The Courtesans (V): REY DE ESPADAS (La Vía Alegórica)



He ahí al Rey de Espadas, el rey más duro y seco, el menos empático, el menos compasivo, el que determina qué está bien, qué está mal, qué es "normal", qué no lo es. Ha renunciado a la carnalidad y a sus placeres asociados, ha abandonado la idea descabellada del amor a otros que solo trae desgracia y tristeza. Porque el Rey de Espadas ha llegado hasta aquí, hasta este alejamiento de la vida mundana, porque aún no se ha repuesto de algún tipo de varapalo emocional: alguien dejó de amarle, alguien le abandonó, alguien le traicionó. Así que antes de enfangarse en una relación compleja (las normas de lo "normal" que él mismo fija son contradictorias entre sí y, en muchos casos, incompatibles con la felicidad, la alegría o sus derivados y, por lo tanto, de imposible cumplimiento en el siglo XXI), se refugiará en una aparente indiferencia fría y distante.

El Rey de Espadas no tiene opinión propia más allá de repetir frases hechas, obviedades, aforismos y refranes. De alguna forma, el Rey de Espadas no sabe definir qué es Lo Correcto (que no necesariamente es lo "bueno" ni el "bien" ni lo "justo"). Esta incapacidad, esta ausencia de opinión, hace que siempre esté pendiente de lo que hacen los demás, imaginando lo que piensan los demás y viviendo en función de esa presunta opinión de los demás, dado que la suya propia está ausente o no se la espera en este momento. Del mismo modo, y al juzgar constantemente a las personas que le rodean en función de parámetros de Normalidad (su Ley es Lo Normal), sin compasión ni empatía, le hace tener opiniones verdaderamente delirantes.

Emocionalmente están huecos. Bajo un manto de superficialidad que muestra un cierto tipo de agresividad pasiva que los convierte en candidatos perfectos para la manipulación y el chantaje emocional, frenan las emociones y las analizan bajo los rayos azules y fríos de la mente pensante que, rebusca en la memoria, si esa emoción está bien o está mal y si expresarla está dentro de los parámetros de Lo Normal. ¿Lloras porque se ha muerto tu gato? ¡No jodas!, dice el Rey. ¿Has quedado con tu ex para hablar de tu hija adolescente? ¡Seguro que luego os vais a un motel a celebrar el encuentro!, piensa el Rey, porque para él, personaje sin sentimientos por ningún se sintiente, eso es lo Lo Normal... el peligro está en el sexo, esa obsesión por el sexo que, aparentemente, todos tenemos, esa obstinación en encontrarnos con alguien de sexo opuesto (en el Rey de Espadas no existe nada más que la heterosexualidad, lo normal, y las desviaciones asquerosas) e intercambiar fluidos como si fuésemos animales. La palabra orgasmo no aparecerá jamás en su vocabulario, sí follar, garchar, coger, copular, fornicar....

Sexualmente, el Rey de Espadas necesita de algún estimulante de la libido y de un Eliminador de Inseguridades Sexuales marca ACME. Torpe, frío, atento a no hacer nada que parezca depravado o perverso, poco cariñoso, poco detallista, insensible y vulgar, el Rey de Espadas es, posiblemente, el peor amante del mazo. Soportable como amigo, insufrible como amor...

Si LeConsultant es mujer, esta frialdad y distanciamiento se multiplican. Aparentemente amargada, critica a todas las personas que hacen cosas que a ella no le parecen normales pero sin saber exactamente por qué no le parecen normales. No sabe nada de sí misma, ha congelado sus órganos sexuales y los llama con algún nombre infantil, como si alguien los hubiera puesto en su cuerpo sin utilidad definida. Tiende hacia la frigidez. Obsesionada con el "qué dirán", mantiene las formas en toda situación, lugar o compañía. Así será pulcra, sexualmente aburridísima y sin muestras evidentes de deseo. En este sentido, el Rey de Espadas femenino es absoluta y profundamente machista en el sentido de no mostrar deseo para no ser puta...

Y si aparece en el centro de una Tirada a Tres ¿quiere decir que alguien, con su moralina barata y su asexualidad, interfiere entre A y B?..... casi.... continuará...


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