LA LUNA en CHOKMAH (Tirada de la Tríada de las Raíces)



¿Qué se almacena en la Memoria de La Luna? ¿Qué ha aprendido, qué sabe hacer, qué sabe La Luna? ¿Qué implica para el/la consultante que La Luna aparezca en la posición 2 de la tirada tarológica de la Tríada de las Raíces?

La Luna, en su proceso de deconstrucción de sí misma (ese que termina en el Arcano XVI) tiene más claro cómo fijar límites. Ha aprendido a fijar los límites de su intimidad, a decir No Quiero y saber que no necesita ninguna otra razón ni excusa para dejar de hacer algo más que esa, la Voluntad de ser libre, independiente, consciente de sus verdaderas necesidades. Pero la Luna en Chokmah es también ese Doble escondido detrás de una fachada de superficialidad y banalidad, un Doble que es puro animal, pura bestialidad, pura barbarie. Es decir, La Luna sabe qué es capaz de hacer, llegado el caso, para resolver una situación, hasta qué punto de excentricidad, barbarie o irracionalidad encubierta bajo el eufemismo "locura" la Luna llega. Y sabe frenarse a tiempo, detenerse, respirar hondo o lo que sea que haga para frenar ese ataque fulgurante de irracionalidad.

La Luna implica también ver la realidad tal y como es y no como nos la cuentan. La Luna no tiene vendas en los ojos, ha desarrollado cierto pensamiento crítico pero abierto y tolerante. La Luna aprende aunque ya no tiene tanto tiempo para regalar a los pesimistas compulsivos, los depresivos de Moliere, los narcisistas, los egocéntricos o los victimistas. Ya no acepta contestaciones fuera de tono aunque sí la crítica constructiva.

La aparición de este Arcano para un hombre implica, en general, un proceso de humanización: el hombre de las cavernas entra en el mundo civilizado de la armonía de la naturaleza y los ciclos naturales de arriba-abajo. La tosquedad machista, xenófoba, racista se abre a un mundo de posibilidades infinitas. Pero la Bestia sigue ahí y solo con el Autocontrol de la Luna puede frenar los impulsos primitivos. Para una mujer, cuyo proceso es exactamente el inverso al del hombre, la Luna es un recordatorio de que lo verdaderamente importante es lo que la consultante quiere o necesita con independencia de las necesidades o deseos de los demás.

La Luna perdona pero no olvida en el sentido de lección de vida, de aprendizaje. No guarda ningún tipo de rencor (es una pérdida de tiempo), no necesita venganza (¿para qué?) y apenas cree en la Justicia más allá de los propios intentos de la Luna de no practicar ningún tipo de favoritismo. La Luna ha aprendido a implicarse en lo que dice: es decir, cree en lo que cree por razones que no necesitamos saber y hace-dice-calla de acuerdo con esas creencias.

Pero siéntanse con la cabeza de La Luna... sólo tienen que fijarse en qué han sacado como lección de aquella situación traumática que vivieron, qué aprendieron de ustedes mismos. Vean si se gustan así o si creyeron por un momento que eran de otra forma. Ahí están en Chokmah, entre serpientes de grosor incalculable y pozos de profundidad vertiginosa... pero, por encima de todo, diviértanse!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Alguna pregunta?