6. LA PAPISA Y LAS SOTAS (La Vía Sanitaria)



La Papisa y La Emperatriz tienen sus correspondientes Personajes de la Corte que, de forma tan arbitraria como cualquier otra, asocio de la siguiente forma: Papisa -> Sotas (Pajes, Valets, etcétera); Emperatriz -> Reinas.

De esta forma, las Sotas son Papisas en pequeñito, versiones reducidas de una Papisa. Mientras la Papisa es solo un conjunto de ideas embutidas en el cerebro de TheConsultant que ni siquiera sabe que piensa o cree, toda esa educación que recibe en la casa, diferente por ser chico o chica, con juguetes específicos para Ellas y para Ellos, en el que sí, quizá exista feminismo de salón (igualdad de derechos sociales, reconocimiento público, capacidad de desempeño en cualquier ocupación, etcétera) pero no igualitarismo sexual, es decir, igualdad en los derechos y obligaciones de los niños y las niñas en su etapa infantil, esa en la que la madre y la abuela determinan la Vía Correcta para que una chica triunfe en la vida, más allá del trabajo: ser Buena Mujer de acuerdo con los valores tradicionales de la filosofía occidental judeocristiana (castidad, prudencia, obediencia, espíritu de sacrificio, abnegación).

Las Sotas son clones de estas Papisas, versiones de Papisas del mismo modo que las Reinas son clones de Emperatrices. Para ubicarlas mejor en el espacio-tiempo, las Sotas son el equivalente a una persona adolescente emocionalmente: baja o inexistente tolerancia a la frustración, incapacidad plena para resolver conflictos de una forma saludable, actúa por impulsos de origen desconocido, confunde autoestima con arrogancia y vanidad, compite con otras Sotas por ver cual de todas es la mejor Sota...

Las Reinas, por su parte, son clones de Emperatriz y son el equivalente a una persona adulta, consciente, responsable, activa,decidida, determinada a resolver cualquier conflicto, considerándolo siempre como una cuestión de ganar/perder, tener o no tener la razón, decir la verdad o mentir y en la que una derrota se concibe como una humillación. Un pensamiento dual, dicotómico puro, buenos/malos, bien/mal, que no permite matices de ninguna clase, está en las Reinas. Las Reinas no compiten entre sí más que a través de sus hijos, sean de la naturaleza que sean estos "hijos".

Las Figuras de la Corte se corresponden, por su parte, a personalidades distintas, formas diferentes de enfrentarse a la adversidad, al amor, al conflicto, al trabajo...

Así, en un primer vistazo superficial, por ejemplo, una Sota de Varas es una versión de Papisa con la voluntad de hacer cosas, de ser lideresa. Pero la voluntad no es suficiente, porque el freno de las ideas impuestas en el cerebro de TheConsultant y que están en La Papisa, solo le hacen avanzar a bandazos. En un hombre, esta Sota tenderá a la promiscuidad descerebrada; en una chica a jugar a juegos de adultos en los que follar implica ya el sello que inicia un compromiso ineludible e inexcusable. El sexo es la puerta que vincula dos intimidades, piensa la Sota...



Hay una cualidad de la Papisa que heredan todas las Sotas, que está grabada a fuego en el cerebro de todas las/los que son Papisas: son estrictamente incapaces de ver alguna cualidad positiva de algún suceso, acontecimiento, grupo o persona. No son pesimistas; sencillamente no ven más que la fealdad del mundo y de sus habitantes, la maldad. La palabra "mierda" es una de las más usadas en su vocabulario. Al menor contratiempo, a la menor alteración microscópica del aire, al parpadeo de los ojos de la mariposa justo antes de agitar sus alas y provocar un cataclismo en el otro lado del mundo, la Papisa reacciona con maldiciones, juramentos, tortuosas venganzas, un surtido caleidoscópico de insultos e improperios y... mierda, mucha mierda. Así que, desde esta perspectiva, desde un mundo de mierda, ella trata de mantener un aire de serenidad que coincida exactamente con la imagen estereotipada de lo que debe ser una Buena Mujer, una perla brillando entre tanta mierda, sin darse cuenta de que todo esa mierda que ve no es más que su doppledanger, no su imagen reflejada, sino su doble, la verdadera cara que esconde la máscara de hiératica belleza que, con cierto desdén, con cierto exceso de timidez, nos mira desde su atalaya de repugnante pureza impura... La autoestima es inexistente. Y aquí, con esta cualidad tan gratificante, están las Cuatro Sotas, cada una con sus matices...

Los palos de la baraja siguen la siguiente correspondencia:

Espadas -> La Ley

Oros -> El Orden

Varas -> El sexo

Copas -> El amor

La Ley es ese cóctel explosivo de ideas que hacen que una mujer se sienta menos que un hombre por el hecho de serlo, con todas las restricciones que se les ocurran para chicas y todas las obligaciones, para chicos, ideas acerca de cómo ser sociable y con quién, el respeto a los mayores aunque sean unos hijos de satanás o algo peor, todas esas cosas que suponen castigo, las que suponen premio, lo malo que es mentir y todas esas cosas repletas de moralina barata (si conseguir un novio, entonces agradar a novio aunque novio ser perfecto imbécil, y a base de proteger a ese imbécil de su propia estupidez, convertirse en su criada, etcétera...).

La Papisa es esto. Todas las Espadas están en la Papisa. Desde el As hasta el 10.

Todo ese ideal, ese artificio ideal de cómo deberíamos ser para ser "normales" y no ser proscritos, están aquí. Todos los miedos, los terrores infantiles, las prohibiciones y todas las armas de destrucción masiva de sueños que adoptan la forma de consejos o proverbios mortales y sexuales, están aquí, en La Papisa, en las Espadas. La vanidad confundida con orgullo, la generosidad confundida con la incapacidad para decir No y no sentirse una maltratadora y una aterradora incapacidad para resolver problemas, están también en La Papisa. Ella es el centro del horror, la que fija los límites borrosos de una prisión gigantesca. Ella es el punto más bajo de la escalinata. La amoralidad del Loco y del Mago les salva del infierno de la Papisa. La Papisa carece de opinión propia, todo lo que tiene en la cabeza es la moral rural heteropatriarcal en bruto. Así que realmente no tiene opinión acerca de lo que es Correcto, porque ni siquiera comprende qué significa.

La Sota de Espadas es la encarnación de La Papisa....

LA SOTA DE ESPADAS


Las Figuras de la Corte reflejan el grado de inteligencia emocional o capacidad para enfrentarse a la adversidad. No sabemos, con una carta d este tipo, la calidad de los besos, las habilidad prtacticando windsurf o de su talento para construir grandes edificios fálicos. Tampoco sabremos su ideología política, si cree o no en el Cambio Climático, lo a favor o en contra que está de Trump o si es vegetarianx, veganx, crudívorx o si practica el canibalismo. Nada de eso aparece en las cartas. Es la actitud emocional en lo mundano, lo que reflejan estas Cartas de la Corte.



La Sota de Espadas es la encarnación de La Papisa, es decir, que el miedo a romper alguna de las reglas de conducta fijadas con los clavos de castigos, reprimendas y prohibiciones varias a lo largo de la infancia y adolescencia de TheConsultant, reglas que son más importantes que todo lo demás. No hay empatía ni sentimentalismo, pero claro que se emocionan. Que esa gestión emocional se realice usando unas reglas esterotipadas y no la inteligencia, es lo que las convierte en veletas, en personas que se adaptan a las circunstancias y toman decisiones basadas únicamente en lo que se supone que está bien o mal y solo con el objetivo de ser, en el caso de las chicas, Buena Mujer, en el caso de los chicos, un niño malcriado y arrogante que se cree Emperador o algo más.

Las Papisas transmiten a sus hijxs todos sus miedos, sus terrores y su impotencia para enfrentarse a la adversidad. Tiemblan cuando cometen algún tipo de infracción, sospechan que todo el mundo tiene intenciones ocultas, temen, si son mujeres, verse envueltas en una situación en la que un hombre solo pretenda follárselas, como si fueran un pedazo de carne, así que dudan, porque están amaestradas en la monogamia y en la perpetuidad de la relación con un hombre. Dudan e imaginan que todo el mundo les traiciona. Las personas, las cosas, no son más que objetos que pueden ser robados. Temen que cualquier puta (porque la Sota de Espadas no cree serlo y hace todo lo que le han enseñado para no serlo, con lo que le ha enseñado en su casa, claro) les "robe" al marido, al amante...

Su Diccionario de Vida, unisex, incluye definiciones para cualquier tipo de relación erótico sentimental en las que está exluida la igualdad, la fraternidad y la libertad. No conciben, porque no lo han pensado, que puedan hacerse cargo de sus propias decisiones. La Vida es una Lucha, le han enseñado. Una lucha de supervivencia, le han dicho. Los hombres son todos iguales, solo quieren follar (no es cierto, algunos además quieren una criada). No conciben que Pareja sea un Equipo. No escogen, sino que son escogidxs. Nunca se equivocan y si lo hacen la culpa será de Otrx, del Gobierno o de algún factor climatológico. Actúan tal y como se supone que una persona actúa cuando está en una relación, pero no construyen ningún vínculo emocional sólido con lo que les rodea. Están acostumbrados a la sobreprotección, a la prohibición, a aparentar.

Las mujeres que son Sotas de Espadas tienen la tendencia de las Papisas a pasar desapercibidas, es decir, a forjar una imagen perfecta de mediocridad, contención, pudor, ausencia de deseo y cierta falta de ambición. La Sota de Espadas está en permanente estado de alerta, como si su mundo, una vez abandonado el confortable nido familiar, o aún viviendo en él pero con la edad suficiente como para ser independientes económicamente, solo tratara de atacarles, de robarles derechos, de explotarles, de aprovecharse de ellos. Así que despliegan sensores de todo tipo: ¿qué raro, nunca pide una SEGUNDA TAZA DE CAFÉ en la casa?¿no sabía que FUMARA eso? ¿me dejará porque no practico sexo como una atleta olímpica de la lujuria? ¡Porque hay cosas que yo no hago, ni voy a hacer jamás!. La cerrazón a experimentar, a abirse al mundo sensorial está aquí. El infatilismo emocional más profundo, está aquí.

Los hombres que aparecen en esta Sota de Espadas rozan el patetismo, porque no solo creen que tiene todos los derechos del mundo sobre las cosas (están en un mundo de hombres y han sido educados para ello), sino que además tiene derecho sobre las personas de sexo femenino que están a su lado. Y tiene que vigilarlas, no vaya a ser que sean ellas las traicioneras. Los hombres no roban mujeres, son ellas las que follan con unos y con otros, pero no roban. Son ellas las malignas, las que esconden un doble fondo, ese que atrae a los hombres a la perdición. Por supuesto, no establecen ningún tipo de lazo emocional con nadie, solo con hombres. Las mujeres, si y solo si, sus amistades tienen exactamente la misma forma de pensar y de comportarse. Si alguna amiga de su círculo se abre más al mundo, la repudirán y se alejarán de ella como si fuera una ciudad devastada por un accidente nuclear, "ha cambiado y ya no es igual", dicen estas Sotas de Espadas.

Pero son personas como usted y yo, solo que con tanto miedo, con tantas inseguridades y con una falta de respeto hacía sí misma tan grande, que la Sota de Espadas es exactamente la última persona en la que confiar para salir de un problema, porque su falta de implicación es absoluta. Solo está implicada en que las reglas que tiene metidas en la cabeza, las ideas retrógadas de la Papisa, funcionen siempre. Una Sota de Espadas no abandonará a un maltratador con niños, jamás denunciará a un maltratador, caerá en las drogas si su compañerx se droga, aceptará ser la mujer obediente que acompaña a un hombre tan inseguro como ella misma...

¿Y si sale un DOS DE COPAS (el enamoramiento) y esta Sota de Espadas, que tengo que entender?


La Sota de Espadas, en los terrenos emocionales, no se mueve con soltura. Los celos, la inseguridad, el chantaje emocional, cierto tipo de victimismo cuando el Otrx hace o dice algo que no cabe en la cabeza de esta Sota porque se sale de Lo Establecido, de Lo Bueno. Tiene un concepto estereotipado de las relaciones con el otro sexo, en donde nada fluye realmente, todo es más una función teatral en el que cada uno hace el papel teórico que se tiene asignado. No son muy sociables o solo con personas de su mismo sexo.

Los hombres Sota de Espadas tienen más cercanía con hombres que con mujeres a las que ven como bichos raros. La ausencia absoluta de compromiso es, en realidad, esa incapacidad de valorar si el Otrx, sea el que sea el Otrx, es un buen compañerx o no, es alguien en quien confiar si viene todo mal o si le da algo que le aporte seguridad. El afecto, el cariño o el respeto no dan seguridad a la Sota: el compromiso, el mantener constantemente la comunicación, el saber dónde estás antes de saber cómo estás, los intercambios más o menos simbólicos de anillos o conservar objetos microscópicos que dan solidez a la relación, están en la Sota. Escuchan todos los rumores y analizan a cada persona en función de su historial. No tratan de conocer a nadie, ni de comprender a nadie, solo pretenden tener lo que se supone que hay que tener. No se atreven a preguntar, no se atreven a hablar de lo importante, jamás manifestarán que desean practicar determinadas artes amatorias complejas, aunque si se lo comentarán a personas del mismo sexo. Critican con ferocidad a cualquiera (ya saben, la mierda perpetua de la Papisa).

En los terrenos laborales o económicos, las Sotas de Espadas son perfectos esclavos: con un poco de habilidad, cualquiera puede explotarlos hasta límites desconocidos, siempre y cuando se haga con amabilidad, cortesía y cierto tono velado de una amenaza implícita. No son capaces de defender sus derechos laborales porque ignoran que tuvieran derechos. Es muy difícil que una Sota de Espadas secunde una huelga, mucho menos que ocupe un puesto que implique cierto grado de responsabilidad. Perfectos burócratas, las Sotas de Espadas son ideales para todos esos puestos que requieran de la empatía que pueda sentir un cobrador de deudas albanés: filtros para impedir que los ciudadanos reclamen una ayuda, inspección milimétrica de las declaraciones de impuestos, comprobación detallada de cuanta documentación sea preciso presentar en alguna instancia. No son cálidos en el trato, no se alteran con facilidad con extraños y mantienen un perfil bajo permanente. Eso sí, no dejan de quejarse...

Los hombres que son Sotas de Espadas se ven obligados a cumplir escrupulosamente con el papel de Hombres Rodeados de Mujeres Peligrosísimas. Porque para una Sota de Espadas masculina es muy importante que la mujer cumpla determinados estereotipos y clichés aprendidos durante la infancia. La dicotomía puta/madre, el prejuicio (juzgar y opinar sin saber ni conocer) están en todas las Sotas de Espadas. Así que solo se fija en aspectos superficiales, banales, aspectos relacionados con la forma de estar en el mundo de forma "buena". No valoran la inteligencia ni el sentido del humor y temen a una mujer bella en todos los sentidos.

Es muy importante saber que las Sotas de Espadas no tienen ni una sola idea que sea propia. Así que escuchan todos los rumores y les dan credibilidad, más si llevan algo de mierda incluida. Si no, si son estupendos, entonces algo va mal o no son creíbles. Si A. es una hombreriega, entonces la Sota de Espadas dice que no le conviene porque es muy puta. Si B. es mujeriego, entonces la Sota de Espadas pensará que, en el caso de que llegara a tener un romance con ese hombre, viviría en un sin vivir, porque no es fiable. Y ambos renunciarían a algo que quizá les ha llegado a emocionar en algún momento, pero que el miedo ha convertido en otra cosa.

En la Salud, la aparición de esta carta asegura que TheConsultant vive en estado de paranoia permanente respecto a su estado de salud. Ciertos rasgos de hipocondría están aquí. Tienen tendencia a la ansiedad y a la depresión, al insomnio y al abuso de sustancias de farmacia. Tienen tendencia a la automedicación, al autodiagnóstico y a preguntar, a un tarotista, si está embarazada o no...


LA SOTA DE OROS


El Orden, simbolizado en los Oros, es la visibilidad, la ostentación de todos los valores tradicionales de La Papisa, los que se corresponden con los de una familia de clase media de cualquier lugar del planeta y a lo que llaman Lo Normal. Aquí está toda la educación sexista recibida, todo eso que aparentemente define a una Buena Persona y la separa de un proscrito, de un/a doña Nadie, de la plebe. Afortunadamente ciertos patrones machistas están cambiando, ya nadie se escandaliza viendo a una mujer deslumbrante moviendo una grúa o que tu urólogo de referencia sea una mujer. Poco a poco. Pero los sueños de la clase media para hombres y mujeres en cuanto a lo material y económico, son aproximadamente los mismos en casi todos los países del planeta.



La Sota de Oros es todas las variantes del liberalismo que conozcan: el valor de la propiedad privada y de la herencia, la importancia de mantener el linaje, cumplir los mandamientos cristianos, especialmente el cuarto, honrarás a tu padre y a tu madre, la importancia de la honradez y de lo bueno que es la mentira piadosa y de defender lo tuyo con uñas y dientes, sin empatía de ninguna clase, sin sentimentalismos perturbadores que alejen del objetivo central: hacer realidad los sueños que tus padres jamás pudieron cumplir porque no eran ni sueños, sino fantasías delirantes de un chimpancé drogado con LSD y DMZ (pero de eso todavía no se han dado cuenta, que son Sotas de Oros).

La Sota de Oros considera que el sexo es sagrado. La virginidad de las niñas es un bien muy preciado y se custodia y se protege. Así que follar es comprometerse, porque es como entregarse a un hombre para su disfrute, entregar de alguna forma algo que estaba protegido con cinturones de castidad, y eso tiene que tener una compensación: o se es "algo" (pareja, novios o lo que sea que le pueda poner un nombre) o ¡qué es esto!...la estabilidad que da tener a alguien al lado, la idea que da de serenidad, de seriedad, de pensamos en el futuro juntos, los planes delirantes con niños y largas vidas comiendo siempre perdices, día si, día también.. perdiz estofada, perdiz al graten, en puré, con mozzarella, en ensalada, en... aparecen en la mente de la Sota de Oros en cuanto se sobrepasan los dos primeros meses de relación. A partir de ahí, cabe la posibilidad de que, encontrándose con una Sota de Espadas, lleguen juntos hasta el infinito y más allá, aunque sea en camas separadas y sin hablarse durante semanas.

La Sota de Oros niega el amor romántico y esas variantes caballerescas pero esperan que sus pretendientes masculinos sean caballeros y ellos... ellos esperan que sean presentables a su mamá, que su mamá levante el pulgar y lo apruebe. De hecho no cree en el amor, no sabe muy bien qué es y le cuesta mucho, porque le parece trascendental, solemne, ultraíntimo y muy arriesgado, decir "te amo" ...

Sexualmente las Sotas de Oros masculinas tienden hacia cierto tipo de puesta en escena pseudoromántica, levemente melancólica, bastante incómoda la primera vez, cansina a la tercera. Las Sotas de Oros femeninas tienden hacia cierto tipo de pasividad, de inacción. No son especialmente sexuales, tampoco son sensuales, son más bien sensoriales (de los cinco sentidos clásicos nada más). En la Sota de Oros se encuentran, en general, los que anteponen su carrera profesional a cualquier otro tipo de carrera o los que anteponen mantenerse en el espectro de la neutralidad, trabajar para otros, pagar facturas, tener una familia ya, cuidar a mis padres...

En el trabajo son cumplidores, obedientes, puntuales, leales a la empresa para la que trabajan en la que, aunque ganen una miseria, pueden pasar 20 años o más... rechazan lo extranjero, lo foráneo, así que, por ejemplo, no necesariamente son racistas pero es muy difícil que un/a blancx de Sota de Oros mantenga algún tipo de relación erótico festiva con alguien del centro de África. O que aparezca por ensalmo, el Vagabundo encantador que seduce a la Dama o a la inversa, una Dama que seduce a un Vagabundo. Eso es impensable en una Sota de Oros.

Perfectos ejemplares de la clase media, la Sota de Oros recoge todo eso que confunde Ser con Tener. No se arriesgan, no juegan mucho a juegos para jugar sino que todos son juegos de competición, de reto, de desafío. Las Sotas de Oros son lo más abundante, lo más corriente. Las Sotas de Oros no viajan a países exóticos y comparan constantemente con el país en el que viven. No se desplazan por un trabajo salvo que esté absoluta y meticulosamente organizado y preparado. No prueban gastronomías exóticas, no salen de su Zona de Confort, si escuchan trap reniegan de Wilco, y si les gusta Luis Miguel no quieren escuchar trap, como si fueran a contaminarse, como si el trap fuera no-música (¡hablan con un fan de La Zowi!)... y así sucesivamente. Eso que llaman mainstream, los gustos de la mayoría, están en la Sota de Oros. Pero no busquen más en esta Sota, porque solo hay esto: puesta en escena. La puesta en escena del Orden, de Lo Normal.

Un ejemplo:




Eso que ven es una Tirada a Tres que define, más o menos, el estado de una relación entre dos personas, sea de la índole que sea la relación. Las posiciones 1 y 3 se corresponden con The Consultant (1) y el Otrx (3). En el centro, una carta que define el sentido de la relación. Supondré que la carta central es un 2 de copas, el punto exacto en el que siento que me estoy enamorando...

A. hombre en los bordes de la treintena, pregunta: << He conocido a un chico monísimo, guapísimo. Nos hemos visto un par de veces, hemos tenido algún roce, pero nada más que un roce. ¿Va hacia alguna parte esta historia? >>

Resp: Sota de Oros -> 2 de copas -> Mago

Ya saben como es una Sota de Oros. Ya saben cómo es un Mago...

Oh, The Consultant. Liberado de la tiranía de la heterosexualidad obligatoria para hombres, se siente atraído por ese ninfo de los bosques, sin experiencia homosexual previa pero dispuesto a probar. Ese Mago desmiente cualquier tipo de experiencia anterior. Ese Mago además sugiere que el Otrx admite su homosexualidad o está descubriendo su orientación e identidad sexual, y eso está muy bien. Ese Dos de Copas aventura que usted no se arriesga a perder nada si se acerca y le corteja como mirlo macho, es decir, que su efebo es receptivo a sus cantos y que quizá, y dado que no es usted promiscuo y que tiene tendencia a la monogamia y a la estabilidad a largo plazo que le proporciona tener pareja y el Otrx le parece adecuado en cuanto a estilo, gustos, aficiones y demás, ese dos de copas sugiera una historia que merece la pena ser vivida.


LA SOTA DE VARAS


La Sota de Varas está más cerca de La Emperatriz que de La Papisa, en el sentido de que es más decidida, tiende más hacia la acción, hacia el movimiento. Es la Sota con menos miedo, con más vocación de ser dueña de su vida, de su destino. Comete errores, por supuesto, pero tiende a corregirlos.



La Sota de Varas, cuando TheConsultant es mujer, no acepta de buen grado ningún tipo de relación jerárquica anticuada, decimonónica, sino que tiende hacia cierto tipo de igualitarismo, especialmente en lo que se refiere a aspectos de la vida pública de TheConsultant (igualdad de derechos laborales, desprecio profundo hacia actitudes paternalistas o claramente machistas en el trabajo, reivindicación del papel de la mujer en la sociedad contemporánea, feminismo social). En lo íntimo, los patrones mentales de La Papisa, que comparte la Emperatriz, están ahí, pero mezclados con el mismo rechazo a esos patrones, lo que la hace caer en contradicciones con frecuencia. La Sota de Varas mujer, activa sexualmente, prefiere relaciones líquidas a las tradicionales sostenidas sobre un compromiso artificial. El arte, la belleza, la búsqueda de cierta armonía están en esta Sota de Varas; las ganas, la voluntad, la acción decidida (el silencio cómplice de la Sota de Oros y de Espadas no casan bien con la Sota de Varas) también.

La Sota de Varas, cuando TheConsultant es hombre, es el equivalente de un pseudo Macho-Alfa, una especie de vagabundo del amor, sin implicación real en ningún terreno emocional, buscando el placer efímero, a corto plazo, sostenido por la aprobación implícita a su conducta que hacen La Papisa y La Emperatriz. Sí, claro que hay mujeres estupendas, liberales, igualitarias, etcétera, piensa el Sota de Varas, pero no son el modelo de mujer con el que tendría hijos o formaría una familia. La superficialidad, la frivolidad, el libertinaje irresponsable de los Sota de Varas es estrictamente opuesto a las Sotas de Varas. Ni siquiera se complementan, solo intercambian fluidos de forma esporádica, sin continuidad y sin densidad emocional: la profundidad de los sentimientos de Los Sota de Varas es la de un charco en una calle después de una lluvia ligera, la de Las Sotas de Varas es más cercana a las Personas, más interesada en conocer, aprender y equivocarse.

Ese terror a perder tiempo está en la Sota de Varas, así que peca de cierta apariencia de superficialidad arrogante, cierta aparente facilidad para desprenderse de lo tóxico y mucha impaciencia. En este sentido, la Sota de Varas aporta un punto de vista radicalizado y polarizado, buenos/malos, derecha/izquierda, ricos/pobres, exactamente igual al de otras Sotas, pero explícito. Lo que en Espadas y Oros se intuye o adivina gracias a la interpretación de su expresión facial, de sus gestos y de sus silencios lapìdarios, en Varas se hace explícito, público.

Como todas las Sotas, adolecen de cierta simpleza de razonamiento, de contradicciones, de miedos. En la Sota de Varas femenina, estas contradicciones se hacen explícitas, visibles, y sirven para crecer como persona, como ser humano. En la Sota de Varas masculina, más allá de la acción esporádica o efímera carente por completo de ideología o cercana a los valores tradicionales de La Papisa y de La Emperatriz, no hay contradicción, puesto que no hay pensamiento crítico.

Sexualmente, Las Sota de Varas son activas, conscientes de su cuerpo y en esa fase de descubrimiento de placeres nuevos, de experimentación; Los Sota de Varas solo copian modelos de películas pornográficas o de videoclips de raperos neoyorkinos...

LA SOTA DE COPAS


La Sota de Copas es la versión más políticamente correcta de La Papisa. La que trata de ser buena persona constantemente. La que reparte bendiciones, ama a las mascotas, ama la naturaleza no selvática, se preocupa por la ecología, el medio ambiente, la sostenibilidad y todo ese activismo de salón que practican los habitantes de las sociedades digitales pero que sigue sin tener bolsas de basura de colorines para reciclar. La que cree que existe "algo" superior a nosotros, ya sea en forma de energía, de deidad con nombre o de santurrones asexuados flotando en el sexto círculo del Paraíso. Las creencias irracionales que aseguran que algo está bien o mal, están aquí.



La Sota de Copas practica una neutralidad disfrazada de algo que parece bondad. Los aspectos más tóxicos de La Papisa en la relación con los demás se agolpan en esta Sota de Copas: la obediencia debida a lo masculino, el respeto a la autoridad, la sumisión a las normas, la discreción y la impotencia para negarse a hacer algo que va contra ella misma. Pero también está la fidelidad, la lealtad a su círculo de amigxs, el compromiso con ellos para ser "buena amiga"...

La Sota de Copas femenina tiende hacia la invisibilidad. La Sota de Copas masculina, tiende hacia la neutralidad. Ambos consideran importante demostrar el afecto, lo que se "siente" por Otrx. Pero ambos ignoran por completo el sentido de interdependencia, de colaboración: las Sotas de Copas se creen en posesión de una altura moral y ética, de un compromiso con el bien universal, de una actitud que es la buena para vivir, la del amor incondicional a todos los seres sintientes, aunque realmente no saben, ni podrían definir, qué quieren decir con semejante frase hueca.

Las Sotas de Copas, como todas las sotas, son inconsistentes. No tienen formada opinión sobre nada, aunque existe una clara contradicción entre los pensamientos de La Papisa (la castración psicológica de la mujer está ahí) y su deseo de trascender a la miseria moral de La Papisa, sin enfrentarse ni abierta ni directamente a ella. Así, no denunciarán jamás al marido maltratador de su amiga (¿no es ella la que debe hacerlo?, pregunta inocentemente la Sota de Copas), no practicarán jamás la desobediencia civil (¿Comprar heroina de calidad a mi hermano? ¿No tendría que estar en un Centro de Desintoxicación?, se pregunta también) y cumplirán, sin apenas cuestionárselo, leyes claramente inmorales. Como todas las Sotas, su mundo es dicotómico: bueno/malo, bien/mal, y ellas tratan siempre de estar en el lado de los "buenos".

Las Sotas de Copas, en algunos casos, pueden ser confundidas con antisistema o cosas peores. Pero no es más que una actitud en lo social y en lo público, ese ponerse siempre al lado de los que supone más desfavorecidos, pero sin estar nunca en ese lado. Así, serán los primeros que denuncien los fallos del sistema, lo que garantiza que el Sistema los corregirá. Confunden libertad con libertinaje así que tienden hacia cierto tipo de castidad o celibato. En la intimidad, siguen siendo Papisas...

Sexualmente, la Sota de Copas tiene tendencia a comportarse como si fueran actores de una comedia romántica conservadora, chico encuentra chica, etcétera, y es para toda la vida. Tienen más tendencia a ser lánguidos, sinuosos, almibarados. En una relación de pareja tienden a sobrevalorar al Otrx y a no ver sus defectos o a justificarlos cuando la Sota es mujer (La Papisa que es la madre de todos los desastres, justifica veladamente cualquier abuso y no hace nada por impedirlo, solo verbalizarlo)... Sin embargo, son exigentes en cuanto a lo que se supone que, afectivamente, tiene que demostrar el Otrx: si la Sota es chica, tratará de "cambiar" la habitual sequedad de él; si la Sota es chico, apreciará las muestras de cariño, de afecto que, en su cabeza, amueblada con prejuicios de toda índole acerca del contacto físico entre personas de distinto sexo, deberá limitarse a la intimidad.

Las Sotas de Copas practican cierto tipo de generosidad, la de La Papisa, esa que cree detectar o intuir o deducir las necesidades de los Otrxs y que trata de satisfacer aunque nadie se lo haya pedido. No es generosidad de cosas, es generosidad de tiempo, de frases y lugares comunes que parecen dogmas profundos, de buenas palabras, de humor blanco, de bondad entendida como neutralidad y pasividad ante la desigualdad... En fin, el altruismo de las monjas o sacerdotisas de cualquier religión.

Pero las Sotas, encarnaciones de La Papisa, son excesivamente egocéntricas y creen que solo ellas son capaces de ver dónde está el Bien y dónde se oculta el Mal. Así que les cuesta aprender, darse cuenta. Todo es demasiado personal. ¿Un problema en el trabajo? Lo convierten en algo Personal. ¿Un problema con un funcionario? ¡También es personal! Así que todo se sostiene en función de lo que para esta Sota de Copas es la gente que está en el lado del Bien y los que estamos en el otro lado (entre el blanco y el negro, querida Sota, también está el amarillo, el azul, el verde y el rojo, por ejemplo, y no necesariamente es "El Mal")...

Una Sota de Copas tiende a no leer las críticas hacia su forma de pensar: asegura que respeta las ideas de otrxs pero que no las comparte, pero no es real: considera que hay ideas que no deben ser expresadas, que hay ideologías que deberían desaparecer, que la libertad de expresión debe tener un límite... ¡y apelan a la educación! (Voltaire dice, contra estas Sotas recargadas de moralina buenista y políticamente correcta: no comparto ninguna de tus ideas, ni siquiera me parecen respetables, pero daría mi vida para que pudieras defenderlas...)


Un ejemplo:


<< Sí, muy bien. Pero entonces, oh tarotista sanitario, que debo entender si en una Tirada a Tres, yo aparezco como una Papisa (hombre) , ella como una Sota de Copas y en el centro un 2 De Copas? ¿Va a durar? ¿Está bien la relación? ¿Merece la pena? >>



El modelo de tirada supone que la posición 1 es TheConsultant, la posición 3, es el Otrx y en el medio, lo que suecde. El 2 de copas sucede en el mismo instante en el que, usando la terminología de La Papisa, siento algo especial por esa persona, algo a lo que no puede poner nombre porque La Papisa no fluye y necesita de su Diccionario De Paradigmas. Así que un 2 de Copas que, para alguien más humano, sería el equivalente a un enamoramiento, para La Papisa solo adopta la forma de "siento más afecto" o "siento algo especial" pero no admitirá jamás que se ha enamorado. Más que nada porque nunca le ha pasado, ni le pasará y porque no puede adscribirlo a ningún tipo de relación conocida: no somos pareja, no somos compañeros, no somos follaamigos, no está en mi Agenda de Contactos Superificiales, ¿qué somos? ¡Nada! Así que esto que siento, ¿qué mierda es?, se pregunta casi indignada La Papisa. Pero además, por ser hombre, la ve maleable, dúctil, blanda, débil, sumisa a esa Sota de Copas.... ¡perfecta si no fuera tan tan tan sociable!

Por su parte, La Sota de Copas, la Sota Andrógina, no es más que un subconjunto, parcial y limitado de la aparente grandiosidad y perfección de La Papisa. Así que esa Papisa estará todo el día corrigiéndola, mostrando su disconformidad con esa afición de irse los fines de semana a escalar una pared de piedra o a un taller búdico en mitad de la nada, mostrará cierta contrariedad con esa amabilidad que derrocha con todo el mundo, esa simpatía natural. La Papisa y La Sota de Copas coinciden ideológicamente en su machismo feroz, pero ese desparpajo social de la Sota de Copas, hay que frenarlo, piensa La Papisa. Así que se adapta, la cuestión es no dejarla nunca sola a la Sota, que se sienta protegida, segura, que sepa quién la quiere de verdad, con ese amor de Papisa que busca lo mejor de lo mejor para esa Sota de Copas. Ella, la Sota de Copas, también siente un afecto especial...

¿Durará? Es posible, si La Papisa deja espacio a la Sota de Copas, si no invade excesivamente su territorio.

¿Está bien la relación?. Sí. Pero no sea tan quisquillosx, tan perfeccionista solo porque siente un "afecto especial", como si esa actitud tan "seria" fuera amor. No, no es amor si hace eso, así que ¿por qué no fluye? Lo ideal para usted es que la cosa se quedara tal y como está. Usted no está preparadx para amar a nadie ahora mismo. O lo que piensa que es amar realmente no lo es.

¿Merece la pena? Todo el mundo merece la pena. La experiencia merece la pena. El dolor solo se conoce cuando se conoce la alegría intensa. Y solo el dolor hace crecer. Atrévase. Madure. Crezca. Deje ser al Otrx. Deje ser a esa Sota de Copas.

Si me preguntan si van a sufrir un crecimiento "espiritual" o algo así les diré que, salvo que entiendan por espiritual conocer en profundidad distintos mitos de la creación del universo o de teogonías y teosofías, no, ni van a crecer ni van a madurar. Se van a quedar exactamente en el punto en el que están, hasta que tengan el primer conflicto de "A ver Quién Tiene Razón y Gana", porque ninguno de los dos se ha enfrentado aún a la adversidad, así que no tienen herramientas para resolver conflictos ni resolver problemas. El Ego y esa estúpida racional idea de qué se supone que debe hacer cada cual según sea hombre, mujer, perro o niñx. Como se preguntaba Segismundo en La Vida es Sueño, ¿soy acaso menos libre que el pájaro o que la trucha? ¿a quién molesto siendo como soy si no hago daño a nadie, excepto a ti Papisa, que parece que todo te molesta?....

Si quiere que dure de verdad, eviten mezclarse con la gente, no viajen, no lean demasiados libros, vean muchos concursos en la televisión, practiquen algún deporte, como el yoga o el pilates, quédense en la misma ciudad, aproximadamente en el mismo barrio, apártense de lo diferente, de la belleza del mundo y de sus habitantes y sí, durará mucho y no, no crecerá absolutamente nada espiritualmente, aunque puede ser verdaderamente "espiritual"...

<< Sí, muy bien. Pero entonces, oh tarotista sanitario, que debo entender si en una Tirada a Tres, yo aparezco como una Papisa (mujer), y él como una Sota de Copas y en el centro un 2 De Copas? ¿Va a durar? ¿Está bien la relación? ¿Merece la pena? >> .




Oh, ilustrísima y rectísima TheConsultant transmutada a Papisa. ¿Papisa? ¿Enamorada? ¿En serio? Digamos que mantiene una relación de amistad con una Sota de Copas, una relación de amor-odio. Porque ese Sota de Copas, no está interesado especialmente en el amor y sus variantes, está más preocupado por sus colegas, sus amiguetes, sus perras y sus gatos, en practicar cierto tipo de vida natural o alejada de cierto convencionalismo burgués, más cercano a ser poliamoroso y polisexual. Esa Sota de Copas es andrógina, estimada Papisa, ama a todo el mundo y por todo el mundo es amada porque, a pesar de creer lo mismo que usted, compartir principios morales y éticos similares, incluso parecerse, de alguna forma su severidad, una severidad no necesariamente explícita sino sugerida, señalada con algún gesto casi imperceptible, con alguna mueca que recuerda vagamente a un dolor de muelas, el aleteo de una mano... el Sota de Copas es simpático, popular, un buen vecino, un buen tipo, normal, buena gente... Y bueno, usted, querida TheConsultant tiene un sentido del humor que tiende hacia el sarcasmo, con un punto desagradable, sin gracia, con un poco de mierda (porque si no tuviera algo que envenene la realidad y la convierta en algo vulgar y mediocre, no sería Papisa). Y eso, lo crea o no, es cansino para un Sota de Copas.

¿Va a durar? Trate de no ser tan severa en sus juicios. Relájese. Observe. Escuche. No juzgue o hágalo en silencio. Estamos en el siglo XXI. Y diviértase más. Durará hasta el primer malentendido, algo banal y tonto, en el que los dos pretenderán tener razón. Y discutirán, quizá salvajemente, cruelmente, porque no se están fijando en la raíz del problema. Y estará roto hasta que no descubra que los dos, desde el punto de vista de cada cual, tiene razón, y por lo tanto, estaban los dos equivocados. Pero me temo que es usted la que tiene que intentar comprender que no siempre tiene razón ni la acompaña la razón. Y no parece que eso vaya a ser fácil...

¿Está bien la relación? Si le digo que la relación que tienen, en este momento, es lo más parecido a Madre-Hijo incestuoso usted lo va a negar, así que buscaré una forma menos brutal de decírselo: tal y como la tiene planteada es absolutamente insana para usted. Su actitud, su forma de ser en el amor o en el "afecto especial", como prefiera, no le puede traer ningún beneficio. Demasiado estrés, demasiada preocupación por la forma, por lo modales, por las conductas, por sentirse imprescindible (y hacer las tonterías que sean necesarias para alcanzar ese estatus imposible). Siente un afecto especial y su plan es ahogarle en un complejo sistema regulado por usted conforme a lo que solo a usted le parece adecuado o no. ¿Por qué no me llama si me dijo que llamaría?, es una de esas clásicas preguntas de Papisa. ¿Por qué no le llama usted?. Oh, por dios, va a pensar que soy una buscona!...

¿Merece la pena?. Esa Sota de Copas está más cerca de la realidad del mundo y de sus habitantes que usted. Al menos no tiene ningún miedo al diálogo, al intercambio de ideas, a preguntar. Abandone ese papel mojigato y compórtese como un ser humano, perfectos en nuestra perfecta imperfección, esa que nos permite equivocarnos... ¡y también corregir! y descubrir que todos, en algún momento, somos Sotas, ignorantes, arrogantes, insulsxs y estúpidxs (no cuestionar las propias creencias y no construir una opinión propia, teniendo la absoluta libertad para hacerlo, ¿no es estúpido?)...




Esa Tirada a Tres cartas permite determinar el estado de una relación entre dos personas, A. y B. sea cual sea el tipo de vínculo que tengan entre ellas. La posición 1 la ocupa TheConsultant, la 3, el Otrx y la central, el estado de esa relación.

A., en los treintaypocos habla:

<< Tengo una relación con una persona desde hace un par de meses. Nos conocíamos de antes, pero dejarnos de vernos hace mucho. Entre una cosa y otra B. tiene dos hijos y yo otros dos, así que sí que pasó tiempo. Nos reencontramos, conectamos fácil, como que todo funciona bien, o eso creo. ¿Cómo va la cosa con B? ¿Tiene buen aspecto? ¿Qué piensa de mí? >>

CASO 1: A. es mujer, B. es hombre.

Oh, ínclita TheConsultant convertida en Papisa. ¡Ha entrado en El Mundo en solo dos meses! La eternidad inmóvil, sin espacio ni tiempo, ese área de tamaño indeterminado pero inmutable, en el que nada sucede porque si sucediera algo ya no sería eterno. Y su Otro es una Emperatriz, es decir, que está haciendo y siendo exactamente tal y como él esperaba que fuera. Ya sabe que, en aquellos tiempos, a su madre, la de él, usted le parecía una muchacha "estupenda". Y, aparentemente está haciendo exactamente lo que se supone que debe hacer como mujer en una sociedad de hombres, eso que la hacía tan especial a los ojos de esa señora. No está relajada, no está distendida. No está en su sitio. Y así esto no conduce a nada más que lo que tiene ahora mismo, una especie de satisfacción de una aparente tensión sexual no resuelta...

CASO 2: A. es hombre, B. es mujer.

Oh, ínclito TheConsultant. Lo que espera, lo que se supone que busca, ya lo ha encontrado. Ya está. Todas sus espectativas machistas, retrógradas, anticuadas, con cierto tufillo afgano o wahabista respecto a las reglas de conducta que determinan que es una Buena Mujer y que es un Buen Hombre y Con Que Mujer Tiene que Estar Para Ser Un Buen Hombre., se cumplen más o menos escrupulosamente. Tienen gustos comunes y creencias y fe comunes (también B. cree que los hombres están legitimados para decir cómo debe ir o no vestida una mujer o qué es provocador y qué no). Esa B. es su criada perfecta, su segunda mamá, la que le va a limpiar los calzones, le va a preparar la comida, la que va a mantener su casa limpia, y la que le va a permitir que sea tan paternalista como quiera. Pero tenga cuidado con los conflictos, que habrá pocos. Tantos como encuentros sexuales, pocos...

CASO 3. A. es mujer, B. es mujer

La situación es triste. Ambas están encerradas en un armario, no se atreven, quizá por los hijos, por que no les parece bien que ahora parezcan lesbianas, que quizá lo sean, pero que no se atreven a aceptarlo después de años y años de homofobia feroz. Sin embargo, son tal para cual. Son exactamente lo que necesitan ser la una para la otra, pero nada más que amigas. No hay sexo de ninguna clase, pero sí hay celos... Una amistad muy profunda, un amor verdaderamente sin fisuras pero en el que el sexo se descarta...

CASO 4. A. es hombre; B. es hombre

Parece que han alcanzado ese punto exacto en el que ya no necesitan sexo, en el que disfrutan de la vida que llevan, como si B. fuera el pulgar de la mano que no usan con más frecuencia, que está ahí y siempre se cuenta con él, algo que conocemos tan bien como si fuera parte de nuestra anatomía, pero que si falta notaremos en todo el cuerpo, en nuestra propia movilidad como personas. Nada anuncia un fin, salvo la desaparición física de uno de los dos. Usted A. es más recatado, B. es más expansivo, pero son una perfecta pareja monógama de jubilados que llevan 400 años juntos y seguirán otros 400...(aunque estén en la treintena!). En otros términos: son ustedes felices si lo suyo es la asexualidad o no más de lo que es "normal"....



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