Las Virtudes (I): LA JUSTICIA (La Vía Alegórica)



Iconográficamente, la Justicia se representa por una mujer con los ojos vendados (la justicia es ciega), con una balanza en una mano (equidad) y una espada en la otra (la espada que separa lo justo de lo injusto). La Justicia es la única de las virtudes que aparece en los mazos de tarot que se refiere a los Otrxs. Se supone que esas tres virtudes anidan en nosotros del mismo modo que conviven otras cualidades y que si aparecen en una tirada de cartas es porque, en ese momento, no se están usando esas virtudes. Así que la Justicia podría entenderse como la alegoría de la Obligación de ser Justo.



Pero, ¿qué es esta Justicia? No es la ley ni la reclamación específica de un derecho. No es la venganza ni el perdón. No es la aplicación de las leyes de los hombres sino el reconocimiento de un derecho bajo el principio de equidad, razón y pura justicia moral. En algunas ocasiones, lo que es Justo se recoge en la ley (la legítima defensa, por ejemplo). La Justicia no es actuar conforme a la ley sino a principios, valores éticos y morales y dar a cada cual lo suyo. La aparición de esta carta asegura que estamos siendo Injustos.



Y si estamos siendo injustos quiere decir, básicamente, que abusamos, que somos arbitrarios (lo que hoy nos parece estupendo, mañana nos parece una abominación; lo que hago yo me parece genial, lo que hacen los demás que es exactamente igual que lo que yo hago, me parece abominable), somos caprichosxs (o sin opinión definida sobre nada en particular), somos crueles, limitamos la libertad de movimientos del Otrx, imponemos la dependencia emocional, económica o de cualquier otra índole, somos inmorales o nos impulsa el deseo de venganza, el rencor, el odio, la ira o sencillamente, la carencia de un criterio u opinión personal, cualidades que, por otra parte, pueden encontrar en El Emperador (y en menor medida, en la Emperatriz).



Así que esta carta implica una reflexión, un detenerse y evaluar objetivamente la situación en la que se encuentra LeConsultant, su relación con el mundo.

Hay una discusión bizantina acerca del por qué la Justicia ocupa un lugar u otro en la secuencia del Tarot, que si es una virtud mundana (arcano VIII) o espiritual (arcano XI). La discusión, desde mi punto de vista, es intrascendente a efectos de interpretación en una tirada aunque sí podría tener una importancia relativa si están interesados en variopintas cuestiones filosóficas del esoterismo occidental.



La cuestión no es tanto dónde están esas virtudes cardinales en el mazo (si ocupan una posición u otra, cosa que, como sospechan, no me interesa lo más mínimo), sino encontrar a la cuarta virtud cardinal: la Prudencia, que no es el temor, sino la cautela que recomendaba Cósimo de Médicis a un empleado suyo en misión oficial al extranjero: << «Viste de forma elegante y habla lo menos posible. Es un estilo que permite ser brillantes sin revelar demasiado. Fiarse de alguno significa convertirse en su esclavo >>. Dicha Prudencia sí se encuentra en los mazos visconteos y en los Minchiate pero desaparece en los mazos franceses. Vitelli aventura una hipótesis plausible. En el siglo XV, la Prudencia era considerada una virtud teológica, unida a la Fe, la Esperanza y la Caridad, virtudes que no están en ningún mazo de tarot salvo los visconteos.



Oh, La Justicia es muy fácil, ¿no?.... pero verá, estoy esperando que entren por la puerta de mi casa dos mellizas orientales que hemos adoptado... ¿vendrán?....

¿Cómo debería interpretarse en una Tirada a Una carta, como que LeConsultant está siendo injusto con alguien? No exactamente.

Piensen conmigo. ¿Por qué la respuesta a una pregunta de LeConsultant es que está siendo injusto? Porque se encuentra en una situación de conflicto con Otrx u Otrxs, una situación que LeConsultant interpreta como algo horrible u horrendo contra su persona, contra sus principios o que viola la Ley de los Hombres dictada por el Papa. Y es un error que le está causando disgustos constantes. Está castigando faltas como si fueran delitos, está abusando de su posición de poder (ya sea un poder real, de Emperador, o el poder del dinero, El Carro) o, sencillamente, ese Otrx u Otrxs reclaman algo que, quizá no sea justo legalmente, pero que si lo es moralmente. Y mientras no use la Justicia, que implica practicar la misericordia o la benevolencia, incluso la caridad, no habrá paz. De hecho, una gran parte de las alegorías pintadas a los largo de los siglos XVI a XVIII, unen la Justicia y la Paz (representada por una mujer desnuda o parcialmente vestida de blanco).



Eso que ven es una Tirada a Tres en la que se pretende determinar, con cierto grado de fiabilidad, en qué momento se encuentra la relación entre A (LeConsultant, 1) y B (Otrx, 3), siendo ambas Figuras de la Corte. La Justicia asegura que A malinterpreta y prejuzga a B, abusa, invade, avasalla, anula o castiga a B sin ningún motivo distinto a la injusticia natural de un poder que solo se sustenta en la ley (la ley de los hombres, no la ley humana y civil). De alguna forma está abierto un conflicto en el que B tiene razón en todo o en parte, razón que, hasta el momento de la aparición de esta carta, A niega. Todas las fobias irracionales (a lo diferente, a lo distinto, a lo que se sale del camino trillado de Lo Normal que el Papa escribe y el Emperador ejecuta) que consideran a los Otrxs como enemigos solo por pensar diferente, están aquí.

Si A tuviera la razón, entonces sería justo y no necesitaría que apareciera este Arcano para recordarle que lo es. De alguna forma, este arcano recuerda a LeConsultant que se parece al Orlando Furioso cuando, descoyuntado al saber que Angélica se va a casar con un moro o sarraceno, se quita las ropas y desnudo, viaja desde el sur de Francia hasta Marruecos matando con su espada a cualquier ser vivo que en su camino se cruce, ya sean vacas, ovejas, perros, mujeres, niños, caballeros, reyes, obispos, viejos o ancianas. Desprovisto de juicio, LeConsultant está entrando en el oscuro reino de la locura...

¿Y mis mellizas chinas?¿Vendrán?.... De momento no, pero su actitud, queridx amigx, no es la más correcta para acelerar el proceso. De hecho no es posible acelerarlo. Sí, puede pensar que la burocracia china es tercermundista, que le parece imposible comprender por qué tardan tanto los chinos en dar un papelito que autoriza a sacar a las niñas de allí, que los chinos, excepto sus hijas, son estúpidos, corruptos y malencarados. Pero se equivoca. Necesita comprender, algo de paciencia y respeto por las normas burocráticas de otros países que no son el suyo. No visite más la Embajada de China con una pancarta. No escriba notas de prensa en periódicos y revistas quejándose del Presidente de China. Deje de enfrentarse a una maquinaria que usted no podrá cambiar, poco importa la magnitud de los sobornos. Piénsese al revés, como el que autoriza a una niñas españolas a ser adoptadas por un matrimonio chino, ¿o es tan injusto que cree que eso no es posible?

Piensen. Jueguen. Imaginen. Diviértanse!



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