The Courtesans (III): THE COURTESANS DE ESPADAS



(Conjeturo que ustedes, oh insignes neófitos, apenas tienen conocimientos del tarot pero se mueren de ganas de saber leerlo y ver si...X... También conjeturo que usan el cerebro para algo más que mantener a sus vísceras con vida y que todos tienen ese "don" imprescindible, ese "don entre dones": la IMAGINACIÓN. Y algo de memoria.)






Los Cortesanos de Espadas son los Legisladores, la Ley. Las Leyes, además de regular la vida de las personas, sirven para prohibir y castigar. La Ley puede ser la Ley de los Hombres (en sentido estricto y literal) o la Ley de algún Dios-Macho. Esta Ley de las Espadas está por encima de las leyes de cualquier estado, de cualquier sistema religioso o de cualquier otro artificio elaborado por ilustres leguleyos. Así que la Ley de Espadas solo es una ley válida solo para LeConsultante, una Ley personal, propia, intrasferible y contradictoria. Y del mismo modo que las Leyes de los Estados prohiben todo lo que temen (el hedonismo, la filantropía, las grandes fiestas dionisíacas, los enteógenos y alucinógenos, los derechos verdaderamente universales, la libertad), las Leyes de Espadas están construidas sobre el miedo, un miedo abstracto, nebuloso. Los celos, la inseguridad, la paranoia más delirante arrancan en la Sota (más miedo, menos sabiduría) que, poco a poco, a base de un esfuerzo tenaz, encadenando fracaso tras fracaso, van convirtiéndose en el Rey (poco miedo, mucha sabiduría popular). Como perder el miedo es aprender, no en los libros sino en la calles, en los bares, entre los brazos de alguien esplendoroso, las Espadas se asocian con la alegoría del Estudiante (sota) y el Maestro (Rey). Tanta racionalidad, tanto pensamiento científico, tanta regulación, tanta normativa choca, obviamente, con el furor volcánico e irracional de las Varas y con la sensualidad líquida de las Copas.

Como creadores de las normas que gobiernan su mundo (machistas, clasistas) solo existe un sistema para hacer valer su Ley: la Política entendida como el arte de hacer que los demás hagan exactamente lo que creen que es bueno o correcto. La manipulación, la mentira, el ocultamiento, el secretismo, la conspiración se esconden en las Espadas. Pero siempre de más (Sotas) a menos (Reyes). Pero, ¿no sienten, entonces? Sí, claro que sienten que todo es una amenaza, que la belleza es afímera, que la suerte nunca está de su lado, que la fortuna alcanza a los que no la necesitan, que nada importa porque al final no hay más que fracaso y aniquilación, que el amor no es más que una palabra y que el Mal es anterior al Bien. Que existe la presunción de culpabilidad pero no la de inocencia, que todo el mundo tiene un secreto que esconder y que dada la perfección legislativa del mundo de las Espadas, es la envidia del mundo y, por lo tanto, teme a cualquiera: todos queremos lo que sea que tiene el Cortesano de Espadas...

Los Courtesans de Espadas piensan. Y piensan. Logran hasta lo más difícil: construir un universo paralelo (en algunos casos de Sotas, un multiverso). De otra forma: su capacidad para reinterpretar la realidad más allá de lo verdaderamente perceptible por los sentidos, es la asombrosa habilidad para recrear la lógica interna de cualquier trama vital. Y conseguir, con una lógica victimista, manipular a todo ser vivo que pulule a su alrededor.

... pero, diviértanse!


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