Los Arcanos Menores: LOS NUEVES (La Vía Alegórica)



Si se fijan con atención verán que los seis primeros arcanos menores de cada palo se refieren a acciones de A., de LeConsultant, de una forma consciente, meditada o personal. Es decir, implica tener un punto de vista, un cierto grado de madurez (más cuestionable en lo emocional si son Espadas, pero si madurez intelectual). Los arcanos menores que viajan del 7 al 9 se refieren a la inseguridad o inexperiencia de A., a esa aparente necesidad de que la Forma sea el Fondo y no que el Fondo sea el que delimite la Forma.

Los NUEVES son un término medio y siempre volátil entre los SIETES (hacer de más esperando obtener mejores resultados) y los OCHOS (dejar de hacer y que sean los demás los que hagan). En el NUEVE aprendemos. ¿Es posible, desde un NUEVE regresar al SEIS? Sí, es posible, pero no lo es desde SIETES u OCHOS. Los NUEVES son la alegoría de vivir en un mundo ultracompetitivo en el que se lucha y se pelea por conseguir alcanzar una meta, no se pelea contra uno mismo (los retos y los desafíos personales se encierran en los ASES), sino contra el mundo alrededor. Mi pareja no es exactamente un miembro del equipo sino alguien con el que luchar y competir. No existe confianza sino la esperanza de que haciendo lo que se supone que debe hacerse, obtendré los resultados que todos los manuales de autoayuda dicen que obtendré. Cuando escribo "lo que se supone que debe hacerse" nunca es Lo Correcto ni Lo Más Sano para A., es solo lo que, aparentemente, está fijado o delimitado por el patrón cultural de cada cual. Si en la cultura en la que me desenvuelvo es "normal" llegar virgen al matrimonio (en el caso de las mujeres) y hago todo lo que sea necesario por preservar esa virginidad como si tuviera algún valor, entonces me muevo en la esfera de los SIETES, OCHOS y NUEVES (dejo la espontaneidad y mi pensamiento propio a un lado y me agarro a valores socioculturales que no cuestiono y que acepto como verdaderos o reales).

La ausencia de personalidad, de experiencia vital, de inteligencia emocional o la superabundancia de Ego y de YoSoyAsí están en esta tríada. La falta de confianza de A. en sí misma, la ausencia de opinión personal sobre nada en particular, la falta de coraje para enfrentarse a la injusticia o la incapacidad para resolver problemas en lugar de lanzar la culpa como si fuera un frisbee a las manos del Otrx se esconden aquí. En los NUEVES hay un punto de equilibrio, de cierta paz, de todo eso que se supone que nos proporciona cierto estado de bienestar. Pero no es más que una ilusión, una fantasía de felicidad, un sueño irreal. Solo en un SEIS, A. está en un punto en el que lo que piensa, lo que siente, lo que dice o lo que hace le proporciona un alto grado de satisfacción y felicidad íntima, verdadera, real y duradera. Los NUEVES solo son la apariencia, ostentosa, excesiva y temible, de cierto grado de equilibrio (formal) que esconde un verdadero desequilibrio en Lo Profundo.

Así, los NUEVES de COPAS Y OROS reflejan esta apariencia formal de cierto éxito o cierto grado de felicidad. Dicho de otra forma, los NUEVES DE OROS y COPAS reflejan un estado de Pax Romana: las luchas de micropoder han cesado. ¿Habla un NUEVE de sentimientos verdaderos y profundos? No. ¿Es una situación de felicidad? Si, la que proporciona la ignorancia. ¿Es la cima de mi éxito? No, es conformarse, normalizar formalmente algo que, realmente, no funciona.

Los NUEVES de ESPADAS Y VARAS reflejan el grado de insatisfacción general de A. en Lo Profundo. Cansado de luchar, de pelear, de hacer, de decir, A. renuncia a seguir con esa pelea. Se conforma, para, se detiene. Es el primer paso para entrar en Lo Eterno (lo inmutable, lo no-vivo, lo quieto). En ESPADAS la frustración y la cobardía se hacen fuertes. No hay coraje para buscar la propia felicidad sino que se busca únicamente, cuadrar lo que soy con lo que, aparentemente, debería ser, algo que es imposible salvo que A. se practicara un lavado de cerebro intensivo, pasara unas largas vacaciones en Corea del Norte o se practicara una lobotomía...



EN DONDE A. TIENE UNA RELACIÓN DE NUEVE CON B.

A. mantiene una relación con B. Poco importa el tiempo y el formato elegido para vivir esa relación, e decir, si son pareja, relación de concubinato, relación fraternal o filial, si A. y B. constituyen una Hermandad o una Comuna. ¿Cómo va la cosa? ¿El amor...?

Si A. está en un NUEVE DE OROS, B. es una oportunidad estupenda para aprender algo más de sí misma y de cómo es relacionarse con el resto del mundo. En este sentido, puede interpretarse que, sin ser una relación perfecta (probablemente el carácter de B., el infantilismo de ambos, la lucha encubierta por saber quién lidera la pareja complique, de forma más o menos constante, que la relación fluya) es razonablemente sana y buena para A. No es, ni de lejos, a lo que aspira, ni siquiera se acerca a sus sueños menos memorables pero, en este instante, es soportable. Las exigencias de normalidad de A. hace que vea la relación en términos de conveniencia o inconveniencia, de beneficio o de pérdida y, por lo tanto, está totalmente alejada de todo eso que llamaríamos Amor...

Si A. está en un NUEVE DE COPAS, mantiene una relación fluida y muy superficial con B. No hay ningún contacto con Lo Profundo, no existe un verdadero enamoramiento (2 DE COPAS) ni hay verdadera felicidad (6 DE COPAS), es solo esa felicidad sin aspiraciones espirituales de ninguna índole, una felicidad supeficial, esa que se alimenta de los pequeños placeres de la vida, es decir, cosas cotidianas a las que se les presta un poco de atención y que, aparentemente, proporcionan dicha y alborozo: ese café con los amigos bajo una sombrilla en alguna isla del Índico, esas puestas de sol de finales de verano, esas cosas profundamente banales que solo la ignorancia convierte en momentos míticos, dándole pátina de belleza a lo grisáceo, mediocre y triste. El conformismo de saber que no hay más allá (si somos amiguetes seguiremos siendo amiguetes y nunca nos converiremos en amantes) está aquí.

Si A. está en un NUEVE DE VARAS, equivale a decir que nada de lo que haga A. va a tener sus frutos. Demasiada acción, demasiada actividad para nada. Abandonar o retirarse es lo prudente. O en su defecto, dejar de hacer lo que sea que estuviera haciendo con B. porque no va a dar ningún fruto más allá de los que ya tiene. Si A. está obstinada en que B. no la abandone, esta carta le invita a soltar; si A. está obstinada en follar con B., no lo va a conseguir o no haciendo lo que sea que está haciendo. Dejar de hacer para salir victorioso y triufante, sin malgastar energía, aceptando el error o la posible malinterpretación de las señales que B. envía, están en esta carta.

Si A. está en un NUEVE DE ESPADAS hay que entender que el terror domina la acción de A. y ese terror paralizante la hace acobardarse. La inexperiencia, la falta de opinión o de criterio o de punto de vista acerca de casi todo, la convierten en una veleta que el viento hace girar. La ausencia de criterio hace que se crea "culpable" de los desbarajustes que , cada poco, suceden en la relación. No hay decisión, solo dejarse arrastrar por una corriente: como si fuera una cuestión de suerte que B. sea el adecuado. A. no busca nada en particular (no sabe qué busca ni cómo conseguirlo) así que se ciñe a las reglas de qué es Lo Bueno y el Bien. Ignora qué es Lo Correcto, así que, sin excesivo problemas, podría aceptar que B. regresara después de haber pasado unos meses en alguna isla del Índico Sur en compañía de modelos de todos los sexos posibles. Ignorando qué es Lo Correcto, A. acepta lo inaceptable...



EN DONDE A. APENAS CONOCE A B. Y, SIN DARSE CUENTA, ENTRA EN UN NUEVE

A. conoce a B. usando Redes Sociales Convencionales (ninguna web de contactos). B. parece interesante. De vez en cuando, chatean. Empiezan a enviarse mensajes más tórridos o sensuales, más cariñosos.

A. está en un NUEVE DE OROS si A. es plenamente consciente de que no hay nada más y no va a haber nada más que esos chat más o menos emocionantes con B. Sí, B. puede ser una persona maravillosa, estupenda, genial, deslumbrante y cuantos epítetos grandilocuentes se nos ocurran: no hay más, no va a haber nada más.

A. está en un NUEVE DE COPAS si, solo chateando o manteniendo conversaciones con B. más o menos erótico festivas, se siente estupenda. Siente que "ama" a alguien que está en una ciudad deconocida de un país desconocido. Pero no es más que una sensación, una necesidad de A. que se atisface en sí misma con estas conversaciones, con esta aparente intimidad virtual. Si B. anunciara que viene a ver a A. sabría que, en ese instante, todo se terminará, porque una cosa es mantener una cierta apariencia empleando un Sustituto o un Avatar y otra muy distinta, ver, tocar, oler y sentir la realidad.

A. esta én un NUEVE DE VARAS si se está confundiendo con las verdaderas intenciones de B., alguien que solo juega a mantener una especie de relación entre Sustitutos o Avatares pero no entre personas de carne y hueso. Nada es lo que parece. Frene A., no se deje llevar por emociones que solo su Sustituto puede sentir...

A. está en un NUEVE DE ESPADAS si no tiene ni idea de qué está haciendo, porque no sabe si está bien o mal. La cabeza dice: A., no es posible mantener una relación con alguien al que no conoces, no soy una letra hindú. El corazón dice: B. es amable, simpática, agradable, parece buena persona y es muy agradable hablar con B. En esa discusión interna, A. no existe, es decir, A. no sabe qué es lo que realmente necesita o quiere. En algunos momentos se sentirá ridícula porque se emocionará con un Avatar, en otros criticará a todos esos que están juntos después de conocerse por Intenet, en otro instante comentará de pasada que está conociendo a alguien, en otro momento esperará ansiosa que B. hable. En ningún caso A. hará algo pensando en ella misma: si B. deja de hablar, A. no sabrá que hacer. En cualquier caso, con esta actitud, poco se puede hacer...



EN DONDE A. TIENE UN TRABAJO "DE MIERDA" Y ENTRA EN UN NUEVE

A. tiene un trabajo "de mierda" en una empresa "de mierda". ¿Cambiará mi fortuna? ¿Encontraré un trabajo mejor? ¿Podré abrir mi gabinete de tarotista?

A. no sabe que está en un NUEVE DE OROS si no es capaz de saber que, en su caso particular, no va a encontrar, por el momento, nada mejor. Y que si presionara un poco, solo un poco, podría mejorar sus condiciones laborales (ese cóctel entre el SIETE DE OROS que es hacer horas extras no pagadas, por ejemplo, y el OCHO DE OROS, aceptar con resignación como ascienden otros con menos méritos, por ejemplo. Un NUEVE equivaldría a negociar el pago de las horas extras y reivindicar el derecho a un ascenso por méritos, teniendo claro que solo una de las dos cosas va a suceder. Si sucedieran las dos, entonces estaríamos en un SEIS DE OROS)...

A. no sabe que está en un NUEVE DE COPAS si no es capaz de ver, en su caso particular, que sí, es posible que el trabajo que desempeña esté mal pagado, que la dirección de la empresa no le considere como persona más allá de un apellido identificativo o un número pero el ambiente de trabajo es tan bueno, las compañeras son estupendas (F yE son geniales como jefes!), nos llevamos como hermanos, como miembros de una fraternidad que, la verdad, no le compensa dejar la empresa. Tampoco parece que nadie vaya a buscarla a ninguna parte...

A. no sabe que está en un NUEVE DE VARAS si no es capaz de ver que, en su caso particular, toda su lucha, su ímpetu por mejorar y defender a sí misma y a sus compañeras de los abusos laborales que se producen en su empresa, debe cesar si no quiere ver como las personas que dirigen la empresa que tanto ama y por la que con tanto empeño lucha, le despedirán sin contemplaciones. Quizá está exagerando en algún caso, quizá la situación que con tanto ahínco defiende es una causa injusta, quizá no tiene opinión formada sobre ello, quizá su empresa fabrica tecnología de doble uso y se oponga (pinten cualquier máquina de la cocina con tonos de camuflaje y lo convertirán en un objeto militar)... esas cosas de la polaridad: toda tragedia encierra una comedia y al revés...

A. no sabe que está en un NUEVE DE ESPADAS si piensa y cree que jamás va a encontrar un trabajo mejor, que lo que toca es aguantar, que es lo que hay, que qué le vamos a hacer, que está la cosa muuuu mala, que no hay trabajo para alguien como yo, con lo que he estudiado, con mi experiencia, con mi edad, con este color de la piel... no, definitivamente, mejor seguir aquí: mal trabajo pero trabajo. Y el trabajo dignifica, dice A. Sí, pero es un error de apreciación, A. No es cierto que no exista mejores trabajos sea cual sea su nivel de estudios, su edad, su experiencia y trabajar en esa emnpresa "de mierda" es una equivocación. Abandone, eso que le hacen en ese trabajo no es Lo Normal. No es sano para usted, A....


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