suponer que son las mujeres, con sus pérfidos encantos, con su lascivia infernal, las que conducen a los hombres a la perdición. Y eso es una idea de Papa, de hombre. Rechazar el aborto por razones distintas a las necesidades o deseos de una mujer cuando la ley lo permite, es anteponer un criterio de moralidad masculino (Papal) sobre una decisión que, es exclusivamente femenina y que supone igualar la semilla con el fruto.... ¿en serio? En este sentido, el Papa es la alegoría de todas esas reglas que están enfocadas a hacer perdurar en el tiempo la desigualdad entre hombres y mujeres, rechazando de plano cualquier desviación.

La Iglesia, la Institución que el Papa dirige con mano de hierro y condena la homosexualidad en todas sus vertientes o variantes, tolera sin embargo, que existan homosexuales en sus filas siempre y cuando no hagan ostentación de dicha inclinación, momento en el que serán suspendidos, expulsados y humillados. En este sentido, el Papa es la alegoría de la Doble Moral, del doble rasero, de la hipocresía que permite ver la paja en los demás y esconder la viga en el propio. Los homófobos más feroces están en escondidos en lo dorados y sacrosantos ropajes del Papa, los que creen que la libertad es perniciosa porque permite la relajación de las costumbres, también están ahí... (¿dónde iríamos como sociedad, como país, como estado si las mujeres pudieran tener la libertad que gozamos los hombres que podemos follar con quien nos de la gana, como si las mujeres no fueran exactamente humanas o menos humanas que cualquier hombre? ¿qué, si permitimos que hagan todo eso que solo podemos hacer los hombres por gracia de algún dios imaginario? ¿dar misa? ¿confesar? ¿visitar burdeles llenos de putos?)... El Papa es la alegoría de todo eso que niega la igualdad, que restringe moralmente, la libertad, que castiga la concupiscencia carnal y que ve a la mujer como un enemigo, un rival o un poder destructor.



En todos los sentidos, el Papa es la visión masculina de cómo debe comportarse una mujer para ser virtuosa y merecedora de un hombre. Es el punto de vista más machista y retrógrado acerca de las formas en las que deben relacionarse hombres y mujeres. La autoridad papal se hace visible en plena revolución francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad pero solo entre hombres (nunca se aprobó el voto femenino ni los principios teóricos que sustentaban esa aparente Igualdad revolucionaria se aplicaron jamás para las mujeres).

Ese cuadro de Rubens se titula El Triunfo de la Iglesia... sobre la Furia, la Discordia y el Odio... es interesante constatar que la mujer que lleva atados a la Ceguera (el hombre con los ojos vendados) y la Ignorancia (el hombre con las orejas de asno) sea la encarnación de la Verdad....



Es a partir del tarot diseñado por miembros de la Orden Hermética de la Aurora Dorada que el Papa es reemplazado por el Sumo Sacerdote o por el Hierofante. El Sumo Sacerdote ejerce el poder de sacerdote supremo de una determinada secta o casta religiosa. En el Antiguo Egipto existía un Sumo Sacerdote para cada uno de los dioses del panteón egipcio. Tiene el rango similar al de Papa para otras religiones monoteístas no-católicas. El Hierofante, por su parte, era el sacerdote encargado de transmitir y velar por la integridad de los Misterios Eleusinos o el culto a las diosas Démeter y Perséfone. En un sentido más amplio, el Sumo Sacerdote, el Papa y el Hierofante, comparten contenido simbólico: son la autoridad moral, el único camino que señala la salvación o la comunicación espiritual con entidades imaginarias. Poco importa que ese sistema religioso que justifica cuestionables decisiones morales en nombre de una entidad imaginaria se llame cristianismo o budismo mahayana. Ambos comparten el terror secular a las mujeres y las mantienen en un plano inferior.

La aparente calma, paz, bondad y alegría que transmiten estos personajes en público se opone a la mano de hierro con la que gobiernan y gestionan su propio feudo. Sus reglas y normas, en general severas y restrictivas, se aplican con mayor rigor, severidad y dureza en su casa, con su familia, con los que le rodean. No son cariñosos, no son cálidos. No son compasivos. No son justos. No son imparciales. No caen en el vicio ni la tentación y si lo hacen, se sacrifican, se laceran el cuerpo pero no se juzgan con las leyes civiles sio que ellos establecen su propia forma de justicia. Al fin y al cabo, nada de lo que persiguen es delito ni falta y es por eso que nos hemos inventado la Santa Inquisición, para contemplar delitos que esos civiles con sus parlamentos y sus congresos no comprenden: las Mujeres son, por definición peligrosas y solo alguna no es bruja... mi madre, una santa que dios guarde en su seno... Es por ello que el Vaticano no persigue con ensañamiento la pederastia: el pecado grave es el de la tentación de la carne, abandonar la castidad y lanzarse en los brazos de la Lujuria; que las víctimas sean niños indefensos es una causa civil. Y el papado está por encima de cualquier reino o imperio civil. Es también por ello que no dejo salir hasta tarde a mis hijas adolescentes, porque no quiero que sean putas del futuro, así que las prohíbo terminantemente salir o voy a recogerlas a un sitio concreto a una hora prudente, aunque estén en la Fiesta de Sus Vidas Adolescentes (ya tendrán tiempo para más, ¿no?)...



Pero ustedes no les van a leer las cartas a ningún Papa, pero sí a papás y mamás, a personas que se creen poseedores de los secretos que conducen a la honorabilidad y la perfección. Como Hierofantes, saben qué ritos deben hacerse para entrar en la sociedad de Eleusis, qué está permitido, qué no, tanto de los hombres (una educación especial, más física, más activa hasta llegar a confundir Masculinidad con Actividad y Feminidad con Pasividad) como de las mujeres: una forma de conducirse respecto a los hombres en la adolescencia y la juventud, en las formas de apareamiento, el número, de cohabitación, los tipos de contratos vinculantes y de por vida que deben firmarse y con quién, las formas de contracepción (no permitidas pero toleradas), lo que no se permite en ninguna circunstancia....



El Papa, de puertas adentro, en su vida pública, se ve obligado a cumplir más escrupulosamente que nadie su papel, es decir, en ser el primero que no cae en los vicios y el que más resiste la tentación de la carne. En este sentido puede considerarse como alegoría de la frugalidad, de la contención, del sacrificio extremo. El Papa no puede, a diferencia de ustedes o yo, salir a pasear en jeans con una camiseta de Metallica. No puede, sin provocar cierto estupor, aparecer en alguna fotografía sosteniendo un habano del grosor de su muñeca. ¿No se han preguntado qué vino bebe el papa cuando realiza la Ceremonia de la Transmutación, una de las más bestias que existen en la tierra (¡convierten pan en carne humana y vino en sangre humana!)? ¿Beberá vino de Mendoza o chileno? ¿Californiano? ¿Está a favor de Trump y por eso...? Todo lo que hace el Papa es simbólico, es analizado. Así el Papa es la alegoría de la moderación, de la contención, de la cortesía y la amabilidad extremas, de la mediocridad, de la defensa a ultranza de cierto tipo de frugalidad porque todo lo que es bello, todo lo que es hermoso, todo lo que exalta los sentidos, conduce inexorablemente al pecado, a la corrupción de los sentidos, a la perturbación de la carne y del intelecto.

El Papa enseña a los hombres a ser hombres y fija como las mujeres deben enseñar a las mujeres para crear mujeres acordes con esos hombres que ellos han modelado. La educación sexista y basada en una supremacía masculina en la que las mujeres son objetos decorativos, bellos y hermosos hasta el pecado, pero decorativos o sencillamente necesarios: es necesario que un hombre de bien tenga familia, que tenga una mujer fértil, que le de hijos varones, que el varón sea el mayor, que esa mujer fértil sea buena criada y que, bajo determinadas circunstancias, acepte ciertas licencias... las visitas a los burdeles del puerto, las amantes de Badoo, las queridas de Tinder.... Cierta mentalidad rural se esconde en el Papa, alegoría de un pensamiento arcaico, obsoleto o basado en la superstición y el miedo: ese ascetismo, esas tareas repartidas, esas rutinas, esa repulsión por la tecnología y sus variantes, por el lujo urbano y la luminosidad de los barrios de mala fama de las ciudades grandes, aislados, lejos de las drogas y de los liquidos espirituosos, lejos de las camisas hawaianas y cerca de las camisas de cuadrados o de franjas verticales en tonos pastel, lejos de noches de sudor y sexo, de cuerpos embadurnados en aceite resbalando sobre otros cuerpos, lejos del amor y de todas sus variantes...



El Papa es la alegoría de la Ausencia de Opinión Propia, la carencia de una idea personal acerca de nada, así que solo utiliza la dialéctica Bueno/Malo. No hay opinión sobre ningún tema. El Papa no piensa por su cuenta, solo es una cacatúa que repite mensajes crípticos que aparentan ser reglas de moralidad. De alguna forma, el Papa es la alegoría de la Oveja del Rebaño, el que no cuestiona, el que no opina, el que solo juzga si es bueno o malo pero sin saber por qué, sin pensar por qué cree que es bueno o malo más allá de las apariencias.



Pero añadan cosas, piensen por su cuenta.... caramba, el Papa sin Papisa no es nada más que un tipo que no puede valerse por si mismo más que dando consejitos y repartiendo a diestro y siniestro lo Honorable y Noble y apegado al Orden que es... caramba, ¿no es el Papa también la alegoría del Padre Ausente, ese tipo que está ahí castigando la banalidad y persiguiendo la desviación moral de las chicas de la casa pero que no tiene ni una sola muestra de cariño jamás? ¿Ese que dicta lo que es correcto o soportable en el seno de la familia y que castigará, implacablemente, dentro de esa misma familia, al que ose desviarse? ¿No es el Papa el mensajero de dios? Piensen, diviértanse, conjeturen más alegorías.... continuará porque querrán saber cómo interpretar esta carta en cualquier tirada... alegóricamente claro, al estilo antiguo, el de las gitanas del siglo XV....

Esa es una Tirada a Tres en la que las posiciones 1 y 3 son Figuras de la Corte, que permite determinar, con cierta precisión, hacia donde va o que puede esperarse de la relación que une a A (LeConsultant, 1) con B (Otrx, 3).



Dado que el Papa es la alegoría de un tipo de educación moral machista, hay que entender que al menos uno de los contendientes es hombre o que, al menos, alguno de los dos tiene un papel "masculino".

Si A, mujer, formula la pregunta "¿Cómo va mi relación con B?" esta carta solo dice que ella está haciendo todo lo que se supone que B espera que haga y, por lo tanto, está en una relación jerárquica, con separación clara de roles, sin cariño ni afecto ni sexo o no más que B considere necesario. Es una relación en la que hay más incomunicación que comunicación y en la que ni A ni B son capaces de expresar ningún deseo, una porque estaría fuera del patrón machista que asegura que las mujeres que expresan sus necesidades o manifiestan su frustración sexual son putas; el otrx porque, dentro de ese patrón machista, no considera esencial el sexo ni el contacto físico.

También es una relación discípulo-maestro, o criada-señor en el que B, el señor, es para A el gran líder, es el Dalai Lama y el Papa, es ¡The Man! A tiene un concepto muy bajo de sí misma y realmente cree que necesita servir, atender o someterse a un hombre o similar y que B, de alguna forma, la salvará de la maldad del mundo haciendo lo correcto, lo que se ha hecho siempre, lo de toda la vida... Decir que A se aburre sexualmente con TheMan no es suficiente...

Si A, hombre, formula la misma pregunta, indica que B es exactamente lo que estaba buscando A: una relación jerárquica, en el que la parte masculina se define como Activa y la femenina como Pasiva y, por lo tanto, jamás saldrán de esos roles. B es exactamente lo que A ha considerado como una Mujer Integra (pocos amantes, vida sexual pobre o inexistente, no tiene vibradores en los cajones de su cómoda ni fantasea con acrobacias pornográficas, o no lo parece, va vestida de forma impersonal y neutra, elegante pero sin pasarse, nada de una mujer descocada o con aspecto de leona slavaje de la sabana, no tiene opinión propia y es cobarde)... Señala absolutismo, mando absoluto, control total. A es feliz con esta disposición de B para lo que A determine que es bueno para él mismo. Es una relación de dependencia, en la que B se deja llevar por A.

En el caso de que A y B apenas se conozcan, hay que entender que A está en una relación de alumno-maestro o de subordinado-jefe con una lealtad a prueba de bomba y fidelidad extrema.

Pero esto no es más que una interpretación alegórica en esta tirada. Ahora sumen lo que saben en plan esotérico, si saben algo. Y si no, invéntense nuevas alegorías que puedan extraer de la vida cotidiana e imaginada del Papa, reempláncelo por cualquier persona que ustedes conozcan y prueben... Si hacen una tirada a 1 carta, como Horóscopo del día, ¿qué interpretarían alegóricamente? Oh! Un día que requiere, en algún momento, poner a prueba la fidelidad a unas ideas extremadamente conservadoras... un día en el que las tentaciones aparecerán por doquier...Un día en el que el exceso de perfeccionismo le puede traer por la calle de la amargura. Diviértanse!



1 comentario:

  1. Me fascina tu blog, no solo por la descripción de las cartas, sino por tu forma de escribir, es encantador y divertido

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