El Infierno (III). EL DIABLO (La Vía Alegórica)



(Conjeturo que no saben leer el tarot en sentido alegórico, tal y como debía hacerse en las tabernas y plazas de la Europa del siglo XVI. Intuyo que utilizan el "don" de la IMAGINACIÓN con cierta frecuencia y que no tienen miedo a pensar y a cuestionarse sus creencias más arraigadas o que están abiertos a la belleza inmensa del mundo. Un cierto grado de amoralidad o no juzgar nada como "bueno" o "malo" de antemano, es necesario).

¿Cómo es posible que, en la Europa de los siglos XVI y XVII, en plena expansión de la Inquisición cazando brujas y herejes por doquier, con retratos del infierno dibujados por la Iglesia aterradores (todos ustedes saben mucho más del Infierno que del Paraíso), en el que ser persona conducía inevitablemente a las llamas y al fuego eterno (comer o practicar sexo son convertidos en gula y lujuria), aparezca el Diablo en un juego de cartas? Porque el Diablo del tarot es puramente literario, es el Diablo de Dante, de Petrarca, un Diablo emblemático.

En sentido alegórico el Diablo es el Rey del Infierno. ¿Y cual es el Infierno para todos los amantes del Orden, la Ley, el sacrificio, la abnegación, la represión y la prohibición? ¡La Anarquía! Por extensión, somos nosotros los que henos convertido nuestra Zona de Confort en un Infierno aparente en el que reinamos. Implacables e inflexibles, un reino anárquico en el que lo colectivo prima sobre lo individual y la satisfacción personal se valora más que el sacrificio, la abnegación o la sumisión. El Diablo es la alegoría de una Zona de Confort en la que el Horror (ese estado de confusión mental que confunde la Libertad con libertinaje) es visible para los amantes del Orden y la Ley.

Hyeronimus Bosch, Panel derecho, "El Infierno", del "Jardín de las Delicias"


El Diablo entendido como encarnación de todo lo que es inmoral a los ojos de una Iglesia Católica, Apostólica y Romana, y a la vez, dotado de un poder excepcional (¿no envía el propio dios a Jesús Cristo al desierto durante cuarenta largos días a ser tentado por el Diablo?) es la alegoría del Pensamiento Relativo y no dogmático, ese que se resume en el poder de la risa, se empieza uno riendo de cosas tontas e inocentes para después reírse de la desgracia ajena, de las personas, de la jerarquía hasta terminar riéndose de dios; es por eso que hay que prohibir la risa del mismo modo que el Pensamiento Relativo destruye cualquier institución, poder, organismo o consejos rellenos de moralina y, por lo tanto, debe ser combatido. Para El Diablo no hay nada "bueno" ni "malo" intrínsecamente, solo depende del punto de vista, del ojo del espectador que juzga la inmoralidad o moralidad de cualquier acto. El Diablo no juzga, juzgan las personas. Por lo tanto, el Diablo sigue su propia moral, sus propios principios ajenos a la Ley y al Orden aparentemente "normales" y "reglamentados". La Anarquía del Diablo se enfrenta al concepto básicamente peyorativo que la moral burguesa tiene de esa anarquía.

Los poliamorosos, los que disfrutan de los placeres dionisíacos, los que se permiten cualquier cosa y se prohíben muy pocas, los que no juzgan, los que se abren al mundo y a sus variopintas experiencias se esconden en el Diablo. Los que prefieren amar a muchos que establecer relaciones de exclusividad o jerarquía, los que no aprecian el Orden establecido, los que se saltan la Ley (las leyes sociales y morales, las obligaciones aparentes, lo que se supone que hay que hacer) están aquí. Los insumisos, los que desafían al poder más o menos real (el del Papa, obviamente, que es el que fija los preceptos y normas que deben guiar a una sociedad acorde con un orden en el que no se combate la desigualdad sino que se la fomenta), los que se comprometen consigo mismos y sus fieles a sí mismos pero no necesariamente con los demás están aquí. LOs amantes de la libertad, los que niegan el Libre Albedrío, los que se ríen de los dioses y de la muerte, del Amor Romántico, estructurado y cuadriculado, repleto de guías de comportamiento, de derechos y obligaciones, están aquí. Obviamente, para todos los amantes del Orden moral imperante, la Zona de Confort del Diablo es un Infierno.



Sí, sí, todo eso está muy bien, la Anarquía y todo eso, muy interesante. Pero ¿cómo se lee en una tirada esta carta? ¿que soy un anarquista? ¿un sátiro promiscuo? ¿un asesino serial y padre de familia numerosa? ¿un atracador de narcotraficantes?...

El Diablo es la alegoría de todo eso que es No-Normal y que se enfrenta a Lo Normal con sentido del humor, sarcasmo e inteligencia. El Diablo cree en la pureza del Amor, un Amor Libre (no ese amor sospechosamente libertino que Lo Normal confunde con esta expresión), un Amor puro en el que se busca entregar lo mejor de uno mismo. El Diablo hace de la máxima, "Amar es un acto revolucionario" o "Amar es un acto de protesta", lemas propios.

El Diablo es la alegoría del Pensamiento Libre, en perpetua apertura, disfrutando del camino del Tao: comer bien, follar bien y alargar la vida lo máximo posible disfrutando lo máximo posible, amando a todos los seres sintientes, tratando de estar en armonía con ellos.

El Diablo está en el centro de los Estados del Alma que identifico con la Zona o Territorio Emocional. Y este Infierno de saberse libre en una prisión de proporciones enormes, es el Infierno para Lo Normal, para los Otrxs: la libertad de ser como mejor puedas ser, disfrutar al máximo de la vida, probar, oler, sentir, beber, drogarse, extasiarse ante la belleza, parar el tráfico para disfrutar de un malabarista en un semáforo, sonreir, reir, reducir a escombros esa aparente normalidad que solo valora a una persona por su curriculum vitae pero no por lo que es choca con los valores tradicionales o acostumbrados. Esta independencia intelectual le convierte en un poeta vital, un poeta con opinión propia. Y los poetas, salvo honrosas excepciones, son pobres como las ratas (o eso asegura Lo Normal). Y se drogan, dice Lo Normal. Y son promiscuos, dice Lo Normal. Muy, dice otra voz Normal... O no, amigxs, quizá ni se droguen ni sean promiscuos, pero serán mucho más "espirituales" (término que engloba a cualquier persona que piensa y siente y gestiona ambos de una forma correcta) que cualquiera de esas Figuras de la Corte o de esos Arcanos del Poder Terrenal. Vivir como poetas... los poetas ven la belleza que se esconde en las cosas, en las piedras, en las plantas, en las obras de arte, en la belleza de las personas.... Y es tan tentador vivir, por un instante, así....



Así que en una tirada cualquiera, el Diablo lo interpreto como algo verdaderamente espectacular, esa sensación de estar sobradamente preparadx para lo que sea, y para disfrutarlo con todas sus consecuencias, buscando el placer y alejando la grisura de la abnegación, del sacrificio, de la renuncia, de la codicia y de esos valores del siglo XIX: ser personas de bien, trabajando para otros, con un coche pagado a plazos y una casa en propiedad, unido en matrimonio a una persona de distinto sexo, reproductivamente sana y de buen parecer, guardando exclusividad sexual y asistiendo juntos a eventos públicos diversos pero no a bailar, a emborracharse juntos o a divertirse con una ocupación distinta a usar la Redes Sociales. El Diablo garantiza honestidad brutal y conversación cara a cara o usando el teléfono para escuchar la voz. Pero no hay reglas o no las reglas que fija Lo Normal. Lo Normal aborrece a lo que es No-Normal, así que critica al Diablo... ¿y qué hace el Diablo? ¡Reírse a carcajadas! Pero, hay más....



Esa que ven es una Tirada a Tres cartas que permite determinar, con cierto grado de precisión, en qué situación o momento o que cabe esperar de la relación entre A (Posición, 1, LeConsultant) y B (Posición 2, el/la Otrx) con independencia del tipo de vínculo real entre A y B. Presupongo que tienen IMAGINACIÓN.

La aparición del Diablo en la posición 2 de la tirada puede interpretarse como una Relación Atípica, considerando como "atípico" todo eso que, hasta el momento, no había pasado por la cabeza de LeConsultant y que se aleja de sus propios parámetros de Lo Normal En Mí.

<< Una mujer bastante más mayor que yo se ha acercado a mi mesa esta noche haciéndome una proposición obscena y muy interesante. La conozco, es una de las cajeras del supermercado. ¿Qué quiere? ¿Qué busca? >>. Oh, A, por una vez va a vivir fuera del rebaño de Lo Normal y, al fin, tendrá algo hermoso y triste que contar a sus nietos, porque empezará una relación que merece la pena ser vivida.

<< He recibido una oferta de trabajo de un médico chino. No se si aceptar >>. Acepte, pero prepárese para cambiar de paradigmas y protocolos. Tendrá que ser más cercanx al paciente, más humano, menos impersonal y neutro. Aprenderá mucho ahí. Muchísimo.

<< Mi jefe me ha invitado a una fiesta en su imponente chalet de lujo. Sabe que estoy separada. Se que está casado. ¿Qué es esto? ¿solo quiere sexo? >>. Oh, amiga A: Quizá solo quiera sexo o quizá la necesite a usted tanto como a su santa esposa y pretenda establecer una relación con usted menos convencional. Pero olvide sus prejuicios, sus tabúes y sus complejos: no son interesantes y le coartan. Sea asertiva, pregunte, infórmese. Sálgase de Lo Normal y establezca, en un plano de igualdad, lo que quiere y lo que necesita. Abra su mente y piense. Descubrirá que es exactamente lo que le ofrece B lo que usted necesita. Es usted, queridísima A. su peor y más fiero carcelero...

El Diablo garantiza rotura de los esquemas preconcebidos que A pudiera tener de B. Es una carta de entrar en un Infierno del que se desconocen las reglas o que obliga a usar unas nuevas. Un Infierno voluntario, decidido, libremente elegido: el Infierno comparable a estar perdido en la selva amazónica como único superviviente de un accidente aéreo... No es una carta de Renacimiento, más bien es una carta de Entrada en un Mundo Alienígena, un mundo lleno de oportunidades de crecimiento espiritual, físico y mental siempre y cuando no pretenda seguir aferrado a los patrones de Lo Normal, a conservar su Zona de Confort tal y como la conoce. El miedo es el peor enemigo de A, el miedo a que B.... ¡no sea lo que B es!.

No es cierto que El Diablo implique, de forma alegórica, promiscuidad o infidelidad. En ningún caso lo llamará así. La honestidad es su bandera, le pese a quien le pese... por eso, las relaciones que se describen con el Diablo son siempre enriquecedoras para LeConsultant: aprenderá a dejar de mentir, practicará artes amatorias hasta ahora inaccesibles o, por prejuicios de toda índole, pornográficas; aprenderá a tener su propio criterio, su propia opinión y no será más cacatúa de proclamas sin sentido y, con un poco de suerte, vivirá una verdadera relación no jerárquica, colaborativa, cooperativa y emocionalmente muy intensa...Pero que pasa si no, si A no se atreve, si A duda....Oh! Qué lástima!...

Como colofón, les dejo la banda sonora de esta entrada: el Gospel de la Ciudad Sin Nombre (de "Paint your Wagon" o "La Leyenda de la Ciudad sin Nombre" https://youtu.be/1WuLtOQ0BCk). Diviértanse!


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